ALTER BRIDGE + SHINEDOWN + THE RAVEN AGE
Sala Razzmatazz 1, Barcelona
Promotor: Madness Live
Día lluvioso en la ciudad condal para ver a un triple cartel de lo más interesante de este último cuatrimestre. Alter Bridge, Shinedown y The Raven Age hacían que estuviéramos ante un minifestival variado y atractivo ante un público que no llenó la mayor de las Razz. Recordemos que inicialmente este evento iba para el Sant Jordi Club, así que parece que Barcelona no adora suficientemente a Myles Kennedy y los suyos. Shinedown y los Bridge llenan grandes recintos en Norte América, pero aquí la cosa no termina de prender. También uno tiene la sensación de que los cabezas de cartel se prodigan en exceso por estas tierras. Recordemos que Myles ha venido en solitario, Tremonti también y el vocalista ha repetido cantando con Slash. Siempre es un placer verlos, pero como veremos, cada vez que tocan, no llegan a convencer. Y con esta iban ya cuatro ocasiones para un servidor.
The Raven Age con nuevo disco y cantante
Antes estuvieron demostrando su valía unos The Raven Age que siempre van a tener colgado el San Benito de que en ellos toca el hijo de Steve Harris. Disco a disco van convenciendo, pero su metal core inicial va derivando hacia un metal alternativo accesible, y a veces, algo ñoño. Entré en la sala cuando atacaban la balada “The Face that Launched a Thousand Ships”. No tienen pregrabados y acompañaron a los coros George y Dan Wright, con su gorra del revés. Bonitas luces violetas y buen papel de Matt James, relativamente nuevo en la formación. Intensidad en “Seventh Heaven” sonando moderna, actual y contundente. El grupo transmite y apunta a que van a hacerse su hueco en la escena. “Angel in Disgrace” fue el único tema de Darkness Will Rise y puede que siga siendo su tema más emblemático y con más gancho. Darán que hablar, pero si no te va el estilo no te van a seducir.
Shinedown: tres temas más y se comen a Alter Bridge
El gran atractivo, sin duda alguna, era poder ver a una bandaza que se prodiga poco por aquí. De hecho, cuando vinieron como cabezas de cartel fueron pocos los que allí se acercaron. No decepcionaron para nada aprovechando su hora escasa para dejar bien claro de que estamos ante un grupo especial. Hubo una intro narrada, muy cachonda, sin luces, para que apareciera el cuarteto uniformado de amarillo y negro al ritmo de “Devil”. Impresionante inicio con algunos efectos y coros pregrabados que no les restaron un ápice de fuerza en un tema teatral, servida por un frontman matador como es Brent Smith. El frac amarillo de Eric Bass iba a juego con las rastas del baterista Barry Kerch. “Diamond Eyes (Boom-Lay Boom-Lay Boom)” nos puso en órbita, y es que ese disco nos enamoró a muchos. Eran curiosos esos dobles micros a los laterales del cantante para que se animaran a los coros el resto del combo. Recuperaron el “Enemies” con intro de bajo y con el bueno de Brent zambulléndose entre el público para dejarnos claro que este show lo vamos a recordar.
Son pura actitud y funcionan como un reloj. Tras la excursión tocaba “Monsters” ya más templada para un grupo que es una máquina de hacer singles. Hubo el típico parlamento alabando el público español mientras nos apuntaban los focos blancos. Eric se puso al teclado para acompañar al tema. El vocalista agradeció a bandas y personal destacando que en su equipo hay dos chicas, y, sobre todo, al público que estaba allí en una noche lluviosa de miércoles. “Sé que sois bilingües, pero nosotros sólo hablamos un idioma: la música”. Ovación a la frase cursi para despertarnos luego con “Get Up” (iluminada por las luces de os móviles) y “Cut the Cord”. Impresionó ver a tanta gente cantar las canciones. Han conseguido una importante base de fans que a buen seguro que ampliaron tras su descarga. Acústicas en “Second Chance” (preciosa) y delirio colectivo con su versión del “Simple Man” de Lynyrd Skynyrd. Si tenías dudas sobre la calidad vocal de Brent Smith aquí quedaban disipadas. Singles del peso de “The Sound of Madness” y “Brilliant” extasiaron a los presentes. ¿De verdad vale la pena llevarse a estas bestias de teloneros? Salir después de ellos y no parecer un muermo es complicado… Eso le pasó a Alter Bridge.
