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CORELEONI + MAXXWELL
21.12.2019, Sala Razzmatazz 2, Barcelona
Promotor: Madness Live

Con la bandera del aforo a media asta, podemos decir que los aspirantes al trono de hard rock, CoreLeoni, pusieron toda la carne en el asador para ser nombrados los herederos de Whitesnake, lástima que se olvidarán de echar carbón para la brasa.

Empezamos la noche con Maxxwell, una banda dedicada a metaleros melódicos con una vuelta de tuerca más dura que el hard rock. Cuando grupos de este estilo como A7X (Avenged Sevenfold para los legos) o 5FDP (Five Finger Death Punch) están llenando estadios por el mundo, algo parece no enganchar a las bases metálicas ibéricas en este aspecto. ¿Van más tarde o prefieren no acudir? Sólo el tiempo lo dirá. Pero Maxxwell nos dieron un set muy completo. Con el español pluscuamperfecto de su frontman de esta banda suiza, Gili Melendez, no pararon de jalear para cantar y bailar con ellos. El publico empezó bastante frío pero a medida que iban saltando temas se calentaba y eso es una cosa que me fastidió porque los primeros que tocaron fueron los que más me gustan como «She’s Mine», «Back Again»y «Monster Ball» de su ultimo trabajo, «Metallized», publicado en septiembre de 2018. Bandas como esta me gustaría verlas con un poco más de relleno en el escenario: mejores luces, fuegos, etc. Una producción un poco más cuidada les ayudaría a subir, porque calidad tienen, y ganas también. Gili y sus secuaces nos vendieron el último disco casi al completo, aunque también concedieron algo de tiempo a clásicos como «Heads or tails», la sevenfoldiana «Slapshot» (perdón por la palabra inventada) y sobretodo el cierre con «Queen of the night».

Vamos con los artífices de la gira, y es que Leo Leoni se niega a dejar de tocar las canciones que compuso con tanto cariño para Gotthard y se quedaron en la sombra por la desgraciada muerte de Steve Lee. Aunque Gotthard sigue en activo con su nuevo vocalista, el hueco dejado por Lee es muy difícil de llenar y los fans no lo están poniendo fácil. CoreLeoni aparecieron con Leo y Ronnie, acompañados de Igor Gianola (segundo guitarra), Mila Merker (bajista) y Alex Motta (bateria). La química entre Leo y Ronnie es tan grande que ignoran bastante al resto de la banda, y, porque no decirlo, al público también. Es evidente que Ronnie está en excelente forma vocal y se entrega en cada actuación, además empieza a quererse mucho en el escenario, a soltarse y moverse, lo cual se agradece. Pongo a Lemmy por testigo que intento no comparar a Ronnie con Steve, pero es imposible, porque la mitad de los temas de Gotthard eran la interacción de Steve con el público. Empezaron el set ganándome con «Standing in the line» pero la llama empezó a aflojar en «Open fire», donde la versión de los agudos no me acabó de convencer. Recuperé un poco el vuelo con «Angel» y «Queen of hearts» pero los interminables parones y chistes entre tema y tema me hacían muy difícil mantener la motivación. Conseguí volver a conectar en «Don’t get me wrong» para encontrarme con el solo de guitarra más aburrido que ha compuesto Leo en su vida para «I’m your travelling man». Pensé que «Mountain Mama» todo lo mejora y todo lo puede, pero no fue así. La vez en que se me ha hecho más anodino el tema. De ahí en adelante fue a peor, la poca llama que se había encendido en mí se enfrió y no consiguieron avivarla ni con «Sister Moon», ni el cencerro en la cabeza de «Make my day», ni la improvisada «Let it be», ni los gestos fatídicos de Ronnie en la interpretación de «She goes down», ni la pesada «Fist in your face», ni siquiera el homenaje a Steve Lee con «I’m on my way». Caída en picado y sin frenos. Creo que me lo pensaré dos veces antes de repetir si no cambian las cosas.

Ymir Peiró