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Inoxidable es la obra cumbre del Heavy Metal español y su autor, Fernando Galicia Poblet, buen amigo y colaborador de la casa debía presentarlo en Empire. Un discurso coherente, intachable y reafirmante de un estilo musical y cultural menospreciado y que presenta unos valores y unos principios sólidos que han permitido al Heavy Metal vivir durante décadas… y lo que nos queda! Charlamos con Fernando largo y tendido de Inoxidable y muchas cosas más.
Por Marc Gutiérrez

EMPIRE MAGAZINE (EM): Cuando en la Universidad planteaste que querías llevar a cabo tu tesis doctoral sobre Heavy Metal ¿qué cara te pusieron?
FERNANDO GALICIA POBLET (FGP): En realidad ya lo sabían, porque les avisé que pretendía doctorarme y hacer mi tesis sobre Heavy Metal desde el primer día de carrera; desde el primer momento en el que me senté en una silla y, para romper el hielo, nos preguntaron quiénes éramos y qué pretensiones teníamos estudiando Historia y Ciencias de la Música. Es decir, que en el momento de empezar el doctorado, años atrás, ya lo tenían asumido. Más aún tras organizar allí mismo, durante seis años, las jornadas “El Heavy Metal en España”, por las que pasaron gran parte de los protagonistas históricos del Heavy Metal español (¡e incluso latinoamericano!). Lo divertido ha sido el proceso: en aquel momento inicial se rieron todos, desde los profesores hasta muchos compañeros. Pero luego se les fue cambiando la cara… Nunca se lo tuve en cuenta: es consecuencia de la política cultural de este país, y de la tradición académica de una disciplina que, en España, aún está a años luz de los países anglosajones en cuanto a música popular urbana se refiere (algo que quedó claro hasta el mismo día de la defensa de mi tesis). Lo que espero es que, sin querer ser pretencioso, sirviera para ayudar a abrir un nuevo camino para la musicología española (o al menos para agitar sus cimientos llenos de polvo e iniciar una renovación que no sólo es buena, sino necesaria si no queremos seguir a la cola del mundo occidental).

EM: El libro contiene dos partes muy marcadas. Por un lado el análisis histórico musical y por otro el análisis musicológico y resulta la opción perfecta para tener una visión amplia y global del periodo analizado pero ¿te llegaste a plantear en algún momento separarlos en dos libros distintos?
FGP: Lo cierto es que no. Me lo dijeron desde varios sitios pero el libro está concebido como un todo indisoluble y me gusta ser fiel a mis ideas. Es cierto que hubiera sido muy fácil, precisamente por lo que comentas, pero quería que el que coja el libro pueda tener la opción de ir leyendo la parte histórica, y en un momento dado parar e ir a mirar el análisis musical de un determinado grupo, disco o canción, o ver de dónde vienen sus letras, por ejemplo. Es la magia de los manuales: no hay que leerlos como novelas. Además, piensa que el primer capítulo está enfocado a un período que no se corresponde con lo que analizo después histórica, musical y literariamente: es un capítulo que casi podía hacer las veces de introducción y por ello no tiene mucho sentido separarlo del resto.

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FERNANDO GALICIA POBLET

“Inoxidable” es El primer libro que se hace en este país sobre el Heavy Metal nacional con un enfoque netamente anglosajón, realizando un exhaustivo análisis histórico y musical, buscando sus influencias y temáticas, las relaciones entre música y texto, entre política, sociedad y música…

 

 

