GAMMA RAY + SERIOUS BLACK + NEONFLY
22/11/2015 Razzmatazz 1, Barcelona
Promotor: Madness Live! Prods
Kai Hansen debe conocerse Barcelona mucho mejor que alguno de nosotros, dadas las veces que nos ha visitado en los últimos años, ya sea por el motivo que sea. Esta vez, la excusa ha sido celebrar los 25 años de carrera musical de sus Gamma Ray con una gira bajo el nombre de «Best of the best Party Tour», pioneros en esto del power metal y banda imprescindible para entender este estilo que tanto dio que hablar en los noventa, principios del 2000. La grande de las Razz no se llenó y se taparon gran parte de las barras con lonas negras para ilusionarnos ópticamente, haciéndonos creer que el bulto era mayor.
Gracias a un accidente en las malditas rondas de acceso a la ciudad con la consecuente retención kilométrica, nos perdimos la actuación de los ingleses Neonfly, así que servidor accedió a la sala justo cuando Serious Black estaban tocando “Temple of the sun”. Esta banda, formada por antiguos componentes de Blind Guardian y Helloween, de los que por cierto ya no queda ninguno, practican entre un hard rock-power metal con el que dieron buena cuenta tocando casi en su totalidad su único disco hasta la fecha, “A daylight breaks”, editado el pasado enero a través de AFM Records. Entre tema y tema, en un momento de su actuación se atrevieron con algo que personalmente no debería hacer ninguna banda telonera, y menos con solo un disco en el mercado, como fue arrancarse con las versiones del “Rock you like a hurricane” de Scorpions y del “I was made for lovin’ you” de KISS. Que sí, que a la gente le pareció genial y las cantaron a viva voz, pero si lo que querían era vender su producto, ahí se privaron de unos cuantos minutos.
Tras Serious Black, turno para Gamma Ray. Se apagan las luces de la sala por completo y comienza a sonar “Bad reputation” de Joan Jett con el consecuente cachondeo por parte del público, para seguidamente iniciar la descarga con todo un clásico como es “Heaven can wait” donde, desde el primer segundo, el público se dejó las cuerdas vocales.
Como muchos ya sabréis, Kai Hansen ha sido consecuente con el estado de su voz y ha decidido muy honradamente contar con un cantante de apoyo en directo, Frank Beck que, desgraciadamente, y por culpa de la sonorización de Razzmatazz, no pudimos disfrutar de todo su potencial. Elegante montaje el que llevan en esta gira para el recuerdo, donde predominaban las torres de luces verticales distribuidas estratégicamente sobre el escenario, el enorme telón trasero con la portada del “Sigh no more” y los cañones de humo, los cuales ahumaron en más de una ocasión al bajista Dirk Schlächter. Frank hizo acto de presencia en “Fight” donde seguidamente acompañaría a Kai en “One with the world” pero siempre respetando la figura del alma mater de la banda, situándose en un lado y como digo, en parte por culpa de la sala, llegando a no solo igualar el volumen del cantante original, sino quedando este incluso por debajo.
A mi parecer, la labor de Frank, incluso teniendo una potente voz, quedó deslucida y claro ejemplo fue en “I want out” donde ni tan siquiera logró aguantar al menos unos segundos los infinitos agudos del original e inigualable Michael Kiske. Tras la genial “Valley of the kings” y la preciosa “The silence”, originalmente grabada por el gran Ralph Scheppers y donde Dirk hizo de las suyas al bajo, turno para el original solo de batería de Michael Ehré (ex-Metalium, ex-Uli John Roth) donde, aparte de animar enérgicamente al público, interpretó el tema principal de “Superman”. Dirk se animó al bajo tras la demostración de Michael, pero sin dejar enfriar demasiado al público, que ya empezaba a cansarse de tanto solo.
De sopetón, sonó “Induction”, introducción del gran “No world order” que da pie a la gran “Dethrone Tyranny” y que, con su velocidad endiablada, dañó más de un cuello. Momento declaración de intenciones mandando a paseo a Isis y el llamado Estado islámico con “Rebellion in Dreamland” que, junto a “Heavy Metal Universe”, la añeja “Ride the sky” y una apoteósica “Somewhere out in space” conformaron un medley aplastante.
Dos horas de auténtico heavy metal que finalizaron con “Heading for tomorrow” y “Send me a sign”. No se puede hablar de pinchazo como tal, pero sí de una entrada justita para una banda que dijo todo lo que tuvo que decir en sus años dorados, pero que a pesar del paso de los años defienden muy dignamente un legado que les mantendrá por siempre como unos de los estandartes del heavy metal europeo, manteniendo una fiel base de acérrimos seguidores.
Texto: Jero García.
Fotos: Irene Serrano.
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