Rhapsody 6

RHAPSODY + BEAST IN BLACK + SCARLET AURA
24.03.2018, Sala Razzmatazz 1, Barcelona
Promotor: Madness Live

Los que tenemos entorno a cuarenta años vimos nacer a unos imberbes llamados Rhapsody que revolucionaron el Metal desde un país como Italia, que distaba mucho de ser puntero en este estilo. Son míticas sus primeras actuaciones en nuestro país, en el Rock Machina y abriendo para Stratovarius y Gamma Ray. Desde entonces los discos de los italianos han sido éxitos rotundos aunque siempre su primera época ha sido la más venerada. En 2017 anunciaban su despedida y los de España eran los dos últimos conciertos de una carrera llena de éxitos. Los cambios de formación, de nombre y las disputas internas hicieron que no fuera seguir a la banda… Rhapsody, Rhapsody of Fire, Luca Turilly’s Rhapsody…
Sea como fuere había que estar en la despedida de la formación comandada por Luca Turilli y Fabio Lione.

La noche la abrieron Scarlet Aura, desconocidos para mí. Tras ver su actuación, tengo claro que si no eres capaz de levantar una sala con “Don’t talk to strangers” de DIO es que algo falla y probablemente tú, querido músico tengas mucha culpa de ello. Y me refiero a los músicos porque, pese a haber mucha gente joven, también los había, como decía antes, que hemos llegado a los 40 y hemos vivido y disfrutado a Ronnie. Una banda flojita, flojita.

Era la hora de Beast in Black, a los que tenía ganas de ver tras escuchar un fantástico “Berseker”. En directo la decepción fue sonada por la ingente cantidad de partes pregrabadas y porque no consiguen llenar un escenario como el de Razz 1. “Blind and frozen” o “Blood of a lion” hacían las delicias de un público que tenía muchas ganas de verlos, máxime después del gatillazo con WASP.

Beast in black 1

Beast in black 3

Yannis Papadopoulos tiró de galones y mostró registros vocales refinados y afinando hasta el punto de parecer una mujer en determinados momentos. El puntito electrónico de “Crazy, mad, insane” estuvo de más entre tanta retahíla épica. Pese a que no terminaron de convencerme volveré a darles otra oportunidad porque pinta que volverán a venir muy pronto como cabezas de cartel.

Beast in black 4

Y en eso llegaron Rhapsody y, que queréis que os diga, llegaron, vieron y vencieron, sin más. Los italianos fueron un vendaval en el escenario y demostraron que están mejor que nunca. Luca Turilli no paró un segundo de moverse, de sonreír al público y de pasárselo como un niño con un juguete nuevo; Alex Holzwarth mostró una clase más que notable, Dominique Leurquin a la guitarra cumplió con creces y Patrice Guers lo bordó al bajo. Eso sí, la verdadera estrella de la noche fue Fabio Lione que estuvo sublime y dio una lección apabullante de talento, clase y poderío vocal.

Rhapsody 7

Rhapsody 3

Si empiezan un show con “Dawn of victory” quiere decir que van a arrasar y la gran cantidad de clásicos que tienen en su discografía garantizan un show sin fisuras ni altibajos.
Los italianos hacen gala del escenario más limpio que yo haya visto en mucho tiempo, sin amplificadores visibles, ni pedaleras de distorsión, ni cañones de humo y se concentran en ofrecer un arsenal de clásicos infalibles con una ejecución perfecta y un sonido nítido. El recuerdo a su discografía tuvo muchos momentos álgidos como “Power of the dragonflame”, “Symphony of enchanted lands”, “Holy thunderforce” o “The wizard’s last rhymes” dedicada a la memoria de Christopher Lee.
La única nota negativa la puso la elección del set list, y no porque este fuera malo sino porque solo tocan “Land of immortals” de “Legendary tales”, un disco que cambió la concepción del Metal por sus contenidos cinematográficos y su grandilocuencia.

Rhapsody 4

Entiendo, por otra parte, la inclusión de los solos, de batería y bajo para el descanso de los demás músicos pero realmente es algo que no aportan nada al show. Sin embargo, Fabio Lione se encumbró a lo más alto con la versión del “Con te partiro” de Andrea Bocelli que cantó con una facilidad pasmosa y llegando a tonos altísimos. Sencillamente maravilloso.
Uno de los problemas de Rhapsody en directo siempre han sido las orquestaciones pues es casi imposible llevar todo eso al directo y por eso, para evitar especulaciones, decepciones y problemas han decidido llevarlo todo grabado y hacerlo bien hecho, sonando todo en su sitio y como conjunto con la música de directo.

Rhapsody 5

Y así, tras dos horas de concierto, Rhapsody nos decían adiós. Tengo la esperanza que no sea para siempre y algún día decidan volver.
Como ellos mismos dicen en “Dawn of victory”: Gloria, gloria perpetua.

Texto y fotos: Marc Gutiérrez