“Me encanta la idea primigenia de una espada y el fuego. Cuando uno lo combina se está invocando a los ancestrales cultos mistéricos. ¡Las bacanales incluso si quieres! Eso desata algo realmente profundo que hay en mi y en la misma audiencia. Llego a ser entonces como un hierofante a los ojos de los viejos dioses y diosas”.
La verdad es que no podemos llegar a considerar a los norteamericanos Virgin Steele como a una banda de Shock Rock con todas las de la ley, pero sí que hay que resaltar que en sus directos suelen a utilizar un truco bastante vistoso: una espada llameante.
Hace décadas que David DeFeis pelea para conseguir que el estatus de la banda crezca más allá de la cansina creencia de que son unos meros imitadores de Manowar. No hay comparación posible. Ambas bandas practican un mismo estilo y nacen en Nueva York, pero la comparación debería morir aquí. A pesar de facturar unos discos excepcionales durante la década de los 90 han vuelto a quedar en el olvido y son una de esas bandas a reivindicar. Su inspiración la encontramos en las tragedias griegas, en los textos de William Blake y en los libros apócrifos de la Biblia. Son una de las bandas que más trabajan sus letras y su líder posee una voz tan única como mágica. Desgraciadamente
siempre les ha faltado suerte, y por lo visto, dudo que les llegue a sonreir algún día. Imprescindibles para una inmensa minoría, cuentan con un gran número de fans que suelen seguirles con una fidelidad tan admirable como enfermiza.
TRAYECTORIA
En 1981 Jack Starr crea una banda en Long Island (Nueva York) y termina fichando a un vocalista excepcional como es David Defeis. Sus grandes registros y agudos asombrosos le harán que se gane el sobrenombre de The Lion DeFeis (el león), pues por momentos, David consigue un sonido similar a un rugido del rey de la selva. Su amor por la mitología griega y los autores europeos no es casual puesto que su padre había sido un actor que representaba obras de Shakespeare, y su hermana, es una gran cantante de ópera que ha girado muchas veces por toda Europa.
Los discos editados a principios de los 80 son más que interesantes a pesar de que nos muestran a una banda más, muy similar a la mayoría de las que empujaban en tierras americanas en pos del éxito, copiándose unas a otras. Su heavy metal toma un caracterísico sonido gracias a las pomposidades y arreglos de DeFeis que van ganando terrenos a los cánones inmovilistas de Starr. Eso conlleva que el hasta entonces líder, y el cantante, se enfrentasen a la hora de decidir qué dirección musical había que elegir.La disputa terminó con Jack Starr fuera de la banda y empezando un nuevo poryecto con otro gran cantante: Rhett Forrester. David DeFeis termina quedándose con los
derechos de Virgin Steele y está apoyado por un nuevo escudero a las guitarras: Edward Pursino. El que terminaría siendo su media naranja musical.
En 1986 la banda saca el disco clásico “Noble Savage”, metiéndose de lleno en el heavy metal épico y dando forma a un estilo más personal e inconfundible. La portada es absolutamente horrorosa, con un guerrero en calzoncillos de pieles de animal y armado con un mandoble. Alza el puño mientras el sol se esconde en el horizonte. A pesar de que ese disco no triunfara especialmente, en esos tiempos DeFeis y Pursino se involucran en el proyecto Piledriver. A la vez que se desintegraba esta otra banda, Pursino y DeFeis ganaron protagonismo y participaron en la gestación de su segundo
disco: “Stay Ugly” (1986). Curiosamente ambos músicos han estado negando su vinculación con ese disco durante muchos años. La gira europea de Virgin Steele con Manowar hace que dicha asociación les persiga hasta el día de hoy. En esos tiempos la comparación era mucho más clara que hoy en día.
Ese año, 1988, la banda edita “Age of Consent”, otro disco clásico que en ese momento no tuvo repercusión alguna. “Life Among the Ruins” de 1993 es otro de los puntos más bajos de la banda a nivel comercial. Los cambios de formación les habían debilitado y el grupo había decidido cambiar de estilo e inspiración épica, y ahondar en temáticas más clásicas del hard rock: el amor, la fiesta, la religión… Gran error, cuando el grunge había ya explotado y ponía fin a toda esa colección de tópicos manidos.
Los 90 son la consolidación del grupo
La huída sería hacia adelante. Se centraron en Europa y decidieron volcarse en lo que más les gustaba: el metal épico preciosista y sobrecargado. Fue entonces cuando consiguen un punto de inflexión con las celebradas obras “The Marriage of Heaven and Hell” I y II (1994 y 1995). Desde el momento de su nacimiento son considerados discos clásicos y hacen que el nombre de Virgin Steele sea ya un habitual dentro del heavy metal de corte épico. El nombre de los discos se inspiraba en la obra del artista prerromántico y polifacético William Blake. El mismísimo Bruce Dickinson (cantante de Iron Maiden) ha llegado a componer todo un disco inspirado en su figura y a recitar
la poesía de Blake en sus conciertos en solitario. Un visionario que para algunos fue simplemente el chalado más célebre de Inglaterra.
