Calificación del editor

El primer trabajo en solitario de Corey Taylor está hecho como las colchas de antaño: cosiendo pedazos de tela para conseguir la unidad con una amalgama difícil de copiar.

7
VALORACIÓN

corey-taylor-cmft

COREY TAYLOR
‘CMFT’
Roadrunner Records

Puede parecer raro que reseñe el nuevo álbum del archiconocido frontman de Slipknot, Corey Taylor, para colmo un álbum que publica Roadrunner Records y no Frontiers. Pero si digo que reseño un trabajo de rockanrol macarra con toques punk y temas melódicos, igual no parece tan raro mi empeño. El primer trabajo en solitario de Corey Taylor está hecho como las colchas de antaño: cosiendo pedazos de tela para conseguir la unidad con una amalgama difícil de copiar. El artista ha vivido de hacer canciones, desangrándose en letras que reflejan momentos dignos de olvidar, y ahora entrega su cara más divertida y desenfadada.

No es fácil hablar de un trabajo tan irregular, pero intentaré ir recogiendo los pedazos de la colcha y presentándolos de manera que sea fácil identificar qué temas escuchar dependiendo de los gustos de cada cual. El único metal que se puede encontrar está condensado en el dobladillo de «Culture Head». En general hay un trato muy punki del bajo, pero este además pone hilo a la aguja tanto en «Meine Lux» como en «European tour bus bathroom song». Las reminiscencias al hard rock clásico hacen su aparición en «Halfway down» o «The maria fire», pero también tenemos referencias a los noventa en «Silverfish» que suena a Stone Temple Pilots, «Everybody dies on my birthday» con sonido a Foo Fighters bordado en hilo de plata, culminando en «CMFT must be stopped» con filtro rapero al estilo de las bandas que intentaron mezclar estos estilos. De paso tiene su momento de inclusividad interracial, con la variedad de famosetes que aparecen en el videoclip.

Mis favoritos en este enredo son los temas divertidos y bailables como «HWY666″ que es como si Dropkick Murphys hubieran llegado con el barco a Des Moines (Iowa) en lugar de a Boston (Massachusetts), «Samantha’s gone» o «Kansas». No me olvido de LA balada «Home», de un zurcido tan fino que destila al máximo la voz desnuda ante un piano maravilloso, y por fin vemos de qué es capaz este vocalista.

Si en Slipknot mandaban los traumas airados, y en Stone Sour la vida superficial, en este trabajo Corey Taylor nos muestra una habilidad que necesita práctica, pero a la que no faltan intencionalidad y empeño para conseguir una puntada más firme. La mezcla de colores y la falta de miedo a mostrar lo que tiene sin importarle el qué dirán, denotan que ha encontrado un poco de paz interior y felicidad, y eso es algo que hay que celebrar, ¡no vamos a alegrarnos sólo cuando esté hecho polvo!

Ymir Peiró