MI VERDAD… DE CUANDO YA NADIE SE ACUERDA DE IRON MAIDEN
El baloncesto es un deporte apasionante. Y el universitario más aún. La NCAA resulta una liga compleja pero que vive tres semanas de clímax absoluto con el March Madness y la consiguiente Final Four en escenarios de capacidad astronómica.
Mi verdad es que esto de los festivales de verano cada año se torna más apasionante y, al final, resulta una locura. Vaya, algo parecido al March Madness y es que va a resultar que esto de la música y el deporte no son tan diferentes.
No ha terminado la edición en curso de varios festivales y ya están anunciando bandas para la siguiente edición. Y, por supuesto, ya están puestas a la venta las entradas para el año siguiente. Y, por supuesto, se agotan: ¿Locos o previsores los que las compran?
Y luego termina Wacken y ese día está marcado en el calendario como el inicio de la locura pues, en apenas 36 horas, se agotan las 75.000 entradas que se ponen a la venta. Ya para septiembre empiezan los rumores, con suerte los primeros nombres. Y a partir de octubre la locura absoluta con bandas de relumbrón confirmando fechas para el verano siguiente, festivales calentando motores en redes sociales, más festivales agotados…Una locura, oiga.
Y en eso llegaron Iron Maiden y empezaron a anunciar fechas y festivales. Y la escena se convulsionó y además fueron los primeros en hacerlo. Y para su desgracia ser el primero en algo también termina haciendo que seas el último. Y en eso llegaron Black Sabbath y todos empezamos a salivar pensaron en la dupla Maiden/Sabbath. Graspop fue el primero que los anunció a los dos juntos.
Pero llegó Hellfest y lo puso todo patas arriba, como cada año, con un cartel antológico y con algo (presuntamente) que se prevé demoledor: Black Sabbath, King Diamond y un más que probable Big4 para el que solo falta anunciar el nombre de Metallica.
Y cuando todo parecía indicar que los carteles se moverían en esos parámetros llegó Sweden Rock y anunció a Queen, sí, con Adam Lambert, pero Queen al fín y al cabo. Y mientras tanto, se intensificaron los rumores de reunión de los Guns N’ Roses originales para el 30 aniversario de “Appetite for destruction”. En ese caso, ¿qué festival iba a osar dejarlos fuera de su roster? Y ahora Kiss empiezan a confirmar fechas europeas también.
En medio de todo esto, el gran olvidado pero que resulta esencial y no es otro que Ritchie Blackmore en su vuelta al Rock con clásicos de Rainbow.
Sea como fuere, todo ello es una locura. Los fans parecen especuladores de bolsa, indecisos y calculadores. Los hay que van a tiro fijo sin mirar el cartel y cada festival tiene los suyos y yo tengo amigos en todos los frentes que reconocen mejores carteles pero las condiciones también cuentan, aunque parezca algo secundario.
¿Y qué hay de los festivales españoles? Pues de momento, calma tensa. Parece que Rock Fest puede subir muchos enteros este año y fuentes cercanas a la organización hablan de King Diamond y Iron Maiden; otros rumores apuntan a Black Sabbath en el Primavera Sound o el Azkena; Resurrection ha empezado con nombres que no acaban de ilusionar, y las apuestas más seguras parecen las de Be Prog! My Friend y Leyendas del Rock.
¿Dónde caeré yo? Buena pregunta que me hago a mí mismo. Por cartel, tradición y porque me he acabado enamorando de ese festival con los años (conste que lo odié la primera vez que fui), Hellfest; porque tengo ganas de visitarlo y ver a mis queridos Gates of Ishtar en su reunión, Party.San; porque ansío volver desde hace años y no me importa el cartel, Wacken; porque es el festival más equilibrado entre cartel y comodidad que he visitado, Graspop; porque solo me hablan maravillas de ellos Sweden Rock y Metaldays. Así las cosas, sigo esperando que se acaben de confirmar carteles mientras me lo paso en grande entre tanto rumor, tanta confirmación y tanta noticia sobre los festivales. No olvidemos que con más de diez meses de antelación y de un año para otro ya se mueve el cotarro. Ver para creer esta divina locura.
Marc Gutiérrez
Sin Comentarios