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DAD + HANGARVAIN
27.11.2019, Sala Salamandra, L’Hospitalet de Llobregat
Promotor: Madness Live

Personalmente el horario del concierto me perjudicó ya que por temas laborales no pude llegar a tiempo para los teloneros Hangarvain que venían presentando su cuatro álbum ‘The Great Machine’ y me apetecía ver cómo daban en directo. Una banda que se mueve en el blues rock con aire de Rival Sons o Black Stone Cherry pero traído con la melodía de la elegante Italia. La banda ha venido ya a España pero no he coincidido con ellos, y me da rabia porque me gustaría comprobar la fama que se crearon de «animales de escenario» en 2016. Banda que tendré que seguir poniendo en el punto de mira a ver si les cazo.

Que un grupo danés de hard rock llegue a tener mas de 25 años de trayectoria, no es para tomárselo a broma. D-A-D han venido a presentarnos el álbum que para mí es el retorno a la parte más blues-rockera de la banda, de la que se habían desviado en los últimos años. El estado de la banda en las tablas está a un nivel inconmensurable. Una lástima que, quienes dejaron de venir a verlos porque en las últimas visitas la banda no dio el «do de pecho», se lo perdieran.

El inicio con el triplete que acaba con «Rim of hell» sirvió de calentamiento estupendo para aquellos que aún no se creían que la banda fuera a darlo todo. Alguna pista nos daba la puesta en escena sencilla que usaron, olvidándose de teatralidades, lo que iba a requerir más acción por parte de los músicos ¡Y vaya si lo hicieron! Si bien lo más comentado de sus conciertos son los fantásticos bajos que luce Stig Pedersen, la enérgica actuación animadora de Jesper Binze no se quedó atrás. Andi Deris tiene un serio competidor en Jesper, que ya es capaz de hablarnos e increparnos en castellano, catalán y francés.

Tuvimos momentos de saborear el nuevo trabajo, siendo «A prayer for the loud» y «The real me», de mis favoritas. En ésta última la voz es lo que menos me importa, me descubro disfrutando de la música y sentimiento, totalmente absorta. Los clásicos y temas de los anteriores trabajos también tuvieron su momento. Me enamoraron los temas cantados por Stig, «Jacki O'» que trae aires de Irlanda, y la macarra «Riding with Sue» con sus ecos en los coros, casi sin pomposidad escénica pero que queda estupenda. No nos dejaron descansar y nos pusieron a bailar con «I want what she’s got» y «Monster philosophy», a la vez que Jacob Binzer nos dejaba cada vez la boca más abierta con los sentidos solos de guitarra que se estaba pegando.

Pero una banda como esta no es una banda al completo si no le dedicas un poco de atención a Laust Sonne, que entra dentro del podio de los baterías más presentes de un concierto con sus constantes coros, malabarismos a la batería e interpelaciones al público. Aún suena en mi cabeza cómo le gritamos «Laust, mata la batería!»

Y fiesta es lo que en fiesta acaba. «Bad Craziness», «I’m sleeping my day away», porque según Jesper era viernes a pesar de ser miércoles, y el apoteósico «It’s after dark». Agujetas en los brazos de levantarlos, dolor en el cuello de mover el pelo… Si no fuera por la aspereza en la garganta de tanto cantar, diría que salía de una sesión en el gimnasio. Porque hay conciertos que son para inspirarse y escuchar, y conciertos que son para dejarse llevar y disfrutar, como éste. Espero tenerlos de vuelta en algún festival veraniego.

Texto: Ymir Peiró