EM: Sé que has estado en conversaciones con otras editoriales para publicar “Inoxidable” pero ¿qué te ha hecho decantarte por Apache? ¿Qué tiene de especial una editorial virgen en el terreno musical?
FGP: Han sido varios factores, muy diferentes unos de otros. Todo se ha precipitado por una subvención que pedí en la Fundación SGAE y me concedieron: la principal condición era que el libro estuviera publicado en mayo (en realidad marzo, pero lo prorrogaron porque sacaron la resolución tarde). Yo ya tenía apalabrado con una editorial grande que sacarían el libro, porque mostraron interés, y es una editorial con una línea de música popular muy buena. Pero las editoriales grandes se mueven por proyectos anuales, e Inoxidable lo tenían previsto para 2018. Por un lado yo quería sacarlo antes (necesitaba, casi por salud, verlo ya publicado), y por otro perdía la subvención concedida. Apache ya se había puesto en contacto conmigo incluso desde antes de tener terminado el libro… y de ser ellos editorial!! Les prometí que si al final no lo sacaba con los otros, serían mi primera opción, así que les llamé y les pregunté si me lo publicaban como tarde en mayo, para cumplir los requisitos. Me dijeron tajantemente que sí, y me convencieron del todo. Luego sólo tuve que informar a la primera editorial, y he de decir que se portaron fenomenal conmigo, entendiéndolo y facilitándome las cosas.
Respecto a qué tiene de especial, Apache Libros es una editorial muy joven, especializada (hasta ahora) en libros de terror, novela gráfica, ciencia ficción… pero el hecho de apostar tan firmemente por mí me hizo ver que aún están expandiendo el catálogo. De hecho, con Inoxidable se inaugura la colección “Cultura Rock”, que me han propuesto dirigir, y que os prometo que sacará títulos importantes para la literatura rock. Dejando esto a un lado, los libros de Apache están muy cuidados (algo que otras editoriales más veteranas no atendían en absoluto), y tienen unas ganas de trabajar tremendas. Están siempre muy cerca del autor, y eso es muy importante para los que, como yo, queremos controlar y estar muy encima de todo el proceso de publicación. Y por si fuera poco… ¡están al lado de casa! (es casualidad, que conste, pero oye, más fácil imposible).

EM: Ya en el terreno musical ¿Qué discos te hubiera gustado analizar y se han quedado en el tintero?
FGP: ¡Uff, una barbaridad! Para empezar todos los pertenecientes a la segunda mitad de los 80, que se han quedado fuera porque estaban fuera del período estudiado (ya sean de Hard Rock, como por ejemplo los de Sangre Azul o Niágara; de Speed/Thrash, como los de Muro, Legion, Fuck off, etc.; o los de Heavy Metal más clásico, continuación de los que sí he analizado, como los de Ángeles del Infierno, Barón Rojo, Obús, Tigres, Bella Bestia…). También me hubiera gustado analizar los de Leño, Topo o Asfalto, por ejemplo, que se enmarcan dentro del rock urbano; e incluso anteriores, como los de Storm, que me parecen una joya desconocida del hard rock español. ¡Y los de Judas Priest! (ya, no tiene mucho que ver con “Inoxidable”, pero da igual).

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EM: Un aspecto destacado de “Inoxidable” es el de la fotografía y es que conseguir documentos gráficos y de esta calidad de la época no resulta fácil. Cuéntanos como obtienes toda esa documentación.
FGP: Siempre pensé que el libro debía ser algo especial, y como tal busqué que lo fuera en todos los aspectos. En primer lugar quería que tuviera mucha información iconográfica: que hubiera muchas fotos para que los lectores pudieran ver, literalmente, de lo que habla el libro. En segundo lugar, quería que no fueran las mismas fotos de siempre, las que aparecen en las revistas, webs y televisión, desde tiempos inmemoriales, una y otra vez. En otras palabras, necesitaba fotos inéditas o muy poco difundidas, y si me apuras también “distintas” en cuanto a enfoque. Para ello decidí alejarme de la lógica, y busqué un fotógrafo de la época que no estuviera especializado en Rock y Heavy Metal, sino que estuviera acostumbrado a todo tipo de conciertos, estilos y ambientes. Y Paco Manzano era la persona idónea, con un punto de vista y una personalidad muy particular. Le llamé, le propuse formar parte del proyecto y aceptó en cuanto se lo expliqué. Y sinceramente creo que he acertado de lleno. “Inoxidable” cuenta con 72 fotos, de las cuales la gran mayoría son de Paco, y creo que le han terminado de dar al libro un aspecto imponente. Respecto al resto de fotografías, se corresponden con grupos de los que Paco Manzano no tenía fotos (ya te digo que no estaba especializado en los conciertos de Heavy Metal, así que no tenía de todos los grupos que ya tocaban entonces). Se las pedí directamente a los músicos, a archivos de prensa o a particulares. Como todo hay que decirlo para ser justos, tengo que agradecer especialmente su colaboración a José Luis Martín Serrano, coleccionista y amigo, que me consiguió gran parte de esta tanda, ya que no fueron muchos los artistas que respondieron a mi llamada.

