DAMNATION FESTIVAL 05/11/2016,
University Union, Leeds ( UK )
Por segundo año no consecutivo ( mi primer Damnation fue en 2013 ) asistía al uno de los festivales de metal extremo indoor más importantes del Reino Unido y que lleva realizándose desde hace nueve años en el curioso enclave de la Universidad de Leeds, lugar de ocio y punto de reunión de los estudiantes universitarios residentes en esta ciudad industrial inglesa.
El cartel de 2016 no es que fuera la panacea de los festivales de metal extremo, es más, diría que ha sido uno de los carteles más flojos de todas sus ediciones siendo Abbath, Electric Wizard, Cult of Luna con Julie Christmas y Enslaved unos de los nombres más atractivos del cartel.
Un cartel con demasiados nombres pequeños o poco conocidos y con unos cabezas de cartel que, si bien valen su peso en oro, no están a la altura de anteriores headliners como fueron en su día My dying Bride, Ulver o Carcass. Aún y así, los británicos y no británicos acudimos a la fría Leeds comprando todas las entradas y agotándolas tan sólo un par de días antes.
Cada festival tiene sus pros y sus contras, y en Damnation encontramos que los pros son pasar un día intenso con un ambiente increíble en una de las cunas del metal europeo, algo que se respira viendo al personal y cómo lo vive, y las contras, que no son otras que, la gran cantidad de bandas programadas para un mismo día y los continuos solapes entre ellas. Dos días de festival sería lo más apropiado para un festival de este tipo…
Dentro de la University Union de Leeds puedes encontrar de todo, un supermercado, tiendas para comer casi de todo con una reducida pero variada propuesta gastronómica, una enorme cafetería para poder descansar donde antiguamente las bandas vendían su merchandising, algo que ahora se reparten entre el Jägermeister Stage y uno de los halls de la universidad y cómo no, los escenarios entre los que se encuentran los tres de cada año más uno más pequeño justo al lado del Terrorizer Stage llamado simplemente The 4 th stage.
Tras la puesta de la pulsera me dirigí al Terrorizer Stage, uno de los escenarios más cómodos del festival para ver la descarga de Svalbard, banda procedente de Bristol y practicante de un post-metal con reminiscencias punk con chica al frente quien se destrozó las cuerdas vocales ante un público todavía frío a tan tempranas horas.
Seguidamente me estrenaría en el pequeño The 4 th stage para ver a una de las sensaciones del sello Prophecy, la banda de dark-folk Darkher liderada por la pelirroja danesa Jayn H. Wissenberg quien parecía que no iba a aglutinar a gran público minutos antes, pero nada más lejos que la realidad. Hasta la bandera se llenó para ver la propuesta intimista de esta banda que se mueve entre terrenos ambientales y góticos, huella inconfundible del sello alemán.
Deslucida quedó la actuación de la frágil Jayn por culpa de los impresentables que no son capaces de mantener la boca cerrada mientras una banda que requiere silencio no lo tiene. Una pena porque la actuación prometía y mucho…Un poco antes de finalizar Darkher su actuación me desplacé al Eyeshore Merch Stage para ver a los portugueses Sinistro, quienes reventaron el aforo habiendo que prohibir la entrada e ir dejando pasar al público a medida que iban saliendo.
Sinistro se están haciendo un hueco en el circuito internacional gracias a discos como Semente y especialmente por el carisma y la puesta en escena de la espectacular Patricia Andrade, quien no deja de interpretar cada tema, aparte de, con su preciosa voz, con los movimientos y el lenguaje de su cuerpo, convirtiendo cada corte en una danza arítmica hipnótica que casa a la perfección con la música envolvente y cautivadora de Sinistro. Sin duda fue una de la actuaciones más impactantes del festival.
Era el turno de Oceans of Slumber en el Jägermeister Stage, a quienes acabábamos de ver una semana antes en Razzmatazz 2 abriendo para Enslaved. La banda estuvo algo más rodada que en Barcelona, con Cammie exhibiendo su espectacular y cálida voz y disponiendo de más tiempo en su actuación para deleitarnos por ejemplo con la versión de Moody Blues Nights on white satin, algo que no ocurrió en Barcelona.
