DOMINGO 24.06.2018
De buena mañana Crisix dieron una dosis de Thrash directo en vena. La banda catalana se marcó un concierto a lo grande con un lleno total del recinto, haciendo de las suyas y entregando lo mejor de su saber hacer a un público entregado que sabía a lo que iba. Un show vertiginoso y divertido con su habitual medley en se dan el lujo de intercambiarse los instrumentos. Concierto de 10, con un sonido sin fisuras, demoledor. Pusieron el listón alto y en tensión al personal de seguridad al bajar del escenario para tocar en medio del público. Pronto los veremos tocando en alguno de los Main Stage.
En los stands del Metal Market encontramos cada año cds promocionales y la banda lituana Au-Dessus la conocí en una recopilación del año anterior. Post Black Metal y con solo el desayuno encima. Oscuro y sobrecogedor show con sus integrantes ataviados con capuchas negras y juegos de luz intensos para completar un gran show que disfrutamos los presentes.
El Post Black Metal de The Great Old Ones fue demoledor aunque con un público algo estático. Su intensidad y brutalidad a horas tempranas no surtió todo su efecto. Este mismo concierto sería caótico por la noche.
Tenía una espina clavada con Iced Earth máxime por la caída de cartel a última hora anteriormente. Este año era algo especial para mí. Los más fans pueden extrañar a Matt Barlow pero la actitud de Stu Block es de agradecer. Un set list con temas de su última placa, ‘Incorruptible’, deja espacio para grandes temas de su extenso legado como «Burning Times» o «The Hunter» que precede al cierre con «Watching Over Me» que es coreado por la multitud que abarrota la explanada de los Main Stages. Disfruté al 100%.
El revuelo que han levantado Batushka desde su irrupción en 2015 hasta esta cita la hacía ineludible. Toda la parafernalia oscura sumada al misticismo del canto gregoriano logran ese gran atractivo. Los músicos, ataviados en togas ceremoniales y motivos anticristianos y sus rostros tapados con máscaras, descargan su único trabajo ‘Liturgia’ de principio a fin y puede que esto sea lo más cercano a una misa negra ortodoxa. La intensidad de sus temas solo permite al público vitorear al final de cada corte en un show estático que basa su éxito en su oscurantismo. Brutal con un lleno total.
Los finlandeses Amorphis son siempre fieles a su trabajo, con un sonido elegante y contundente con el que logran un show redondo. Hay pocos temas de su etapa inicial, lo más antiguo que escuchamos fue «The Castaway» y «Against Widows» aunque el concierto cumple con creces la presentación de su último trabajo de estudio ‘Queen Of Time’. El regreso de Olli-Pekka Laine al bajo brinda algo de nostalgia a sus seguidores, que llenan el recinto. Un Tomi Joutsen pletórico mostrando lo mejor de sus registros vocales en un sonido que crearon Holopainen, Koivusaari y Kallio y que se sabe reconocible y único. Siempre es una delicia poder ver un show de Amorphis y esta vez tampoco han fallado. Los temas que cierran su show «Death Of A King» y «House Of Sleep» que logran los puños en alto de los asistentes de forma unánime.
De todas las bandas que emergieron en la época gloriosa del Grunge, Alice In Chains es la más oscura de todas y así lo pudimos disfrutar en Hellfest 2018 con Jerry Cantrell en estado puro, soltando los riffs potentes y crujientes que los ubicaron en el mapa musical. Du Vall, su nuevo vocalista, logra emocionar en algunos de los pasajes del show pero el que cubre ese tono reconocible de Staley lo hace Cantrell. Pudimos escuchar y mover nuestras cabezas al son de «Them Bones», la poderosa y pesada «Nutshell» que se dedicó al recién fallecido Vinnie Paul, la cadena de grandes éxitos «No Excuses», «We Die Young» y «Man in The Box». Bajo un sol espectacular los de Seattle nos llevaron al orgásmico final con «Would?» seguido de la densa «Rooster». Irrepetible y difícil de superar para un fan de la banda.
Iron Maiden, con un setlist inmejorable y en un gran estado de forma, dejaron claro una vez más porqué son una de las bandas más grandes de la historia del Heavy Metal. Bruce Dickinson vestía un atuendo diferente en cada tema personificando cada historia de forma magistral mientras la banda ejecutaba cada tema a la perfección. Todo un lujo escuchar «Where The Eagles Dare», uno de mis temas preferidos. En Aces High una avioneta tamaño real cuelga en el escenario por encima de los músicos y es que aunque el show y el repertorio sean el mismo en toda la gira no dejas de maravillarte ante este tipo de efectos. En casi dos horas de concierto no caben todos los grandes éxitos de su legado. GRANDES CON MAYÚSCULAS.
Amenra pusieron un broche de oro brutal. Recomendado para oídos exigentes que buscan sonidos nuevos, densos y extremos, riffs demoledores y aplastantes que no dejan títere con cabeza. El lacerante registro de Colin imprime un aura de dolor rayando el límite. En el inicio del concierto Colin se presenta de espaldas al público, postrado mirando hacia la batería y nos deja ver su tatuaje que ocupa toda su espalda, mientras interpretan «Razoreater». Escuchas cada uno de los riffs y dejan una estela de destrucción a su paso mientras caen «Diaken», «Thurifer» o «Nowena». Impresionante, de lo mejor que he escuchado en mucho tiempo. Catarsis total.
Con nuestro cansancio pero con la alegría de lo vivido nos retiramos, aun queda un largo camino de vuelta a casa. Suena recurrente pero es verdad, nuevamente un Hellfest insuperable.
Texto: Juan Espinoza
Fotos: Elena Marco, salvo indicado
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