DOMINGO, 19.06.2016
El último día de la edición 2016 de Graspop amaneció con el mejor clima de todos los del festival y, debido al efecto Iron Maiden, con muchísima gente por todos los rincones de la enorme explanada. Se hacía hasta difícil ir a por una cerveza al Belgium Beer Bar desde el Marquee algo, a priori, cómodo días atrás.
El primer concierto en presenciar el domingo fue el de los recién reunidos In the woods en el Marquee. Inexplicablemente empezaron diez minutos antes de lo previsto y todavía con apenas 100 personas delante del escenario, así que muchos se perdieron el inicio de la descarga. Estos clásicos del Death / Doom de los noventa era una de esas razones por las que madrugar y acercarse a comprobar cómo se lo hacen en directo después de tantísimos años en la reserva. Con un James Forgaty a la voz, (ex-The meads of asphodel, Ewigkeit…) sustituyendo a la voz al gran Jan Kenneth Transet que no ha querido formar parte de esta reunión, los noruegos arrancaron con “Heart of the ages” tema que da nombre al disco que les dio a conocer musicalmente y precursores de un estilo que quedará en la memoria colectiva como una corriente que marcó un antes y después.
A la banda se le notaba falta de confianza y titubeante sobre el enorme escenario del Marquee sobre todo por parte de los hermanos Botteri quienes no se movieron de un palmo cuadrado, a excepción del guitarrista de directo Kåre André quien aportó algo de energía a un concierto enfocado en los largos y lúgubres desarrollos musicales de temas como la anterior “Heart of the ages” o “Pure” adelanto de regalo del próximo disco de estudio que llevará el mismo nombre. Fue una experiencia única el poder ver en directo a In the Woods y recordar aquellos grandes temas aunque fuera después de veinte años. Como anécdota decir que acabaron lanzando cds al público de una banda paralela de Christian Botteri. Estos noruegos…
Overkill volvieron a dejar huella en Graspop destrozando el Main 2 a base de su clásico Thrash Metal con un desatado, como siempre, Bobby Blitz Ellsworth.
Tras la actuación de los blackers Enthroned en el Marquee, turno para los vikingos finlandeses Moonsorrow, a quienes vimos hace relativamente poco en directo presentando su fantástico nuevo disco “Jumalten aika”. Los temas de Moonsorrow se caracterizan por su larga duración, así que en cuarenta y cinco minutos de concierto, tan solo les dio tiempo a tocar cuatro temas repletos de épica pura. Veni Vidi Vici.
Mientras Biff Byford y sus Saxon y los thrashers Legion of the dammed tocaban cada uno en su escenario, me desplacé al Metal Dome, carpa que este año no visité en muchas ocasiones, para ver a los industriales alemanes Oomph!. La carpa se llenó a reventar para ver como Dero y su banda destrozaban, con su particular Metal Industrial alemán, los cimientos de esta carpa.
La banda, desconocida para muchos en nuestro país, celebra este año su veinticinco aniversario y ofreció su mejor cara con un directo potente y un Dero desatado aporreando en varias ocasiones unos tambores colocados en la parte frontal del escenario para impregnar de mayor energía a temas como “Gott ist ein Popstar”, “Mein Schatz” o “Gekreuzigt”. Si a esto le sumas el enorme dispositivo de máquinas generadoras de humo repartidas por toda la carpa escupiendo niebla al ritmo frenético de Oomph! da como resultado unos de los shows más potentes y enérgicos del festival.
Anthrax no fallaron y en Graspop volvieron a liarla con sus clásicos de siempre. Trivium tocaron por segunda vez este año, esta vez en el gran Main 2, solapándose en el tiempo con Sacred Reich quienes reventarían el Marquee con su genuino Thrash Metal.
Y llegaría el momento del día y del festival, Iron Maiden y su espectacular montaje, no sin antes ver como un chico le pedía matrimonio a la vista de todo el mundo en la terraza de la revista Rock Tribune. Cosas como estas hacen grande aún más todo esto.
A las nueve en punto de la noche empezó a sonar el “Doctor, Doctor” de U.F.O por las enormes columnas de altavoces del Main 1 avisando que La Doncella de Hierro haría su aparición en cuanto acabara. Y así fue. Los británicos abrieron con “If eternity should fail” de su último “The book of souls” del cual tocaron hasta seis temas que bien encajaron con los clásicos de siempre como “Children of the damned”, “The trooper” o “Powerslave”. “Tears of the clown” estuvo dedicada al gran actor Robin Williams, fallecido recientemente, y “Blood brothers” a las víctimas de los recientes atentados de Orlando, París y Bruselas. Vi a un Brice Dickinson en bastante buena forma con sus habituales saltos y carreras por el amplio escenario y muy volcado emocionalmente en sus palabras entre tema y tema, haciendo alusión a los problemas actuales. Gran actuación de los británicos que demostraron una vez más el gran poder de convocatoria que tienen en Bélgica y lo que queridos que son en Graspop.
Con la salvaje descarga de los polacos Behemoth, que convirtieron el Marquee en un auténtico infierno, se cerraba el capítulo de este Graspop que se recordará por muchas cosas, entre otras y la más importante, por la supuesta última visita de Black Sabbath al país belga. Nos quedamos sin grandes nombres, señores.
¿Apuestas para el próximo año? En menos de un año lo comprobaremos en Dessel de nuevo.
Texto: Jero García
Fotos: www.graspop.be
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