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One World: Together at Home. No, no fue un Live Aid.

Desde las 20h00 del sábado 18 a las 4h00 de la madrugada del domingo 19 (hora española) se ha celebrado en streaming el festival One World: Together at Home para recaudar fondos para la lucha contra el Covid-19, este festival organizado por Globar Citzen, con Lady Gaga como cabeza visible se vendió como un nuevo Live Aid.

Cuando se celebró el Live Aid, en julio de 1985, a mi aún me quedaban 4 meses para ver la luz por primera vez, por la cual, obviamente, me lo perdí, pero después de ver, en diferido, lo que fue el festival para recaudar fondos en beneficio de los países de Africa oriental, y lo que ha sido este Together at Home puedo decir que ni se le acercó a lo que fue el Live Aid.

El festival se dividía en dos, la primera parte iba de las 20h00 hora española a las 2h00 de la madrugada, y la segunda, el plato fuerte, presentado por Jimmy Kimmel, Jimmy Fallon y Stephen Colbert, de 2 a 4 de la madrugada.

Para ser justos no estuve delante de la pantalla las 8 horas que duró el festival, de 20h00 a 2, iba conectando y ya me di cuenta que la cosa no iba por buen camino, los artistas que actuaron durante esas horas tocaban una solo una canción y estas actuaciones se compaginaban con mensajes de ánimo de famosos y expertos. Digo que la cosa no iba bien por un motivo, entiendo que nadie del starsystem quisiera perderse un evento como este, pero todos los discursos eran exactamente el mismo, el mismo que hemos estado escuchando durante el mes largo que llevamos confinados, esto hacía que se hiciera un poco tedioso seguirlo, con muchas interrupciones entre actuaciones que, sinceramente, aportaban más bien poco.

Entiendo que todo el mundo quiere ver a su artista favorito dándole ánimos, pero cuando quieres poner a tanta gente para dar un mensaje homogéneo te la juegas a que la cosa se haga aburrida, más cuando lo que muchos buscábamos con este festival era un poco de “fiesta”, pero a gustos colores, y seguro que hay mucha gente a quién le gustó el formato.

A pesar de lo comentado tenía la esperanza de que la cosa mejorara a partir de las 2 de la madrugada. Esta parte sí la vi entera.

Jimmy Kimmel, Jimmy Fallon y Stephen Colbert, tres monstruos del Late Night americano hacían prever una velada dinámica y divertida. Nada más lejos de la realidad, las bromas se limitaron a “Hola soy uno de los Jimmys”, “Hola yo no soy ningún Jimmy”, su tono, en todo momento, fue muy neutro muy lejos de su registro habitual y se notó mucho que no estaban cómodos con el formato.

Además el formato fue exactamente el mismo, actuación – mensaje institucional o de ánimo de un famoso – presentación de uno de los presentadores – actuación, cortando el ritmo cada dos por tres, en ocasiones se hizo difícil no dormirse.
En el tema musical los artistas eran de lo más variado, como durante toda la tarde, pero casi todas tenían un mismo denominador común, el piano y una canción de esperanza, el problema era que casi todas las tocaban en plan funeral, para mi un error, pocos fueron los que optaron por darle ritmo a las canciones, como por ejemplo Elton John y su “I still standing”.

Incluso Maluma optó por este formato “introspectivo”. Las canciones de Maluma ya me parecen malas pero si encima intenta hacer una versión introspectiva… pero bueno entiendo que era un festival global en el que debían estar representado todos los géneros.

Tras seis actuaciones de siete a piano y voz Eddie Vedder siguió con los teclados, pero no de un piano, sino a los de un órgano y la verdad no me desagradó su actuación.

Y cuando llegábamos al ecuador del festival llegó el que, para mí, fue el momento estrella, sus satánicas majestades aparecían en pantalla. Una pantalla dividida en 4, el primero en aparecer guitarra en mano Mick Jagger que empezó a cantar “You can allways get what you want”, segundos después aparecía Keith Ridchards, que parecía ir a su bola, Ronnie Wood fue el siguiente en aparecer en escena y por último el dandy del grupo Charlie Watts tocando un aerodrum sin perder su clase. Los Rolling Stones demostraron una vez más porqué son uno de los más grandes.

Los Rolling como suele decirse en inglés “steal the show”, pero acto seguido llegó una de las actuaciones que, sinceramente, más me gustaron la de Keith Urban.
El neozelandés se curró un buen montaje para cantar “Higher Love”, se grabó tocando la guitarra y cantando, y con otras dos guitarras haciendo coros, lo juntó todo y conseguió una muy buena canción. Además acabó saludando y dando ánimos junto con su mujer Nicole Kidman, sin duda de lo mejor de la noche.

El resumen de las actuaciones es que trece de las diecisiete actuaciones fueron a piano y voz y de estas doce, diez fueron “en plan melancólico” y sólo cuatro se saltaron este formato de piano y voz.

A favor de las actuaciones debo decir que eran grabadas y eso hizo que el sonido fuera excelente y se pudiera disfrutar de las canciones.

Está claro que el formato no podía ser el mismo que le Live Aid, era imposible reunir a todos los artistas en dos estadios para realizar las actuaciones, pero esperaba algo más, las entrevistas a especialistas me parecieron interesantes pero, como ya he dicho, las intervenciones de los famosos para decir todos lo mismo y con el mismos tono se hacían muy tediosas, también hubiera preferido un poco más de humor; los presentadores eran tres monstruos del humor y parecía un funeral cuando se supone que era un festival para animar a la gente.

Yo hubiera preferido que cada artista pudiera haber hecho un pequeño setlist como se hizo en el Live Aid, tres o cuatro canciones por artista o juntar a diferentes artistas para que hicieran una actuación conjunta y menos comentarios.

Creo que la idea era muy buena pero la ejecución no lo fue tanto.

Si no viste el One World: Together at Home puedes ver las actuaciones sueltas o todo el festival en el canal de Youtube de Global Citzen.

https://www.youtube.com/user/GlobalPovertyProject