MR. BIG + THE ANSWER + FASTER PUSSYCAT
09.11.2017, Sala Razzmatazz 1, Barcelona
Promotor: Madness Live!
Por fin llegó el otoño y con él, una de las semanas más rockeras de los últimos meses. Barcelona recibió la noche del pasado 9 de noviembre toda una descarga de energía para todos los gustos. Desde el rock sleazy de Faster Pussycat o el sonido más clásico y setentero de The Answer al virtuosismo de Mr. Big. Los encargados de romper el hielo fue la banda formada en Los Angeles, Faster Pussycat, que trajeron un corto pero intenso setlist de media hora en el que aprovecharon cada minuto del que dispusieron encadenando un tema tras otro. Mostraron al escaso público que por entonces había en la sala todo su repertorio de poses y actitud sleazy. Las canciones, directas y pegadizas como “Sleep Of The Tongue”, dejaron claro que el monstruo Mötley Crüe se comió a algunas buenas bandas de la época. Pudimos escuchar su tema más conocido, “House Of Pain”, en un concierto que terminó con un breve homenaje a Motörhead haciendo sonar “Ace Of Spades”.
The Answer han sido los teloneros de lujo de este triple cartel. La banda irlandesa destila calidad y buen hacer en cada uno de sus trabajos y, al igual que Led Zeppelin, están pasando por una época un poco más oscura y acústica como demuestra su disco “Solas”. Precisamente con este tema iniciaron el concierto, un brillante crescendo que aumenta en intensidad a medida que va avanzando. Pero esta no era ninguna gira de presentación y nos regalaron un set mucho más cañero que en su última visita. Temas como “On and On”, “Spectacular” o “New Horizon” nos hicieron saltar y vibrar y dejaron un excelente sabor de boca a quien no conocía a la banda. En mi caso, que los sigo desde su primera gira, puedo decir que este concierto fue solo una pequeña muestra de lo que esta banda es capaz de ofrecer. Fue una pena que tras el subidón de “Rock’ n Roll Outlaw”, en la que el bajista de Faster Pussycat volvió al escenario para apoyar en los coros, The Answer tuvieran algún problema con una de sus guitarras y tuvieran que descartar un tema del setlist. Se despidieron con “Come Follow Me” en la que Cormac demostró que posee una de las voces más espectaculares del Rock actual y que, con su actitud vitalista al frente de la banda, es capaz de transmitir y contagiar energía infinita al público.
Y llegó el gran momento. Puntuales, Mr. Big salieron a arrasar con “Daddy, Brother, Lover, Little Boy (the Electric Drill Song)”. Todo un ejercicio de virtuosismo en el que, si alguien tenía alguna duda sobre el estado de forma de la banda, esta quedó totalmente disipada. Y es que ver a dos genios como Paul Gilbert y Billy Sheehan tocar sus guitarras y bajos con sendos taladros ya hace que haya valido la pena asistir al concierto. A partir de ese momento fueron dos horas de disfrute continuo, en las que nunca sabías dónde fijar tu atención. “American Beauty” y “Undertow” (uno de los mejores temas de la banda), ambos del disco que significó el retorno de la formación clásica, marcaron el camino hasta la ovación más grande que yo recuerde en Razzmatazz, cuando Pat Torpey hizo aparición en el escenario. Durante los años que han pasado desde su última visita a Barcelona han habido cosas buenas y cosas malas en el universo de Mr. Big. Por un lado, hemos podido disfrutar de dos excelentes trabajos (“The Stories We Could Tell” y “Defying Gravity”) y por el otro, al carismático batería de la banda le diagnosticaron Parkinson, enfermedad degenerativa cuyo grado de afectación a nivel psicomotriz ha hecho que no pueda tocar la batería con la maestría con la que lo ha hecho durante estos casi 30 años. Pero ni siquiera eso ha sido motivo suficiente para que se plantee la retirada, y en esta gira ha acompañado a la banda con un modesto set de percusiones. No pudieron haber escogido mejor el tema con el que Torpey se unió a ellos, “Alive and Kicking”, toda una declaración de intenciones para aquellos que ya lo querían jubilar. Él fue el encargado de iniciar con el cowbell el siguiente tema, “Temperamental”, a cuyo término Mike Starr le cedió por unos minutos el taburete y las baquetas para que se hiciera cargo de la batería en la balada “Just Take My Heart”, todo un detalle que fue correspondido con una nueva ovación. Pero el repertorio de esta noche necesitaba mayor contundencia en los parches, así que Starr volvió a la batería para marcar el inicio de “Take Cover”.
Uno de los triunfos de la banda ha sido saber mezclar el virtuosismo de sus componentes con la sencillez. Prueba de ello es “Green Tinted Sixties Mind”, tema en el que la banda además nos demostró a todos su increíble capacidad de jugar con las voces. Fue en ese punto donde Mr. Big nos recordó que tienen un nuevo disco en el mercado. “Everybody Needs A Little Trouble” encaja como un guante en el repertorio. En realidad, ninguno de los temas nuevos desentona, y aunque no tocaran el que a mi parecer es el mejor tema del disco, “Mean To Me”, la selección escogida fue muy acertada. A diferencia de giras previas, en esta ocasión no hubo ninguna versión donde los músicos intercambiaran sus instrumentos, pero no faltó “The Price You Gotta Pay”, que contó con un solo de armónica de Sheehan mientras Eric Martin se encargaba del mástil de su bajo.
A continuación vino el solo de Paul Gilbert, del que no haré ninguna valoración. Simplemente porque no es de este mundo. Quizás no parezca tan espectacular como otros guitar hero, pero el rostro de felicidad con el que toca hace que no te pierdas detalle e incluso que se te haga corto el momento del solo. Tras “Open Your Eyes”, vino un breve set acústico en el que recuperaron su versión de “Wild World” de Cat Stevens, la divertida balada “Damn I’m In Love Again” de “Defying Gravity” y “Rock ‘n Roll Over” que empezó en versión acústica y que terminó electrificándose. “Around The World” fue quizás el único tema sustituible del repertorio, que sirvió para dejar que el gran Billy Sheehan (el otro extraterrestre de la banda) nos deslumbrara con su solo de bajo. Con la vuelta de los músicos al escenario de manera progresiva y con una pequeña batalla entre Gilbert y Sheehan como introducción, “Addicted To That Rush” fue la canción en la que Eric Martin brilló con luz propia. A decir verdad los músicos mantuvieron un nivel cercano a la perfección durante todo el show. La inevitable (aunque podría haber ido en la sección acústica) y coreada “To Be With You” fue la culpable de que en el año 1992 llegaran al número 1 de las listas. Y precisamente sobre eso trata la cancion “1992”, así que, a pesar de la disparidad de estilo entre uno y otro tema, tiene cierta gracia que fueran seguidas en el repertorio.
Pero a la fiesta aún le quedaba un rato para terminar y ver a Billy Sheehan aullar solo podía significar una cosa, que lo siguiente en sonar iba a ser “Colorado Bulldog”. Trepidante y fresca como el primer dia, con unos duelos de guitarra y bajo memorables, parecía un final de concierto perfecto, pero aun tenían reservada una última bala en la recámara. “Defying Gravity” fue el tema escogido para finalizar dos horas de buen gusto y perfección musical, con cierto sabor agridulce, ya que la banda ha declarado que continuarán mientras todos ellos puedan hacerlo. Así que, a modo egoísta y por el bien de la música, espero que el Parkinson de Torpey le permita aún hacer más discos y giras, y que nosotros, los humanos mortales, podamos disfrutar de ellos muchos más años.
Texto: Maese Leiva
Fotos: Irene Serrano
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