Calificación del editor

'Immortal' es una pieza memorable de puro hard rock, una obra cumbre, un reflejo de la esencia del talento de Schenker y del rock mismo. Un LP que, lo digo ya, será de los mejores de 2021.

9
VALORACIÓN

MSG-Immortal-cover2020

MICHAEL SCHENKER GROUP
‘INMORTAL’
Nuclear Blast

Michael Schenker es una leyenda. Un rock star 100%. Un genio. Y cuando aparece un nuevo disco bajo un nombre así, puede ser, en muchas ocasiones, un lastre más que una ayuda.
Sin embargo (spoiler), ‘Immortal’ no ha de preocuparse por lastre alguno. ‘Immortal’ es una pieza memorable de puro hard rock, una obra cumbre, un reflejo de la esencia del talento de Schenker y del rock mismo.

Claro está, 11 años de “silencio” son una eternidad, y teníamos muchas ganas de volver a escuchar un álbum editado, precisamente, bajo la bandera de MSG. Y para el retorno (aunque Michael Schenker nunca se fue, obviamente), el guitarrista alemán lo ha hecho todo bien.
De entrada, se ha rodeado de enormes talentos. Algunos, veteranos, veteranísimos en esto del metal, como Ralf Scheepers, Derek Sherinian o Michael Voss y otros, estrellas emergentes, como Ronnie Romero (que, ya sabéis, tiene el don de la ubicuidad).

Pero, ojo, la cuestión no radica solo en contratar buenos músicos, o vocalistas mediáticos, sino en componer canciones que encajen con sus respectivos estilos. Y ahí, el bueno de Schenker ha dado absolutamente en el clavo.
No podemos pasar por alto, ante todo, que nos encontramos ante un disco de hard rock y heavy metal con unas composiciones de muy altos quilates. Y, por qué no decirlo, algo heterogéneo. Creo que los fans reconocerán al Schenker de UFO, al de Scorpions y al del propio MSG. Para todos los gustos.

Lo más destacable, a mi juicio, es que el genio alemán ha reunido en ‘Immortal’ todos y cada
uno de los elementos clave que debe tener un disco de hard / heavy: temas veloces y directos, auténticos himnos coreables, de esos de poner los puños en alto («Drilled to kill», «Knight of the dead»), temas capaces de absorber, como decía anteriormente, la esencia pura del rock, ese ritmo, esa personalidad y ese carisma macarra y canalla que tanto nos gusta («Devil’s daughter», «Come on over» o «The queen of thorns and roses», que parece sacada directamente de, qué sé yo, 1983), una balada -qué digo, un BALADÓN-, edulcorada, pasional y casi mística («After the rain»… hasta el título es tópico; saquen los mecheros), un sonido DESCOMUNAL, potente y agresivo pero limpio y cristalino y, no lo olvidemos, aunque en este caso sea apenas un destello, algo de crítica social / política (de nuevo «Drilled to kill», que abre el trabajo y fue el primer single, es toda una declaración).
Quisiera, también, hacer un aparte para hablar de «Sangria Morte» e «In search of the peace of
mind», que cierran el disco y se desmarcan completamente de las ocho canciones que las preceden. En la primera, el guitarrista, con Joe Lynn Turner -casi declamando, más que cantando- a las voces, apuesta por la épica al más puro estilo Sabaton (por poner un ejemplo actual), con un tema más pesado y menos incisivo, denso y, quizá, demasiado repetitivo. Por contra, en la segunda da rienda suelta a su versión más excéntrica, pseudo-psicodélica, y nos presenta algo que me recordó -disculpen la comparación- a la mítica «Innuendo», de Queen. Para todos los gustos, sí.
No podemos dejar de banda otro aspecto fundamental, que muchas veces pasamos por alto. Es un disco de la banda de Michael Schenker. Los temas son de Michael Schenker. Las guitarras, los solos (¡qué solos!) son de Michael Schenker… pero es capaz de ser humilde, de brillar sin eclipsar; de ceder protagonismo a las canciones, a la música, a quienes le acompañan. A girar la cara al concepto de guitar hero, y poner su clase y su carisma al servicio de esos temas y el resto de músicos, y no al revés. Y eso, no nos engañemos, beneficia el conjunto final.

Así pues, ‘Immortal’ se posiciona como un álbum de hard rock sólido, sin fisuras, repleto de temas que son oro molido, incluidos dos clásicos inmediatos -«Drilled to kill» y «Knight of the dead», que sonarán seguro en directo mientras Schenker siga girando-, con el propio Michael Schenker a su nivel habitual, es decir, estratosférico, en la composición y la ejecución, encajando todas las piezas del puzzle a la perfección y redondeando un LP que, lo digo ya, será de los mejores de 2021, y que contiene todo aquello que hace grande al género y todo lo que un fan quiere escuchar.

Una auténtica maravilla capaz de hacer que quien se acerca a él se emocione, vibre, tenga ganas de menear la cabeza adelante y atrás, hacer cuernos con las manos y disfrutar de la
vibración de las cuerdas y los parches. ¿Y qué es el rock, sino pura pasión?
Gracias, Michael. Lo has vuelto a hacer.

Dani Ruiz