Calificación del editor

En ‘Enter my religion’ Liv se muestra tímida y atrevida a la vez, versátil, capaz de ofrecer dos caras de una misma moneda.

9
VALORACIóN

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LIV KRISTINE
‘ENTER MY RELIGION’
Allegro Music Talent

La carrera de Liv Kristine ha recorrido varias etapas en las que ha desarrollado estilos muy variados con los que interpretar momentos, pensamientos y emociones de su vida. Quizá uno de los discos en los que más ha experimentado sea este ‘Enter my religion’ que ahora, dieciséis años después de su publicación, se reedita con material inédito, nuevo artwork y, por primera vez en toda su carrera en solitario, un disco completo de Liv ve la luz en vinilo. No olvidemos que ‘Have courage dear heart’ era un EP con temas en directo.

Quiero empezar esta reseña haciendo una confesión. Desde siempre, quizá haya sido mi disco menos favorito de Liv Kristine (siempre hablando de su carrera en solitario). No sé muy bien porqué, así que esta reedición es una especie de reválida para mí, una nueva oportunidad de reencontrarme con la Liv de 2006, aquella que nadaba con viento a favor tras la edición de ‘Vinland Saga’ de Leaves’ Eyes y casi en paralelo al EP ‘Legend Land’.
Quizá no supe entender en aquel momento ese virage al pop que supuso ‘Enter my religion’ respecto a ‘Deus ex machina’, un trabajo más orientado al new age; esa apuesta por las guitarras acústicas que seguiría desarrollando más adelante.
Hoy escucho este trabajo y reconozco muchos elementos en común con mi disco favorito de Liv, ‘Skintight’. Las acústicas de “Coming home” o “Blue emptiness” me atrapan, igual que “Over the moon” o la penetrante versión de Bruce Springsteen “Streets of Philadelphia”.
Viendo la carrera de Liv Kristine en retrospectiva, ‘Enter my religion’ fue un disco necesario en su evolución en solitario pues en él confluyen muchos estilos que han marcado su vida y su carrera musical.

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La clave para entender ‘Enter my religion’ es pensar en él como un trabajo diametralmente opuesto a Theatre of Tragedy y muy distante de ‘Deus ex machina’. Me faltó una paciencia con él que tengo ahora. Y lo disfruto. Y lo gozo. Y lo entiendo. Entiendo esos desarrollos pop, esos vaivenes intimistas entrelazados con la melancolía que transmite la calma de su voz.
Es bien conocido que Liv adora el Pop de artistas como Madonna y que siente devoción por Kate Bush o Tori Amos. Con esas influencias el trabajo compositivo debía ser distinto del de Leaves’ Eyes hasta el punto que Peter Tägtgren de Hypocrisy y Pain y gurú de las producciones en aquella época en sus Abyss Studios contribuyó con la música de “Over the moon” y “Trapped in your labyrinth”. Pueden parecer dos detalles menores pero la participación de Tägtgren y la publicación por parte de Roadrunner Records (detalles abordados más en profundidad en la entrevista con Liv que publicaré en unos días) son capitales en este trabajo. ‘Enter my religion’ fue una especie de ahora o nunca, de intentar llegar a unas cotas desconocidas como solista.
En ‘Enter my religion’ Liv se muestra tímida y atrevida a la vez, versátil, capaz de ofrecer dos caras de una misma moneda. El desenfado de “You take me higher” contrasta con la ternura de “Enter my religion” y las letras de sus canciones, de todos sus discos, permiten a sus fans establecer una trazabilidad sobre aquellos momentos claves en su vida… amores, miedos, energías, puntos de equilibrio, creencias…

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Esta nueva edición tiene un sonido remasterizado que ha permitido pulir detalles con los que apreciar algunos elementos con mayor nitidez aunque debo reconocer que me hubiera gustado que las guitarras eléctricas gozaran de una mayor claridad.
Quizá la diferencia más notable para el fan medio sea el artwork y es que la Liv Kristine de hace dieciséis años ha dado paso a mujer más hecha, más madura a la que las heridas del pasado han forjado un carácter más férreo, más admirable. Y esa evolución queda reflejada en una portada en la que Liv mantiene el mismo espíritu, el mismo gesto y hasta la raya del pelo en el mismo sitio pero con otra mirada. Mismo fotógrafo, Kai Joachim, misma fotografiada, Liv Kristine, mismo resultado, excepcional.
Para el fan más avanzado hay dos grandes diferencias que radican en los bonus tracks. Por un lado “Stjernenacht” y “One thought closer” son temas inéditos pero ambos fueron compuestos y grabados junto al resto del disco y figuraron en el promo cd que Liv Kristine entregó a Roadrunner el 13 de julio de 2005.

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Y en segundo lugar, en las versiones a piano de “Trapped in your labyrinth” y “Fake a smile” colabora el artista italiano Ecor dotando a ambos temas de una profundidad ideal para la voz de Liv.
Desgranado los bonus tracks inéditos cabe reseñar que “Stjernenacht” está cantado íntegramente en alemán sobre una base de samples, muy rítmica, y que incluye guitarras acústicas también. Un corte ideal para este trabajo y que no debió quedarse fuera del track list final del disco.
“One thought closer” se inicia con un teclado ensoñador para dar paso a una balada esencial, de esas profundas a las que nos tiene acostumbrados Liv. Desde esta tribuna pido a Liv que considere seriamente la opción de cantarla en vivo en Nagold porque resulta tremendamente emotiva.

En el impás entre ‘Enter my religion’ y “Libertine’, Liv inició su costumbrista peregrinación de diciembre a Nagold porque para los fans de Liv Kristine la navidad siempre empieza una semana antes en Nagold. Este año 2022 nos encontramos allí el sábado 17 de diciembre.

Marc Gutiérrez

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