La banda estaba en su mejor momento y con “Invictus” (1998) consiguen uno de los mejores discos de heavy metal épico de todos los tiempos. Esta vez DeFeis se inspiraba con las tragedias griegas y la mitología. El cantante realiza todas las voces y demuestra un abanico de posibilidades y registros vocales asombrosos. Son tiempos de bonanza y los Steele empiezan a ser reclamados en todos los festivales de heavy metal más importantes del mundo. En esa época DeFeis intenta definir su música y las etiquetas que crea son varias y de lo más complejas: “Romanticismo barbárico”, “Expresionismo
romántico” o “Blues sinfónico con base metal”.
El inicio del siglo XXI nos trae dos obras maestras
La cresta de la ola continua con otra saga de dos discos que rozan la perfección: Los “House of Atreus I y II” (1999 y 2000). Obras excepcionales y trabajadas al milímetro, siendo la segunda parte un disco doble de estudio. La ópera metal está basada en la tragedia de Esquilo “La Orestíada”. Posiblemente el grupo alcanzase su plena madurez compositiva. Es una lástima que en estos discos no se contase con una orquesta y que todos los arreglos de cuerda fueran realizados con el teclado de DeFeis. Hay muchos cortes a voz y piano realmente logrados y bellos. Es en 1999 cuando el éxito del grupo les permite adaptar los “House of Atreus” a una ópera rock al estilo Broadway, muy alejada del heavy metal, con actores y cantantes. Finalmente se llegarían a crear tres musicales, adaptando posteriormente los “Marriage of Heaven and Hell” y el “Visions of Eden”. Alemania sería el único país del mundo que disfrutaría de estas adaptaciones musicales en vivo.
Virgin Steele cae en el olvido
La actividad no para en esos tiempos y la banda consigue una regular presencia en directo y edita recopilatorios, Eps, reediciones. Desgraciadamente hasta seis años después no habría más actividad discográfica. Unos extraños problemas de salud apartaron a su líder del estudio y del directo, y en poco más de un lustro parecía que el mundo se había olvidado de Virgin Steele. Retornaron a la actividad en 2006 con “Visions of Eden” recuperando la historia apócrifa de Lilith como mujer independiente y poderosa, enfrentándola a Eva, mujer de Adán, sumisa y entregada. El disco en un
primer momento decepcionó pues hay que recordar que los últimos trabajos de la banda rozaban todos la matrícula de honor. El tiempo le ha dado la razón al disco, pero su posterior “Black Light Bacchanailia” quedó a medio camino a pesar de ser un doble disco de lo más ambicioso. No es precisamente lo mejor que hayan grabado en toda su carrera.
En 2015 editan el que es su último disco hasta día de hoy: Nocturnes of Hellfire Damnation”. Es una obra irregular que contiene algún que otro himno que quedará para la posteridad, pero el fan clásico sigue esperando que el león vuelva a rugir en todo su esplendor. Afortunadamente, se han reeditado casi todos sus discos en un precioso formato en digipacks dobles y triples. Y cuando tocaba reeditar “The Book of Burning” y “Hymns to Victory” salta la sorpresa mayúscula: ¡Se reedita en una caja con tres discos de material nuevo! Si te gusta el riesgo… ¡tres tazas! La verdad es que solo David DeFeis comete estas locuras.
SU DIRECTO
Virgin Steele es una banda más de estudio que de directo, y eso es algo que hay que resaltar. El hecho de que David DeFeis haga todas las voces (incluidos los coros) hace que el directo cambie mucho respecto a la versión de estudio. Por otro lado DeFeis es un gran teclista y eso hace que en directo esté sumamente estático debido a que tiene que estar por su instrumento. Por lo cual sus directos no son precisamente espectaculares o dinámicos. Uno de los grandes golpes de efecto lo hicieron cuando idearon la espada llameante para “Great Sword of Flame”, pero si el concierto es al aire libre y de día… el efecto queda en nada. Es una banda que si uno ve por primera vez en directo, le cuesta realmente entrar. Hay muchos elementos progresivos y cierta complejidad. Sin embargo el grupo cuenta con una gran legión de fanáticos, que sin ser muchos, siempre permanecen fieles. Cuando el grupo gira como cabeza de cartel es capaz de ofrecer conciertos de más de dos horas y media de duración, con partes en unplugged siendo un mano a mano entre Pursino, guitarra en mano, y DeFeis, armado con su teclado y voz. Suelen ser momentos maravillosos para sus fans y sumamente aburridos para quien les desconoce. No suele haber término medio…
Jordi Tàrrega
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