Volvieron a hacer gala de sus diversidad musical y deleitarnos con sus viajes musicales que van desde el soul hasta temas con gran influencia black metal. Cómo anécdota curiosa decir que horas antes conocí en un taxi compartido de camino al festival a Russ Russell, el productor de Oceans of Slumber y quien ha grabado con Napalm Death, Dimmu Borguir o Amorphis entre otros. Cosas que pasan en los festivales…
Ne Obliviscaris al igual que Oceans of Slumber compartían cartel por Europa con Enslaved, quienes también tocarían en el Damnation, así que no podían faltar en el cartel. Los promotores del festival no son nuevos en esto y aprovechan para juntar siempre un par de giras haciendo algo más rentable el festival. Así pues, los australianos hicieron lo que venían haciendo por el viejo continente, un show apabullante con una técnica abrumadora por parte de todos los músicos sobresaliendo por encima de todo la técnica todos sus miembros teniendo como cabezas visibles al rubio Tim Charles, quien también se encarga del violín, y al delgadísimo Xenoyr quien da el toque black metalero a los de las antípodas.
Temas largos y densos y con infinidad de desarrollos son la seña de identidad de Ne Obliviscaris, alternando voces limpias y rasgadas mientras las guitarras de Matt Klavins y Benjamin Baret más el bajo de Brendan «Cygnus» Brown quien acaba de abandonar la banda por problemas personales con el resto de miembros, se deshacían en tappings imposibles. Sin duda una de las bandas que más público congregó en el Terrorizer Stage y de las que el público salió más satisfecho.
El Jagërmeister Stage se llenaba hasta la bandera para ver a los suecos Cult Of Luna en una actuación exclusiva, contando con la neoyorquina vocalista Julie Christmas quien grabó con ellos Mariner, disco que interpretarían de principio a fin, y galardonado por muchos medios como uno de los mejores discos del pasado 2016.
El show de Cult of Luna se puede definir como una experiencia sonora y visual única, donde todos los elementos encajaban a la perfección, desde las siluetas de los de Umeå provocadas por unas luces estroboscópicas cegadoras, pasando por la desquiciante imagen y voz de Julie Christmas quien se desgañitó en cada uno de los temas que componen Mariner a la vez que se arrancaba el vestido a pedazos.
Todo estaba estudiado para que, tanto la imagen de la banda como los temas del susodicho disco, encajaran en un puzzle perturbador. Y lo consiguieron. Puede que la banda de Johannes Persson haya dejado por el camino a multitud de seguidores, quienes los tachan de haber perdido la esencia de sus primeros trabajos en pos de sonidos más «modernos», pero lo que es innegable es que ahora mismo son una banda de culto imprescindible de experimentar en directo. Por haber convertido su show en una experiencia sensorial única para recordar, el oro se lo llevan ellos.
Enslaved se han recorrido Europa sala tras sala celebrando su 25 aniversario como banda junto a Ne Obliviscaris y Oceans of Slumber, y recalaron en Leeds con el orgullo de ser uno de los cuatro grandes cabezas de cartel del festival junto a Cult Of Luna, Abbath y Electric Wizard.
El show de los noruegos no distó de los que habían hecho por el viejo continente, tocando así, temas de casi toda su discografía como Roots of the mountain, la emotiva The watcher, Fenris, con la destrozaron la mayoría de cuellos del personal o One Thousand Years of Rain entre otras. Tenían muchas ganas los británicos de ver a la banda de Ivar y Grutle, tanto que no cabía ni un alfiler en el Terrorizer Stage y no defraudaron. Sería uno de los últimos conciertos de Herbrand Larsen ( voz y teclados ) ya que abandonaría la banda días después, tras trece años en ella, alegando decisión propia y llegando a un acuerdo unilateral. Así pues, la fecha del Damnation de 2016 quedará en el recuerdo como la despedida en el Reino Unido de un gran músico noruego como es Hebrand.
El broche de oro de la edición número doce del festival lo pusieron los locales Electric Wizard, quienes hicieron del Jägermeister Stage una ceremonia ritual a ritmo de su particular stoner-doom, dónde a su vez proyectaron unas enormes imágenes a cual más bizarra y grotesca oprimiendo nuestros sentidos aún más. Las fuerzas a estas horas de la noche ya mermaban, y se tuvo que sacar fuerzas de dónde no las había para ver cómo de fuerte sonarían esta vez Electric Wizard. Y vaya si sonaron. A un volumen atronador descargaron temas como Witchcult today, Satanic Rites of Drugula o Funeralopolis cerrando la edición de unos de los festivales indoor con más solera del Reino Unido. A pesar de haber sido uno de los carteles más flojos de los últimos años, la gente volvió a acudir a la cita en la gélida ciudad de Leeds para disfrutar de una jornada metalera en todas sus vertientes.
Texto: Jero García
Fotografías: Irene Serrano (www.ireneserranophotography.com)
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