EM: El Heavy Metal siempre ha tenido sus raíces en la clase obrera, en España y en el extranjero pero ¿cómo crees que hubiera evolucionado el Heavy si el contexto social no hubiera conocido de crisis sociales?
FGP: Sinceramente no me imagino el Heavy Metal (ni el Punk) sin clase obrera y sin una crisis social. Es el fundamento del movimiento, tanto en Inglaterra como en España. Respecto a su evolución, no tienes más que mirar a lo que hay ahora: buenos músicos, buena técnica (mucho mejor que en los ochenta)… pero poco fondo. Los más veteranos “del lugar” hablan de que actualmente los grupos no tienen esa “magia” de los de antes, y no les falta razón. Y todo es por ese contexto social. Me decía Silver una vez que antes, el que era heavy, lo era para todo: para escuchar música, para trabajar, para vivir… pero hoy los chavales se limitan a lo primero (que ojo, ya es mucho más de lo que hace la mayoría de la sociedad española). Lo que está viviendo España ahora no es tanto una crisis social como económica. Y ahí está la diferencia. No hay esa tensión generacional con la cultura parental, ni esa tensión contracultural que generaban la imposición y la censura, ni esa tensión laboral con un sistema precario, ni esa necesidad brutal de libertad en todos los sentidos. Ahora vivimos mucho mejor, pero ha tenido un precio (no solo para el Heavy Metal, cuidado). ¿Significa esto que el Heavy Metal que se hace ahora es peor? No, en absoluto. Simplemente es distinto. Ha ganado en técnica musical, y ha perdido en “poso vital”. Sin embargo, fíjate: estamos en la época del capitalismo salvaje, de la comida rápida, de las relaciones sociales cibernéticas, de tragar lo que nos dicen los medios de comunicación… y de la música de usar y tirar. Y ahí encontramos uno de los valores del Heavy Metal actual: resiste a base de calidad musical, arrinconado por el mainstream, dentro de un contexto social que, siendo muy distinto al de principio de los ochenta, no deja de ser el que les ha tocado vivir, con sus propias dificultades y características. Está bien ser nostálgico, pero también hay que saber valorar lo que se tiene.

EM: Tienes confirmada la presentación de “Inoxidable” en Madrid, Segovia y Toledo ¿tienes planes para algún lugar más?
FGP: ¡Claro! De momento haremos esas tres presentaciones, y luego trabajaremos en buscar nuevas fechas para acercar “Inoxidable” a otros lugares de España. A mí personalmente me gustaría presentarlo al menos en Barcelona, Sevilla (entre otras cosas porque ahí es donde comienza esta historia: en Sevilla, Barcelona y Madrid, y me parece muy romántico) y al menos en alguna ciudad del norte (Asturias, País Vasco… y Navarra, en la Rockoteca de Peralta, que me lo han pedido varias veces, y a mí me gusta cumplir mi palabra). Es cuestión de encontrar las fechas y condiciones para poder ir (ya sabes, hay trabajos, familias y otros asuntos que también entran en la ecuación). Y por supuesto, tampoco me cierro a nada: si alguien quiere que lo presentemos allí, ¡que levante la mano y haga su propuesta!

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EM: ¿Te plantearías seguir estudiando la historia del Heavy Metal en España a partir de 1985 en próximos volúmenes?
FGP: Si te digo la verdad, aún no me he planteado nada. Han sido muchos años, muchas dificultades, y ahora necesito descansar y dedicarle tiempo a mi familia, a la que debo mucho, mucho, mucho tiempo de atención. Evidentemente soy musicólogo, y mi profesión me va a exigir seguir conectado, quizá no tanto haciendo libros, pero sí al menos algún artículo de vez en cuando (y críticas de discos, crónicas de conciertos… que para eso colaboro con varios medios). ¡Pero al final la cabra siempre tira al monte, así que tampoco apostaría en contra de continuar lo que he empezado! Eso sí, me gustaría ver que empiezan a proliferar estudios serios sobre el Heavy Metal; que “Inoxidable” ha servido para algo dentro del mundo académico. Vivimos en un país en el que esto es casi una quimera, pero tengo mucha confianza no ya en el sistema (al que doy casi por perdido), sino en las nuevas generaciones de musicólogos. Me niego a pensar que el academicismo rancio les va a fagocitar. Es hora de cambiar las normas.

