WASP
04.11.2017, Sala Razzmatazz 1, Barcelona
Promotor: Madness Live!
Sábado por la tarde me disponía a asistir a una de las giras más atractivas de los últimos meses, la combinación audiovisual y musical en directo del álbum más personal de Blackie Lawless con WASP, “The crimson idol” (originalmente pensado para un lanzamiento en solitario), después de cumplir 25 años de su lanzamiento original en 1992.
A estas alturas imagino que todo el mundo sabe de lo que estoy hablando, pero permitirme haceros un pequeño resumen. Se trata de un álbum conceptual sobre el ascenso y la caída de una estrella del Rock ficticia llamada Jonathan Steel y los peligros que conlleva la fama. Este personaje pasa por muchas etapas en su vida bastante dramáticas, desde su infancia anhelando el cariño de sus padres, la muerte trágica de su hermano y mejor amigo debido a un accidente de tráfico, el éxito como estrella del Rock (caracterizada con guitarra roja BC Rich Warlock) y el crudo y trágico final derivado de la frustración de no ser querido ni reconocido por sus padres después de todo lo acontecido en su vida.
Ya de gira por España, los teloneros Beast In Black anuncian que finalmente no acompañaran a Lawless y los suyos durante su tour europeo y no se sabe bien por qué… hay varios rumores, desde que el bus de gira se estropeó hasta que WASP, ya de gira, les pidieron dinero por tocar. Solo ellos saben la verdad.
Entrando en la sala pude comprobar que estaba casi sold out, ahí me di cuenta de que lo que íbamos a presenciar sería especial y del tirón que tienen WASP en nuestro país. Se apagaron las luces, se encendieron las 3 pantallas y la banda salió a escena abriendo con “The Titanic Overture”. Una tras otra fueron deleitándonos con todo el álbum, “The Invisible Boy”, “Arena of Pleasure”, “Chainsaw Charlie”… siguiendo el transcurso de la película hasta acabar el disco.
La primera parte del show fue emotiva, transmitieron una tremenda actitud, entrega máxima y les acompañaba un sonido impecable. Después del bis, de 10 ó 15 minutos, las cosas cambiaron. Nos obsequiaron con “LOVE Machine”, “Wild Child”, “Golgotha” y “I Wanna Be Somebody” donde ya no salieron con la misma motivación y parecía que el escenario les quedaba grande. Sobre todo porque en los últimos temas la voz de Blackie apenas se escuchaba y parecía no ser el mismo.
Tocaron aproximadamente hora y veinte minutos y me pareció un concierto corto para no llevar teloneros. Quizá el llevar un set list cerrado impidió que pudieran alargarse más, o quizá es lo que aguanta Blackie sobre el escenario. Con todo y con eso dieron un buen concierto a pesar de los inconvenientes mencionados y que podrían haber evitado. Lástima de esta segunda parte en que parecían estar de capa caída. Por siempre “The crimson idol”.
Texto: Soraya Muñoz
Fotos: Irene Serrano ( www.ireneserranophotography.com)
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