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ALIA + BORN IN EXILE
22.01.2020, SalaBóveda
Promotor: Madness Live

Si bien es cierto que la época dorada del J-rock tuvo lugar en Barcelona hace aproximadamente una década, aún somos muchos los fans de este género los que esperamos con ansias que tengan lugar conciertos de esta índole en nuestra ciudad.
Con apenas un año y medio de trayectoria musical, AliA llegaron a Barcelona para darnos uno de los mejores conciertos de rock japonés de los últimos años.
Así pues, la noche del 22 de enero consiguió reunir a una gran diversidad de espectadores que asistían por curiosidad, porque les sonó bien o por el buen rollismo pegadizo que transmiten sus canciones; temas con un estilo musical muy semejante a lo que podemos encontrar como opening de muchos animes actuales. ¿Lo mejor de todo? Se pudo inmortalizar cada uno de los momentos más épicos del concierto, algo a lo que no estamos acostumbrados en los bolos de bandas niponas. Pero no nos adelantemos a los hechos, allá vamos.

Mientras nos adentrábamos a la sala se podía entreoír como la mayor parte del público conoció a la banda, teniendo en común que la mayoría fue gracias a las redes sociales, especialmente los anuncios pegadizos de Instagram. De hecho, muchos de ellos no tenían del todo claro qué iban a ver, y es que los conciertos de las bandas japonesas suelen caracterizarse por ser variopintos e inesperados.

Pero como antes del plato principal viene el aperitivo, llegaron los barceloneses Born in Exile, que fueron confirmados apenas un par de días antes del evento.
Al inicio del concierto ya se vio quién estaba ahí por AliA, y es que se respiraba un ambiente tímido y reservado. Sin embargo, enseguida el torrente infinito de voz de Cristina dejó a más de uno patidifuso. ¿De dónde salía esa voz? ¿Cómo era posible pasar de un agudo a un gutural con tanta facilidad? Nadie descubrió el secreto, así que el público optó por animar con sus múltiples headbandings y gritar como si no hubiera un mañana.
Como pasa a veces con Lacuna Coil, no solo hablaremos de Kris pues la calidad instrumental que
atesoran Born in Exile bien merece un reconocimiento. Solos veloces acompañados de los movimientos serpenteantes de Kris, a la cual no se le acababa la energía ni las ganas de hacernos disfrutar.
Pese a tener un público delante muy distinto del que acostumbran consiguieron que su música conectara con ellos y por momentos crearon la duda de si se trataba de un grupo telonero o de un concierto más. Consiguieron, además, ganar nuevos fans y seguidores nuevos en sus redes sociales.
Un gran concierto con el que dan los últimos coletazos a la presentación de su debut, ‘Drizzle of cosmos’ (2017) y es que el 6 de marzo sale a la venta ‘Trascendence’ a través del sello Art Gates.

Los componentes de AliA fueron apareciendo uno a uno, poco a poco, con timidez, acompañados de un pequeño espectáculo de luces en las pantallas. Nadie sabía lo que estaba por venir ¿Iba a ser un concierto elegante y distante como muchas de las bandas japonesas o nos iban a sorprender con algo diferente? Cuando apareció Ayame, vocalista de la banda se disiparon las dudas. “Joker” fue el inicio de todo, el inicio de lo que iba a ser uno de los conciertos más animados de este 2020.
Ayame no sólo es una voz bonita, es un torrente de positivismo capaz de hacerte sonreír de oreja a oreja sin apenas darte cuenta. Subiéndose continuamente al maletín de backline que había en el centro del escenario para que todos la viéramos bien (y es que, a pesar de sus Buffalo, no podía disimular su baja y adorable estatura) y saltando de lado a lado de este, se apreciaba una conexión muy viva con el público.

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Poco a poco todos los integrantes fueron acercándose a nosotros con su mejor sonrisa y sus ganas de darlo todo. Eren nos deleitaba con sus mejores solos de guitarra, Seiya nos mostraba lo importante que puede llegar a ser un bajo en una banda, Bob supuraba buenas vibraciones por sus baquetas y TKT no cesó de animar con sus palmas y su excepcional y pintoresca expresividad en todo momento. Incluso la violinista del grupo, Rina, poco a poco fue ganando más confianza y perdiendo la timidez del “primer concierto en España” al que se estaba enfrentando.

La fiesta que estaban montando dio paso a las baladas, que también tuvieron su hueco, dejándonos sin palabras. Además estrenaron un tema nuevo de lo que será su próximo disco.
“Voice” fue una de las canciones con la que creo que muchos se quedaron mudos. Empezó bien, con energía, con movimiento, hasta que de repente Ayame bajó el micro, miró al público intensamente durante unos segundos dejándonos con la intriga de no saber qué pasaba. Y entonces siguió cantando el tema a capella. Nadie sabía de dónde salía esa voz, ¿cómo podía ser que se la escuchara perfectamente sin micrófono? ¿Cómo podía ser que gran parte del público tuviera los ojos vidriosos o incluso dejara caer alguna lágrima cuando hacía relativamente poco tiempo que conocía a la banda?
Ayame se fue durante unos segundos dejando al público desconcertado y, de repente, la fiesta siguió, salió corriendo hacia el público cogiéndonos de la mano ¿no decían que los japoneses eran distantes?
Poco a poco se acercaba el final, y es que no nos olvidemos que AliA es una banda muy joven, con únicamente dos álbumes y un single. Con «Hide-and-seek», canción donde todos los integrantes aportan un granito de arena en cuanto a dotes vocales se refiere, y “Utopia” como encore, cerraron el concierto. Un tema éste que sonó en nuestras redes sociales y con el que muchos de nosotros conocimos a la banda.

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Sin embargo, como es evidente, todo yin viene acompañado de su yang. Muchos de los asistentes decidieron comprar merchandising al terminar el concierto.El propio personal de la Sala Bóveda comentó que se podía adquirir tanto antes como después de este ¿Y qué es lo que pasó? En cuanto se despidió la banda muchísima gente se dirigió a comprar merchandising, hasta que apareció un trabajador de la sala que, a gritos, nos invitó a que abandonáramos la sala, advirtiéndonos que sólo podían quedarse aquellos que disponían de la entrada VIP. El público, decepcionado, abandonó con muecas de resentimiento y decepción por no haber podido hacer sus compras y comentando lo que puede llegar a repercutir en una banda actos como este y lo poco accesible que puede llegar a ser el merchandising de una banda japonesa.

AliA es un claro reflejo de cómo pueden llegar a influirnos las redes sociales en nuestras decisiones / gustos musicales y cómo podemos pasar de pensar “suenan bien” a desear que vuelvan a hacer un concierto en nuestra ciudad. ¿Será este el principio de una segunda época dorada del J-rock en nuestra ciudad?

Texto: Núria Blanco
Fotos: Andrea García