BLIND GUARDIAN, SU MEJOR VERSIÓN EN DIRECTO

BLIND GUARDIAN + ORPHANED LAND
18.04.2015, Razzmatazz 1, Barcelona
Promotor: Rock N Rock

Que Blind Guardian son como las serpientes, que cambian de piel, ya lo sabía y quizá por ello había dejado de seguirlos en directo. Los he seguido con atención en disco pero la parcela del directo se la tenía olvidada. Pero todo llega y todo cambia y un buen día decides que hoy es el día. El cartel era suculento… Para quien le gustara.

Que Orphaned Land levantan pasiones es evidente pero no menos cierto que a mí no me gustan. He intentado escucharlos y hay quien me ha dicho que “Mabool” es una obra maestra. Lo respeto. Yo no pienso así. Después de verlos en directo, he de reconocer que mi opinión no es tan negativa. Orphaned Land es una banda de detalles y melodías y eso implica un sonido limpio, casi impoluto. Esa noche no lo tuvieron pese a no sonar mal.

Un reducido escenario y una sala con más de medio aforo recibieron a una banda que últimamente le ha cogido gusto a venir por España. Un setlist equilibrado y una propuesta original fueron los ingredientes para esta representación de “así es como expresamos los árabes el Metal”, según palabras de Kobi Fahri. Pesea que Idam Amsalem está plenamente integrado en la banda, se echó en falta la presencia de Yossi Sassi. Aplausos en masa y reconocimiento para la banda por parte del público.

Blind Guardian viven un momento dulce, bien arropados por un disco como “Beyond the red mirror”, su mejor disco en 17 años, desde “Nightfall in Middle Earth”. Los set lists que circulaban por la red de los conciertos previos de la gira auguraban un show lleno de clásicos, con sorpresas y muchos momentos de karaoke.

“The ninth wave” abrió el telón. Sala abarrotada con ganas de diversión. La banda sonaba bien desde el principio y Hansi mostraba poco movimiento, acaso posturas más propias de Trent Reznor que de un frontman de Epic Metal. Fueron alternando temas clásicos, e incluso un set acústico con “Miracle machine” y “Lord of the rings”. Sin embargo, esa noche, como cada noche, que dirían Los Suaves, los fans buscábamos temas clásicos y de buenas a primeras “Banish from Sanctuary” sonó como un signo de exclamación, una sonrisa casi perpetua en las dos horas siguientes.

Desde muy pronto, el público pedía y pedía “Majesty” y la banda no se arrancaba. Obvio que la acabarían tocando porque en Barcelona ¡¡¡siempre se toca “Majesty”!!! Mientras, los temas de la última etapa del cuarteto sonaban de fábula, “Fly”, “Prophecies”.

Y a partir de “Lord of the rings” un orgasmo prolongado en forma de canciones, de atmósfera de los noventa y de clásicos atemporales como “Welcome to dying”, “Valhalla” o “Into the storm”. Que sí, que son temas de toda la vida y que han tocado hasta la saciedad pero es lo que queríamos. Y en esas que recrean “And then there was silence”, un tema que tuvo su controversia en su momento y que, personalmente, me parece monumental. Casi un cuarto de hora de melodías sostenidas, de desarrollos instrumentales sin fin. La exaltación era patente. Pasábamos ya la hora y media de concierto y quedaban los bises.

André y Marcus se enfundan la camiseta del Barça y hubo quien, viniendo del Camp Nou, sacó una bufanda para acompañarlos. La banda sigue en estado de gracia y temas de nueva generación como “Twilight of the gods” o “Wheels of time” suenan con la fuerza de antaño.

Segundo bis y Razz1 se viene abajo con “The bard’s song”, cantada a capella, como siempre. No deja de resultarme sobrecogedora la atmósfera de esta canción. Seguimos pidiendo “Majesty” a pleno pulmón. Siguen sin tocarla y sigo convencido de que lo harán. Acaban el segundo bis con “Mirror Mirror” y parece que aquello termina. Mantenemos nuestra reivindicación y los músicos se miran, se sonríen y todos sabemos que tendremos nuestro premio. Unos excelsos Blind Guardian se arrancan con más fuerza que nunca con un “Majesty” que nos deja a todos exhaustos, sin aliento ni voz, muy satisfechos y viendo como hay una banda de cuarentones como ellos, capaces de aguantar dos horas y veinte minutos a nivel máximo y que saben escuchar al público. No es normal que Blind Guardian rayen a este nivel en pleno 2015, pero no cabe duda de que están viviendo una segunda juventud.

Saliendo por la puerta, pensaba en el tiempo que haría desde que Blind Guardian no terminaban un concierto sin “Mirror Mirror”. Quizá desde los tiempos de “Barbara Ann”. Cuanta nostalgia desempolvada esa noche, esa memorable noche. Al día siguiente, la propia banda resumía el concierto en su Facebook: “Barcelona was a blast!”. Ya os echamos de menos.

Texto: Marc Gutiérrez
Fotos: Irene Serrano

The Bard’s song

Mirror mirror

Into the storm