Alter Bridge cumplen en un concierto lineal
Soy de los que considera que esta gente han sido un soplo de aire fresco a la escena y que merecen bastante más reconocimiento del que tiene en tierras europeas, pero de las cuatro veces que les he visto, sólo me convencieron en una, y fue en su anterior venida. En el resto he llegado a aburrirme, y eso que la cosa empezó bien con la intro, las luces que daban vueltas como hélices y el estilazo que gastan ya desde “Wouldn’t You Rather”. Continuaron con la inmensa “Isolation” bien apoyados por un buen sonido y con mucha actitud. Myles lucía unas gafas de pasta negras y el otro jefazo, Tremonti, tocaba perfectamente los solos de todos los temas. Scott Phillips tenía puestas unas mamparas transparentes en la batería. Pero el caso es que el nuevo material tampoco aporta grandes novedades y su post grunge metálico fue algo monótono (Caso de “Pay No Mind”). “Come to Life” fue la primera joya del Blackbird ampliamente coreada por un público que estaba llenando los tres cuartos de la Razz.
Muchos echarían de menos algún que otro clásico, pero “Ghost of Days Go By” estuvo presente, con permanente movilidad por parte de Myles, Mark y un siempre motivado y efectivo Brian Marshall al bajo. “Broken Wings” y “Native Son” dieron un poco la sensación de que el grupo empezaba a funcionar con piloto automático y tampoco el señor Kennedy suele interactuar mucho con la audiencia, aunque ya se había dirigido a ella con muy buenas maneras. Evidentemente todo mejora cuando hacen sonar un “Rise Today” (excepcional el público cantando) y ponen a la sala a comer de su mano para bajar luego la entrega de los presentes en “In the Deep”. La combinarían con la preciosa entrada de “The Cry of Achilles”, otro de los grandes momentos de la velada. Detecté alguna voz fuera de tono durante el concierto, algo nuevo en mi experiencia con Myles Kennedy en directo.
“Forever Falling” tiene una intro al estilo de la anterior composición, pero muta rápido hacia un riff poderoso en el que la base rítmica es clave, también la voz, pues es Mark Tremonti el que la interpreta. Hay en su nueva obra grandes temas, de eso no hay duda alguna. Llegó el momento de mano a mano Myles-Mark con “In Loving Memory”. Ese inicio siempre me recuerda al “Selling the Drama” de Live, pero sigue siendo un temazo. Se agradece que monten taburetes y desnuden las canciones así. La parte final fue lo mejor del concierto y “Blackbird” hace acto de presencia. Para muchos el mejor tema de Alter Bridge. Me incluyo. Cerrarían con “Open Your Eyes” y “Metalingus”, pero curiosamente, y a pesar de que el show fue más corto que en su anterior venida, se me hizo bastante más largo. Los dos temas finales, afortunadamente, te recuerdan delante de quien estás: una banda enorme que lleva por nombre Alter Bridge. “Godspeed” y la genial “Addicted to Pain” cerraron un concierto correcto, con momentos brillantes, pero algo monótono y lineal. No hubo bises, sencillamente lo enlazaron todo hasta el final.
Alter Bridge me hicieron tocar el cielo en su última visita en la misma sala. Me aburrieron años ha en la Razz 2, también en su actuación en el Rock Fest y esta vez es la segunda mejor, pero sé que el grupo puede brillar más. Tienen muchos clásicos que quedaron fuera y también me apetecería que se atrevieran a tocar algún éxito de Creed, pero lo dudo mucho. De la noche me quedo con un par de tramos de concierto de Alter Bridge y ante todo con Shinedown. Espero que se tomen un respiro… aunque todo apunta a que les veremos este verano en varios festivales.
Texto: Jordi Tàrrega
Fotos: Irene Serrano (http://ireneserranophotography.com/)
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