Calificación del editor

"Feel the misery", nunca un título fue mas adecuado. My Dying Bride llevan un paso más allá toda su tristeza

9
VALORACIÓN

My dying bride

MY DYING BRIDE
“FEEL THE MISERY”
Peaceville Records

Un cuarto de siglo siendo el máximo exponente de la tristeza y la miseria humana más absoluta. Un cuarto de siglo viviendo sin querer vivir, muriendo sin querer soñar.

Y en esas andan My Dying Bride con una evolución musical que no conoce grandes fluctuaciones y donde en “Feel the misery” no se aprecian grandes atisbos de cambio. Acaso las guitarras se sienten más pesadas, la distorsión se agudiza y las guturales de Aaron sobredimensionan el canto a la muerte.

Porque uno no siempre siente igual, pero siente, y eso le sucede a My Dying Bride, que expresan su eterna melancolía de forma tan pasional que igual gritan que lloran, que igual susurran que se quebrantan.

Si el disco empieza con un corte titulado “And my father left forever”, dedicada al padre de Aaron, es toda una declaración de intenciones.
“Feel the misery” ofrece en el violín de Shaun McGowan la expresión clásica de sus lamentos; “I almost loved you” bien podría ser la continuación de “For my fallen angel”, conmueve solo con el título y, cuando Shaun decide que hay que dejar la habitación a oscuras, empieza a tocar el teclado con una sensualidad catártica.

Se trata de un trabajo que crece por momentos, que no tiene bajones y en el que Aaron muestra una gran cantidad de registros que lo hacen más protagonista aún; donde guitarras y base rítmica destacan por su fuerza y donde el violín y el teclado te arrancarán más de una lágrima.

Marc Gutiérrez