DESTRUCTION + FLOTSAM & JETSAM + ENFORCER + NERVOSA
27.09.2016, Razzmatazz 2, Barcelona
Promotor : Madness Live!
Mucho se habla cada año de las fiestas de la Mercè de Barcelona, de que no hay Rock, y menos aún Heavy Metal. Coincidieron este año las fiestas de El Prat también donde tocaron Siniestro Total, que no es lo mismo, pero al menos hubo distorsión. Total que, para subsanar el desaguisado, estaba Madness Live! que nos obsequió con una noche de Thrash Metal y Heavy clásico.
El fin de semana fue inestable en lo climático con sol, lluvia, tormenta eléctrica y diluvio universal y quizá ese sea el resumen (casi) perfecto del cartel. De la tormenta de Nervosa pasamos al sol de Enforcer, y del diluvio de Flotsam & Jetsam a la tormenta eléctrica de Destruction.
Vayamos por partes: Razzmatazz, aunque en un pequeño sector, presentaba cortina al entrar y eso significaba que no se iba a llenar. La sorpresa fue que tras Enforcer se habían retirado las cortinas y el aspecto de la sala era más que notable. Abrían las brasileñas Nervosa, que ya nos visitaron hace apenas tres meses como cabezas de cartel. Esta vez solo gozaron de treinta minutos que exprimieron a la tremenda velocidad de los temas de “Agony”, su segundo disco. Los toques brasileños y los ritmos machacones e histéricos hicieron de su Thrash Metal una delicia y cortes como “Arrogance” y una superlativa “Death” una declaración de intenciones. Viéndolas, no es de extrañar su meteórico ascenso en la escena pues, lejos de ser tres guapas brasileñas haciendo música, consiguen que su metal extremo cale hondo entre los fans, ¡No podía empezar de mejor forma la noche!
Y llegaban Enforcer sin saber muy bien qué hacen en un cartel de Thrash Metal como este aunque su Heavy clásico pueda compartir fans con los del resto de bandas. Pese a todo, la banda de Olof Wikstrand salió a por todas al escenario y el público supo agradecerlo enganchándose al concierto mientras diluviaba en el exterior. Su último disco de estudio, “From beyond”, copó la mayoría del set list, aunque también tuvieron tiempo para versionar el “I turned into a martian” de los renacidos Misfits o acordarse de “Mesmerized by fire” y “Speak the tongue of heathen gods”. La banda sonó potente pero terminaron yendo de más a menos y haciéndose larga su actuación. Ni fue su noche ni era su público.
Este concierto era de esos en que los teloneros ponen en un serio aprieto a los cabezas de cartel, por calidad y expectación. Y es que lo de Flotsam & Jetsam fue muy serio. Bandaza en lo musical y expectación máxima por ver a esta banda de culto que poco se prodiga por Europa y menos por España. Flotsam & Jetsam pertenece a ese grupo de bandas que practican un Thrash Metal más pesado, menos furioso pero igual de excitante, como Sacred Reich o Testament.
Erik A.K. y sus chicos están en estado de gracia e incluso temas de su nuevo disco como “Seventh seal” o “Life is a mess” suenan como un cañón, aunque lo que la audiencia quiere, en realidad, es ”Desecrator”, “No place for disgrace”, “Hard on you” o una inmensa “Hammerhead” que puso la sala patas arriba. Sonaron de fábula, el público tenía muchas ganas de ellos y su sobriedad sobre el escenario hizo que su musicalidad se viera realzada. Extraordinaria la base rítmica de Michael Spences (bajo) y Jason Bittner (batería) y contundencia máxima en las guitarras de Michael Gilbert y Steve Conley. ¡Excelentes los americanos!
Y llegaba la hora de Destruction, con un gran aforo en la sala y con las expectativas muy altas por ser una banda de esas que nunca fallan. Schmier, Mike y Vaaver salieron a por todas desde la inicial “Under attack”, toda una declaración de principios. “Curse of the gods”, “Nailed to the cross” o “Total desaster” desataron la locura. La banda es consciente de que hace ya muchos años que no saca un disco reseñable, para mí desde “Metal discharge” de 2003, y su repertorio obvió cualquier tema del período 2001-2015. Así las cosas, la retahíla de clásicos fue vertiginosa con “Mad butcher”, “Thrash attack”, “Invincible force” o una aplastante “Black death”. Solo había que ir sorteando pequeños obstáculos de su último trabajo y del cual solo destaco “Second to none”, que dedicaron a todas aquellas personas que se pasan todo el día en internet y en las redes sociales. Tardó mucho en llegar, pero “The butcher strikes back” fue mi momento y para el bis dejaron “Thrash till death” y dos clásicos de la historia del Thrash Metal europeo, “Eternal ban” y “Bestial invasion”.
No estuvo Schmier especialmente comunicativo y la puesta en escena fue la de toda la vida pero, a su edad y con más de treinta años de carrera dentro del Thrash Metal, tocar una hora y tres cuartos a esa velocidad no me parece moco de pavo. Como siempre digo, muchas bandas jóvenes deberían aprender de ellos. El problema de su actuación fueron los altibajos en el setlist, aunque entiendo que la banda viniera a presentar “Under attack”.
La iluminación se llevó la palma: salvo unos breves segundos en que los focos frontales hicieron acto de presencia, el técnico de luces pareció pensar que no eran necesarios y que la luz roja, el humo y los focos laterales, rojos por supuesto, eran suficientes. Pues se equivocó. Conseguir fotos decentes, sobre todo de Destruction, fue una quimera debido a que la banda ha decidido llevar a su gira por salas sin todo el despliegue lumínico propio de grandes recintos sin pensar en los fans. Pero como son varios conciertos ya en esta sala con este problema, quizá allí también tuvieron algo que ver. Sea como fuere, alguien debería tomar cartas al asunto, pues los fans quieren ver a las bandas, además de escucharlas, y los fotógrafos quieren ofrecer buenas fotos en sus medios.
Texto y fotos : Marc Gutiérrez
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