SONATA ARCTICA + TRIOSPHERE + STRIKER
4.03.2017, Sala Bikini, Barcelona
Promotor: Madness Live!
Cuando el lobo aúlla ¡nada le puede detener!. Es fuerte, noble… ¡un guardián acérrimo de su manada! Bajo la luna llena, con sus ojos azules llenos de vigor, guía a los que están perdidos bajo el enigmático manto de las estrellas. No temáis si se aleja: es libre como el viento pero fiel a él mismo y a lo que le rodea. Fijaos en una curiosidad: Sonata Arctica siempre ha tenido al lobo como mascota y muchos se han guiado por su música en sus inicios en el metal ¿Será todo esto casualidad?
Hoy en día no son los mismos que en aquellos inicios trepidantes, ni musicalmente ni como personas. Ese Power Metal desapareció pero su sello sigue estando ahí. A veces de una forma más directa, como “Pariah’s Child”, o menos, como en el melódico “The Ninth Hour”.
Pese a su tranquilidad, el disco me gustó y pude reconocer el sello de Sonata y su aullido queriendo proteger a su manada. Para saber si todo eran imaginaciones mías, el sábado 4 de marzo me acerqué a la sala Bikini de la ciudad condal para comprobar la realidad del directo. La sala lució espléndida desde su inicio y fue in crescendo cuando la hora de los fineses se acercaba.
Striker y Triosphere fueron los teloneros de la noche. Dos propuestas atractivas que atrajeron a más de un curioso alejado del gusto mayoritario. Desgraciadamente no pude ver el concierto de los canadienses Striker por estar entrevistando a Sonata Arctica (próximamente podréis ver el resultado en Empire); pero todas las impresiones que escuché sobre su show fueron muy positivas y coincidían en una misma cosa: habían sido la energía personificada.
Un cambio rápido fue la antesala para que los noruegos Triosphere inundaran la sala. Siempre me ha gustado la voz de Ida Haukland; muy poderosa y con una potencia digna de las mejores vocalistas femeninas de la escena. Durante su show, ella junto al resto de la banda, no me transmitieron esa energía con la que otras veces me habían logrado conquistar. Fue un concierto flojo y entre el público se palpaba un sentimiento de aburrimiento pese al esfuerzo de la banda.
Vayamos a lo que interesa. La manada rugía con ansias de escuchar el aullido inicial de Sonata Arctica. “Closer To An Animal” fue el pistoletazo de salida y el single “Life” fue lo siguiente en sonar. Pese a que fue un buen inicio, la intensidad de las canciones no sirvieron para encender al personal y provocaron una somnolencia general. Con “The Wolves Die Young” y la reconocidísima “Tallulah” parecía que todo iba a cambiar e íbamos a sacar las garras. No fue así, la tónica general de la noche sería muy relajada exceptuando contados momentos como el de “Full moon”, con la que danzamos bajo la luna llena. Lástima que el ambiente volviese a ser cortado por la lentitud de “Among The Shooting Stars”.
Estábamos viviendo una apuesta por un set demasiado lineal, con una banda muy lineal que no derrochaba técnica alguna por esa simetría de la que gozan las canciones en directo. Parecía que despegaba con canciones como “Abandoned, Pleased, Brainwashed, Exploited”, pero la lentitud volvía a aparecer en canciones como “We Are What We Are”.
La rescatada “The Power Of One” y lo bien llevada al directo, fue uno de los mejores momentos de la noche. Fue el preludio de que todo aquello ya se iba a acabar y, tristemente, aún no habíamos sudado como en otras ocasiones.
El encore se inició con un homenaje por estar presentes; rápidamente nos regalaron “Misplaced”, que fue gratamente recibida, dieron un toque inocente con “I Have I Right” y nos hicieron saltar con “Don’t Say A Word” como en ningún momento de la noche. Con ella todo se acabó y nos fuimos a casa un tanto decepcionados.
Concierto con sabor agridulce con un set list flojo y plagado de canciones lentas que no permitieron que la manada sudase cazando a su presa. Las canciones del disco no son malas, hay partes que son obras maestras a nivel compositivo, pero para llevarlas al directo se debe planear todo buen set list o un espectáculo que enganche. Se cae en el riesgo de dar un concierto lineal como el que vivimos si se hace lo contrario. El sello de los fineses está presente, espero que encuentren su lugar porque la noche del sábado fue para olvidar.
Texto: Alex Hidalgo
Fotos: Elena Marco
P.D. Quiero dedicar la review a mi abuelo recientemente fallecido. Para describir al lobo del inicio he pensado en él y donde quiera que estés, espero que guíes a todos aquellos que estén perdidos en el dulce manto de la noche. Igual que hiciste en vida con aquellos que estuvimos a tu lado y cómo lo hicieron bandas como Sonata Arctica en los inicios de un servidor en el metal.
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