ELUVEITIE + LACUNA COIL + INFECTED RAIN
27.11.2019, Sala Razzmatazz 2, Barcelona
Promotor: Resurrection Fest
Texto: Nuria Blanco
Fotos: Irene Serrano (http://ireneserranophotography.com/)
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Todo empezó a las 18:30, sí, a las 18:30, motivo por el que posiblemente muchos tuvieron que salir antes de sus labores para poder llegar a tiempo a Razzmatazz 2. No obstante, este horario infantil no impidió que la sala se llenara sobre manera, destacando especialmente un público mayoritariamente joven que entró puntual para poder situarse en el mejor lugar en la que iba a ser una de las mejores noches del año.
El primer turno fue para Infected Rain, cuyo espectáculo y acústica exquisita sorprendió a muchos y a muchas. Las primeras filas estaban ocupadas por los más zagales de la sala y por los amantes del metalcore impar de Lena. ¿Por qué impar? Porque solo ella es capaz de transmitir potencia y ternura en una misma canción. Con su entrada triunfal Lena consiguió que muchos fueran fans de la banda sin tan siquiera conocerla, y es que esa sonrisa acompañada de esos gritos no pueden decepcionar a nadie. Sin embargo, no solo Lena fue la reina de ese espectáculo; los innumerables saltos de los hermanos Babich y los incontrolables headbandings de Vidick (y es que estoy convencida de que en algún momento todos pensamos en sus futuros problemas cervicales) dejaron a más de uno sin palabras.
A medida que el set list iba transcurriendo, todos nos íbamos aficionando cada vez más a este estilo musical. De hecho, cuando su show se iba acercando al final pidió que el público organizara un circle pit en el centro de la sala donde quería ver cómo la gente corría dentro de este. Y sus deseos se cumplieron.
Después de este festival de diversión, Lena se acercó mucho más al público, de hecho, muchos estuvieron sosteniéndola durante su desenlace con “Sweet, Sweet Lies” destacando que, por un momento, todos creímos que iba a romper a llorar de emoción al ver la afición del público en su segunda visita a la ciudad condal.
Después de esta primera parte tan intensa, era el turno de los más veteranos de la “noche”, Lacuna Coil. Entre el público se empezó a divisar cómo los más veteranos de la sala iban poco a poco haciéndose un sitio más y más cerca del escenario, especialmente en aquel punto donde sabían que Cristina estaría dándolo todo por nosotros.
A medida que iban apareciendo en el escenario, los espectadores se encontraban revolucionados y ansiosos por lo que iba a venir ahora; hasta que salió Scabbia, encapuchada, y con esa mirada capaz de atravesar hasta aquellos menos fans del gothic metal.
Cada vez más costaba ver con claridad todo lo que estaba pasando allí arriba y es que todo el mundo estaba dándolo todo mientras intentaba inmortalizar en todo momento lo que nuestra querida Cristina expresaba en cada una de las canciones. A pesar de ello, no, no todo era Cristina Scabbia, y es que Andrea se ganó al público con su vivacidad y sus ganas de que todo el mundo sintiera lo mismo que estaban sintiendo ellos en ese momento.
A lo largo de su espectáculo se podía ver el buen rollismo que existía en la banda y toda la experiencia acumulada de años que llevaban encima, consiguiendo así que sus canciones sonaran mejor que cualquiera de sus CDs grabados en estudio.
Parecía que el público se encontraba en su mayor estado de éxtasis hasta que empezó con su tributo a Depeche Mode, con el cual consiguieron que todo el público saltara y cantara al ritmo de ese temazo. A partir de ahí todo fue in crecendo; el deseo de que todo fuera capturado en nuestros smartphones para poder revivirlo en nuestros viajes monótonos al trabajo y la intensidad con la que todo el mundo repetía “We feel nothing” en su desenlace, consiguieron que Lacuna Coil se convirtiera en una de las mayores joyas que ha podido pisar Razzmatazz 2 en este 2019.
Ya solo quedaba la tercera y última parte de esta gran noche, momento en que se empezó a apreciar un nuevo cambio de registro en las primeras filas del público. Aquellos que vinieron para ver a los italianos se fueron hacia atrás comentando todo lo que acababa de pasar, y aquellos que querían que la fiesta continuara se fueron acercando cada vez más al lugar donde Chrigel iba a ser uno de los protagonistas de la interminable fiesta de Eluveitie.
Las tres diosas de la banda aparecieron encapuchadas alzando un cetro mientras pronunciaban el cántico de una de las últimas canciones de su último álbum. Nada podía ir mal esa noche, nada podía superar la entrada en escenario con ‘Ategnatos’.
La gente ya estaba animada por todo lo que estaba viviendo durante esas horas de conciertos, pero el sonido festivo de la tinwhistle y la deleitable voz de Fabienne consiguieron que el único objetivo fuera olvidar todos los problemas que cualquiera de nosotros pudiera tener presentes.
Sin embargo, se podía apreciar claramente cómo los ojos se desviaban a las voces cantantes del grupo, quedando a un lado instrumentos como la gaita, la cual es un pilar fundamental de la banda y sin la cual se perdería gran parte de la esencia folk del grupo.
Además, a pesar de que canciones como “Epona” o “Ambiramus” marcaban el ritmo de esta fiesta folk que estaba aconteciendo al entrar la noche, no fue hasta “Havoc” que la gente empezó a formar un gran circle pit donde solo los más valientes sobrevivían. Y es que había una estrechísima línea entre las ganas de pasárselo bien y las ganas de estropear el concierto a los que no querían pertenecer a ese acontecimiento. Incluso alguno salió sangrando por nuestro lado.
Poco a poco todo iba llegando a su fin, y es que el desenlace de todo este festejo no fue otro que uno de los temas que todos estábamos esperando desde la cola del concierto, «Inis Mona», que consiguió que, después de casi 4 horas de concierto, sacáramos todas las energías que teníamos de reserva.
Y así nos despedimos de uno de los conciertos del año donde tres bandas tan distintas han conseguido hacer disfrutar a un público variado de lo mejor del metal.
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