Calificación del editor
Pasarlo bien tiene que ser una de las piedras angulares. Y esta gente se lo pasa muy bien.
En esto de la Música, creo no equivocarme si pienso que todos, en mayor o menor medida, nos hemos involucrado creativamente en ella; ya sea tocando, componiendo, destrozando o solo escuchando (hay procesos creativos en ello, claro que sí). ¿Quién no ha interpretado, guitarra imaginaria al aire, el solo de «Stairway to heaven»? Y, quien dice ese tema, dice mil más, de mil bandas míticas o actuales, mesentienda. Me vale el solo de batería de «The end», un interludio de piano de Matt Bellamy o un fraseo perfecto de Ray Manzarek.
Y es que la Música, esa de las mayúsculas que os comenté en otra entrada, la vasta, la inabarcable, también es democrática. Y lo es en un sentido poco estricto, pero la etiqueto así porque permite esa participación indistinta de cada cual, por ejemplo, con un simple ánimo lúdico: quieres pasarlo de puta madre. O a lo mejor quieres ser muy grande y todo requiere un trabajo que se te antoja titánico, pero te lo vas a pasar bien y, en último término, esa es una de las grandes metas. Disfrutar, y rara vez lo vas a hacer solo, además.
Muchas veces ocurre que vuelcas tus gustos y experiencias en tu música; te importa poco transcender, solo quieres ver si eres capaz, si esa vuelta de tuerca funciona, si te sube la adrenalina y esa sonrisa se te queda tatuada durante los cinco minutos intensos que te marcas con el tema que tienes entre manos. Hacer que merezca la pena, y tal.
A mí me da la impresión de que estos tipos que os presento hoy, Blake Inc., alemanes -creo-, de una de las Tierras Sagradas del Metal europeo, se lo pasan de puta madre. Y tocan como tocan, apañaos, con cierta habilidad, con ganas. Se juntan, versionan los temas de cabecera de los Power Rangers y de Pokémon y ahí se quedan, cuadraos como vikingos gigantes, porque han descargado lo que les ha salido de las tripas independientemente de la naturaleza de los temas, de lo friki que pueda resultar (aunque, sorprendentemente, esto es un valor hoy) y del «qué dirán». Se han marcado un cover de dos series juveniles llevándolas a su terreno, al del Metal, con sus idas de olla, con sus ligados irregulares en el fraseo de la guitarra, un interludio gutural cortito que no acaba de enlazar todo, con unos coros más o menos currados… Pero, por encima de todo, lo han pasado de maravilla haciendo música.
Con ustedes, damas y caballeros, los Power Rangers y Pikachu, Ash y compañía. Lo digo en serio: sin complejos. Y encima es viernes, ¿Qué queréis que os diga?
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