Calificación del editor
Con 'Madre Tierra' vamos a encontrarnos de frente con un discazo mayúsculo porque Paco Ventura puede componer y tocar como cualquiera. Pero, ojo, no cualquier puede tocar como Paco Ventura. A devorar 'Madre Tierra'. No os arrepentiréis.
PACO VENTURA
‘MADRE TIERRA’
Avispa
Decir que Paco Ventura es una institución de la música española, o de la música, a secas, es como decir blanca nieve o verde prado: un epíteto, y de los gordos.
Por eso, siempre que regresa con un proyecto a su cargo se nos dibuja una sonrisa de felicidad y optimismo al saber que, sin duda, vamos a encontrarnos de frente con un discazo mayúsculo. Y así ha sucedido también en esta ocasión con ‘Madre Tierra’.
Tras ‘Aventura’ y ‘Sol Navajo’, y justo después de esa obra SUPERLATIVA que fue ‘Paco Ventura Black Moon’, el guitarrista cordobés vuelve a rodearse de algunos de los mayores talentos de la música actual para deleitarnos con un conjunto de temas de una factura soberbia.
Lo bueno, además, es que Ventura se desliza felinamente entre estilos, entre influencias, entre ritmos, recogiendo lo mejor de cada casa.
Tanto puede sonar como Satriani o como Malmsteen, tanto puede darnos un tema como «Hayabusa», que cualquier banda de hard rock americano mataría por tener en su repertorio, como lanzarse en brazos del neoclásico más exquisito con «Fuga Rampante» (donde juega abiertamente con sus influencias, precisamente, clásicas, incluyendo pequeños pasajes de obras como El Lago de los Cisnes) o darse un baño de buenrollismo guitarrero en plan mira-y-aprende con «Guitar Land». ¡Y todo lo hace bien!
Además, como escribía antes, los colaboradores que encontramos en ‘Madre Tierra’ son de altísimos quilates: desde el omnipresente Jorge Salán hasta esa bestia llamada Malek Ben Arbia (guitarrista de los fenómenos tunecinos Myrath) pasando por Kiko Loureiro, Rudy Sarzo, Joey Tafolla o Jennifer Batten entre otros muchos. Casi nada.
Con este panorama, esta mezcla de talento y magia, de duende -si se me permite- ‘Madre Tierra’ se desempeña de forma magnífica, y hará las delicias de cualquier amante del rock.
Quizá, y solo quizá, el propio legado de Paco Ventura pueda pesarle un poco al álbum, ya que quien espere otro ‘Black Moon’ (insisto, superlativo) puede verse algo decepcionado.
Por eso recomiendo encomendarse a la música sin prejuicios y, en la medida de lo posible, sin hacer comparativas.
Y es que, sin complejo alguno, esta última aventura discográfica del genio andaluz se sitúa al nivel de cualquier, repito, cualquier músico que se pueda venir a la mente. Paco Ventura puede componer y tocar como cualquiera. Pero, ojo, no cualquier puede tocar como Paco Ventura.
A devorar ‘Madre Tierra’. No os arrepentiréis.
Daniel Ruiz
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