OATHBREAKER + WIFE
29.11.2016, Sala BeGood, Barcelona
Promotor: Alone Records
El pasado 29 de noviembre nos dimos cita en Barcelona para admirar el paso de la banda de Post Black Metal procedente de Gent (Bélgica) Oathbreaker. En la gira les acompañó el proyecto musical Wife del cantante irlandés James Kelly conocido por su trabajo con Altar of Plagues.
Los que asistimos pudimos disfrutar de un ataque sonoro basado en samples, loops y texturas Ambient que forman los universos electrónicos diseñados por Kelly, donde la sincronización con el juego de luces jugó un papel importante y me imaginé en medio del fuego cruzado en medio de la noche. La pureza y limpieza del sonido es impresionante, una propuesta interesante para amantes de nuevas tendencias y estructuras musicales basadas en la tecnología. Mientras tanto, en el stand de merchandising, una tímida Caro Tanghe me firmaba unos discos.
Esta es la primera vez que Oathbreaker llegan a Barcelona como cabezas de cartel. El recinto elegido fue la sala BeGood, abarrotada de seguidores para presenciar la presentación de su nuevo trabajo “Rheia”, editado el 30 de septiembre de 2016. La transformación de Caro en su vestimenta y actitud logran llevar el espectáculo a otra dimensión. La mezcla de brutalidad, harmonía y belleza es única y es así justamente como los presentaban los carteles y reseñas de la prensa. Ataviada en una caperuza negra, con su cabello cubriendo su rostro, la forma visible de la intensidad con que vive su música son las venas de sus manos que se aferran al pedestal del micro. A esto sumamos sus headbangings, cercanos al espasmo. Los músicos crean el aura sonora y las miradas quedan atrapadas en la performance de Caro Tanghe. El público de las primeras filas se muestra entregado a la brutalidad con que se ejecutaban los temas.
La evolución del sonido de Oathbreaker queda patente a lo largo de sus trabajos. En sus inicios, en “Maelstrom”, muestran temas directos y cortos, ahora se trata de sonidos más elaborados, con estructuras más complejas y un registro vocal al borde del colapso en determinados momentos. La performance de Caro es misteriosa y apabullante, con gritos desgarradores en un cúmulo de emociones que transmite a los jóvenes seguidores que mueven sus cabelleras al son de la música mientras corean los temas.
En la parte final del show Caro termina de rodillas, cantando de espaldas al público, como si se hubiese quedado encerrada en una letanía recurrente de dolor.
Me sorprendió la edad y la diversidad de los asistentes, la mayoría jóvenes, al parecer belgas, músicos de grandes bandas de Barcelona y el resto de un perfil sofisticado y exigente. Al terminar todo volvió a la normalidad, a la calma, la cantante tocó mi hombro me dijo gracias y se retiró caminando entre el público.
Una gran noche para los amantes de la buena música, un recinto lleno, unos músicos agradecidos por la acogida y parte del merchandising agotado. Buena señal. Esperamos volverlos a ver pronto.
Texto: Juan Espinoza
Fotos: Eduard Tuset (https://www.facebook.com/eduard.tuset)
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