EM: Supongo que la historia ha sido muy injusta con muchas bandas pero ¿hay algún caso flagrante de alguna banda que debería haber gozado de mucho más reconocimiento del que han tenido?
FGP: Te diría que todas y cada una de las que hablo en el libro. Es cierto que gozaron de mucha popularidad a principio de los ochenta (e incluso antes, como Storm, uno de los grupos más infravalorados de nuestra historia), pero hoy deberían ser auténticos referentes de la historia musical española, más allá de géneros musicales, y lejos de serlo se les trata casi como una broma. Escuchar continuamente que la música española de los ochenta es el pop de la “movida”, y que parezca que no había nada más, es insultante. No me quiero meter en comparaciones (porque tampoco tiene sentido), pero cuando un grupo, sea cual sea y del estilo que sea, llena continuamente un pabellón para ocho mil personas, merece un respeto y una atención mediática. Lo que se hizo con el Heavy Metal y el Rock duro en España por parte del gobierno y los medios de comunicación es digno de estudiar por parte de investigadores del ámbito de la política, la comunicación, la sociología y la musicología. No hay un caso igual en el mundo. Una maniobra magistral y lamentablemente orquestada para enterrar un movimiento que les resultaba incómodo por su mensaje y estética. Una censura más grande aún que la de la propia dictadura, pero en tiempos de supuesta libertad, y que en parte nos ha llevado a lo que tenemos hoy musical y culturalmente hablando. Paradójicamente, mientras nos obligan a escuchar basura, nos ofrecen camisetas heavies en las tiendas más comerciales como tendencia de moda. Es el último paso para banalizar toda una cultura y un estilo musical.

EM: Desde hace unos años las estanterías de las librerías están abarcando cada vez más títulos relacionados con la música. Pese a que seguimos a la cola respecto a países de tradición musical creo que empezamos a tener títulos esenciales de facturación nacional como los dos volúmenes de “Metal Extremo” de Salva Rubio, tus “Espíritus rebeldes” y, por supuesto, “Inoxidable” ¿Cómo ves la evolución del mundo literato – musical?
FGP: El público del Rock (no sólo del Heavy Metal) es muy inquieto en general. Les gusta conocer, saber y controlar lo que rodea a sus bandas favoritas (desde obra, vida y milagros, hasta sus influencias, precedentes, grupos similares, etc.). Con un aumento significativo desde los ochenta en las posibilidades de acceso a una educación y formación académica y universitaria, los niños que comenzaron (comenzamos) a estudiar y que se habían criado escuchando Rock, se han convertido en adultos con capacidad crítica. Y con ellos han proliferado los libros sobre la cultura Rock. Es fantástico. Pero para mí lo más importante no es que tengamos muchos títulos, sino que sean buenos, serios, y no consecuencia de un mero calentón subjetivo sobre un estilo de música. Es necesario que estén bien documentados y justificados. Esa es la cuestión para poder acercarnos (o al menos no alejarnos más) a la cultura anglosajona, que nos lleva años luz de ventaja. Los libros de Salva Rubio, por ejemplo, han supuesto un cambio significativo en el enfoque habitual de los libros de Metal extremo en este país, y creo que “Espíritus Rebeldes” también consiguió algo similar. En este sentido, personalmente creo que “Inoxidable” es mucho más completo, y no lo digo porque lo acabe de publicar: es el primer libro que se hace en este país sobre el Heavy Metal nacional con un enfoque netamente anglosajón, realizando un exhaustivo análisis histórico y musical, buscando sus influencias y temáticas, las relaciones entre música y texto, entre política, sociedad y música… Pero tendrán que ser los lectores los que lo juzguen, evidentemente. El tiempo será el que lo sitúe en su lugar, bien como una obra de referencia o bien como un texto que no merece la pena. Dicho esto, creo que en los próximos años la literatura sobre Rock seguirá creciendo y “progresando adecuadamente” en el sentido que te he indicado: libros y ensayos serios, profesionales. Ya tenemos mimbres suficientes, y también gente capaz de tejerlos. Sólo hace falta que no se dejen amedrentar por un sistema que, todavía, es bastante hostil a considerar el Rock y el Heavy Metal como materia seria de estudio musicológico. Estoy seguro de que llegará el día en el que una nueva generación dicte unas directrices nuevas, más modernas y más adecuadas a la sociedad actual. Ya ha ocurrido en el resto de países civilizados. Aquí es cuestión de tiempo.