AT THE GATES + WORMED + SOUND OF SILENCE
@Razzmatazz2, Barcelona, 08.03.2015
Promotor: HFMN Crew
Veinte años han pasado ya de la edición del célebre “Slaughter of the soul”. Veinte años han pasado de la explosión del Swedish Death Metal, quizá alguno más. A estas alturas de la película, pocos esperaban que At the Gates se reunieran formalmente. Primero editaron “At war withe reality” el año pasado. Decidieron después girar para presentarlo y, como muchas bandas, obviaron el sur de Europa, que no puede pagar precios astronómicos por giras poco rentables. Si los hubiéramos visto en 2014, habrían estado acompañados de Triptykon y Morbus Chron. En 2015, han venido con Wormed y Sound of Silence. Vaya por delante que me parecen buenos acompañantes los de aquí. Sea como fuere, la sala quedó cerca del sold out demostrando, una vez más, que el Metal Extremo goza de buena salud.
Llegué a tiempo de ver solo un par de temas de Sound of Silence. Contundencia, fuerza y la banda rayando a un nivel muy alto que las primeras filas supieron agradecer.
Llegaron Wormed y tiñeron de oscuridad, más si cabe, la noche. Brutal Death Metal tocado con precisión suiza. Si algo necesita su propuesta es un buen sonido que permita apreciar los detalles. Y esa noche lo tuvieron. Poca luz, buen sonido y notas a ejecutadas a la velocidad de la luz. Desgranaron los temas de “Exodromos”, su último trabajo de estudio, y demostraron por qué Season of Mist les ha echado el guante. Supieron aprovechar su oportunidad.
Y llegaron At the Gates y pusieron el Razz2 patas arriba a las primeras de cambio. No cabe duda de que el carisma del que goza la banda, y especialmente su vocalista Tomas Lindberg, es arrollador. Un set list equilibrado entre temas clásicos, 12, y de “At war with reality”, 7, permitió ver la evolución de la banda y comprobar que los nuevos rayan a un excelente nivel en vivo. Sin embargo, pudo comprobarse algo inherente a bandas que se encuentran en su misma situación y es que hay una gran diferencia en la reacción del público a los temas de ambas épocas. Quizá dentro de quince años el respetable entienda todos los temas de la misma forma. De momento se nota, y mucho, cuándo tocan temas nuevos y cuándo suenan clásicos. Sonido nítido, fiereza sin límites, melodía apabullante, puesta en escena simple pero sobria y un público que los esperaba con muchas ganas hicieron el resto.
Demoledores “Blinded by fear”, “Nausea”, “Cold” o “Eater of gods” mientras los rostros de satisfacción eran más que evidentes en la audiencia. La banda está viviendo una segunda juventud e incluso ellos parecen no estar acostumbrados al éxito que están viviendo viendo sus rostros mientras tocan. La melodía de las guitarras de Anders Björler y Martin Larsson permanece intacta y hace recordar el período 1992-95 cuando At the Gates crearon algo enorme y diferente.
No sé dónde hubieran llegado At the Gates de no haberse separado en los noventa, pero no tengo claro que en pleno 2015 hubieran conseguido llenar el Razz2 barcelonés. Ahora At the Gates son reconocidos como lo que son, banda pionera y brillante de un estilo musical que ha dado grandes alegrías. Y las sigue dando.
Texto: Marc Gutiérrez
Fotos: Irene Serrano
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