SÁBADO, 18.06.2016
Las previsiones meteorológicas para el sábado eran favorables, pero nada más lejos de la realidad. El típico clima belga no nos abandonó llegando a llover abundantemente hacia el final del día. Antes se celebrarían varias y memorables descargas como la de los suecos Shining en un Marquee que se llenó bastante para ver a Niklas Kvaforth en acción y ver si se la iba la mano con los cortes y acababa en la ambulancia medio desangrado. No fue así. Es más, diría que estuvo comedido, a pesar de beberse media botella de Jack Daniel´s en tres cuarto de hora. Sorprendieron a más de uno con su calidad musical en directo.
Seguidamente serían Paradise Lost los que saldrían a escena con un Nick Holmes por fin afeitado, bastante “contento” y afable con el público para lo que estamos acostumbrados. Sonido atronador para un set list que alternó temas pesados de su aplastante “The plague within” con otros como “The enemy”, la celebrada “As I die” o “Beneath broken heart” que nos noqueó a todos por completo. Mejorando con los años.
Una de las exclusivas del festival este año era ver a los noruegos Satyricon interpretar de principio a fin “Nemesis Divina”, su mejor obra y piedra angular del Black Metal, con motivo de los veinte años desde su edición.
De fondo nada de cuervos como harían en el Leyendas del año pasado, sino una enorme reproducción del Cristo en el limbo de El Bosco que se perdería entre el humo espeso y las agresivas contraluces. Satyr sigue en plena forma a pesar de lidiar con su particular lucha de salud interna, Frost sigue en el mismo nivel inalcanzable para el resto de los mortales a la hora de tocar la batería, Anders Odden al bajo integradísimo en la banda, Steinar Gundersen magistral a la guitarra clavando cada uno de los riffs y Anders Hunstad aportando, con su teclado, el misticismo propio de “Nemesis Divina”. Yo no hubiera incluido más temas aparte del disco en cuestión pero los noruegos decidieron dar por finalizada su actuación con “Black crow on a tombstone”, “Fuel for hatred” y “K.I.N.G.”.
Al acabar Satyricon, aún teníamos tiempo de ver una media hora de la revolución musical por excelencia de los últimos años, que no son otros que los suecos Ghost. Buen show en el Main 2 que estaba a reventar, en el que no faltó la parafernalia eclesiástica, los comentarios ácidos de Papa Emeritus III y el misterio que siempre envuelve los shows de Ghost.
Seguidamente, con Slayer la lluvia hizo un tímido amago de aparición, aunque quedó sólo en un aviso. El show de Slayer fue una apisonadora con un setlist de infarto y una banda engrasada como nunca encima del escenario.
Entre Nightwish y Gojira, en un principio la banda que elegí para ver eran los franceses Gojira, pero una vez allí y con la lluvia cayendo cada vez con más intensidad, preferí quedarme en la zona de los Main básicamente para no acabar chorreando y con barro hasta las ingles, así que acabé viendo el show de los finlandeses. Si has visto a Nightwish últimamente sabrás que sus shows están perfectamente milimetrados y estudiados, recalando el mayor protagonismo en la enorme, en todos sentidos, Floor Jansen, quien ha encajado a la perfección dentro de la banda y parece haber empujado al combo al estatus de antaño. Fuego y música se combinaron en un gran concierto con un repertorio que rescató tímidamente temas de la pretérita época gloriosa como “Nemo” y “Ever Dream”, que siguen recordando tiempos en los que Tarja y su majestuosa presencia sacudieron el mercado musical. Memorias aparte, Floor ha sabido como nadie coger el testigo con la mayor de las dignidades y afianzar su puesto como algo, de momento, intocable.
La lluvia no dejaba de caer y los milímetros de las gotas eran cada vez mayores cuando Volbeat, encabezando la jornada del sábado, asaltaban el Main 1. Una auténtica fiesta es lo que montaron estos daneses que han conseguido ser una de las bandas más nombradas, para bien y para mal, de los últimos años y que los ha llevado arriba del todo en la gran mayoría de festivales europeos.
Volbeat con Kaspar Boye Larsen (Withering Surface) al bajo como nuevo miembro, hicieron cantar, bailar y saltar a miles y miles de personas empezando fuertes con “The devil´s bleeding crown” de su recién “Seal the Deal & Let´s Boogie”. Mostraron tener una plena confianza en que el nuevo trabajo va a dar que hablar y mucho.
Michael Poulsen, con quien pude cruzarme horas antes en medio de la marabunta, es un frontman con una clase indudable, su presencia y su carismática voz es el signo de identidad de una banda que ha hecho temblar los cimientos del Rock y el Metal creando a la par tanto seguidores como detractores y estuvo a la altura vocalmente pese a llevar un ritmo infernal de conciertos este año.
No faltó el homenaje a Johnny Cash, adorado públicamente por Poulsen, con un extracto de su “Ring of fire” que enlazaron magistralmente con “Sad man´s tongue”. A partir de ahí toda una retahíla de temas que podrían punto final a la segunda jornada de Graspop como “Lola Montez”, “Dead but rising” o “Still counting”. Un trapo para quitar el barro y a dormir.
Texto: Jero García
Fotos: www.graspop.be
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