ORDEN OGAN – ‘FINAL DAYS’

ORDEN OGAN
‘FINAL DAYS’
AFM Records

Hay bandas con las que conectas a primera escucha y con Orden Ogan lo hice desde los primeros acordes y el flechazo fue inmediato. Andabamos todos confinados, allá por marzo – abril de 2020 y cuando empezaron a dejarnos hacer algo de «deporte», o sea, salir a caminar, un día me dio por ponerme a esta banda en Spotify (de la cual había visto el video «Gunmen» por sugerencias de youtube) para que me acompañara en mi paseo vespertino y, desde entonces, me he convertido en fiel seguidor de la banda ¡Gracias algoritmos de redes sociales por descubrirme a Orden Ogan!
‘Gunmen’ me voló la cabeza de principio a fin. Me compre la edición especial y empecé a retroceder en su discografía descubriendo himnos como «We are pirates», «F.E.V.E.R», «Ravenhead»…

Paradojicamente, como si de ciencia ficción se tratara, ‘Final days’ se ha ido retrasando y retrasando debido a la pandemia. Desde julio de 2020 que lanzaron el primer single y video de un tema nuevo, «In the dawn of the I.A.» he estado ansioso por poseer este disco. En cuanto salió la opción de pre-order ahí estaba yo comprando la edición especial y, desde entonces, he ido descontando días del calendario hasta la fecha.
Gracias a Empire Zone Magazine, he tenido la fortuna de poder disfrutar antes de este trabajo y vaya por delante que, no igualando a ‘Gunmen’ (cosa que veo muy difícil), han editado un enorme trabajo que entra directo en mi top 10 anual por méritos propios. Desde 2017 que llevamos esperando nuevo material y tras los retrasos por fin lo vamos a tener. Y para un servidor, la espera ha merecido la pena.

Varios cambios han acontecido dentro de la formación desde el ultimo lanzamiento, allá por 2017. Tobias Kersting (guitarra) decidió abandonar la banda por motivos personales. Sebastian Levermann (guitarra, teclados y voz) también ha abandonado la guitarra, por una lesión en una mano, para centrarse solo en la voz y ser el frontman en directo. Ante este panorama, Niels Löffler, bajista hasta 2018, ha cambiado las cuatro cuerdas de su bajo por las seis de la guitarra. Para cubrir el bajo han reclutado a Steven Wussow (ex-Xandria y ex-Domain) y para la otra guitarra han fichado a Patrick Sperling (ex-Earacle y ex–Delirius).
Estamos ante un trabajo de unos cincuenta minutos y diez temas de pura esencia Orden Ogan. No han inventado nada nuevo, ni falta que les hace. Se les quiere por el power metal melódico y pegadizo que nos ofrecen siempre. Han explorado algún matiz nuevo como alguna voz sintetizada, algún desarrollo algo más largo, pero todo reconocible a la primera escucha y 100% Orden Ogan.

Como en casi todos sus trabajos, escogen una temática alrededor de la cual gira el disco. El Western en ‘Gunmen’, los monasterios en páramos en ‘Ravenhead’, mundos apocalípticos en ‘To the end’ y para este ‘Final Days’ han escogido una temática futurista como es la Inteligencia Artificial o como la propia banda ha descrito, un concepto «Dark-Scifi».

La portada realizada por Sebastian Jerke (diseñador de Gloryhammer y Alestorm entre otros) muestra una mezcla de androide y humano tapado por una máscara de gas como queriendo salir de una especie de máquina del tiempo o agujero negro. Algo extraña e insulsa. Menos mal que la musica compensa este fallo en el artwork.

El disco tiene un inicio arrollador. «Heart of the Android» y «In the dawn of the IA» son dos trallazos de power metal melódico que me han dejado sin aliento. Coros pegadizos, velocidad, energía y magia. Y después de un arranque tan bonito ya todo va rodado. Melodias power metaleras marca de la casa, estribillos pegadizos y grandilocuentes y alguna incursión con algún elemento nuevo, como sintetizadores en la voz. También haydos colaboraciones de lujo como son Gus G. (guitarrista de Firewind y ex-Ozzy Osbourne) que ha metido un solo 100% Firewind en «Interstellar» y la voz de Ylva Eriksson (vocalista de Brothers of metal) en la bella y épica balada «Alone in the Dark».
Destacable también son los temas «Let the fire rain», con unos coros fabricados directamente para cantarlos en cualquier concierto (cuando nos dejen), y «Absolution for our Final Days», con unos riffs pesados y a medio tiempo ideales para botar, saltar y cantar con ese estribillo que penetra en tu cabeza cual cuchillo a la mantequilla.

Definitivamente, un discazo con mayúsculas que hará las delicias de los fans, entre los cuales me incluyo y que como referí antes, va directo al top 10 anual. Bien ha merecido la pena la espera de cuatro años.

Enrique Sobrino