SATYRICON+SUICIDAL ANGELS+FIGHT THE FIGHT
5 de octubre de 2017 / Sala Razzmatazz 2 (Barcelona)
Promotora: Madness Live
¿Os apetece leer una historia?; es de esas que te tocan el alma al ver como el ser humano sale hacia adelante teniendo todo en contra. Empiezo: hará unos meses, un reconocido cantante de la escena oscura fue diagnosticado con una enfermedad que prefiero no mencionar. Pese al avance de la medicina, muchos le dieron por muerto. Él, lejos de aceptar su propio entierro, peleó y volvió desde las mismísimas tinieblas. Después de tal experiencia necesitaba expresar toda su impotencia, así que cogió su guitarra y creó unas melodías llenas de rabia.
Hablo de Satyricon. De cómo Satyr enfermó, peleó y volvió con un disco llamado “Deep Calleth Upon Deep”. Si la banda noruega ya de por si firma discos únicos, éste último superó a la mayoría de sus predecesores.Tocaba salir de gira y presentarlo. Barcelona era parada obligatoria y el pasado jueves 5 de octubre me acerqué a la sala Razzmatazz 2.
En el metro pensaba en los teloneros de la jornada y si se me permite la vulgaridad, os confesaré que por mi cabeza pasaba la frase: “no pegan nada”. No me extrañó ver a casi todo el personal en el bar de enfrente de la sala; pero bueno: entré en ella y me decepcionó encontrarme la cortina. Al final acabaría habiendo un buen ambiente pero bueno; vayamos a lo que importa: pese a que se esforzaron y dieron todo en su escaso tiempo, Fight The Fight y su metalcore no acabaron de convencer a una sala con tan solo cuatro gatos.
Suicidal Angels sí que gozarían de una mejor asistencia y un sonido más claro. De ver más de un brazo cruzado pasamos a sentir más de un headbang. Canciones como “Bloodbath” acabaron enamorando al personal e hicieron que los griegos sobrevolaran la Ciudad Condal con una intensidad demoledora. Lástima que tuvieron que decir adiós, no me hubiese importado escuchar algún tema más.
La hora del juicio se acercaba, las campanas de las iglesias creaban un auténtico estruendo para avisarnos de que Satyricon salía a escena. “Midnight Serpent” fue el primer opus de la noche y el sonido, la presencia que tenían sobre el escenario y el juego de luces eran de otro planeta.
La calidad y la pegada iba a ser de 10 en todo momento. Por otro lado, “Our World, It Rumbles Tonight” y “Black Crow on a Tombstone” certificaron que pese a no ser el típico black metal, sus legiones lo aceptan de la misma forma que a las canciones de su nuevo trabajo, como la que da nombre a la obra: “Deep Calleth Upon Deep”.
“Commando” y “Now Diabolical” ensordecieron al personal. No era para menos: cuando todo el mundo repetía “now, diabolical” a pleno pulmón, Satyr demostraba estar conduciendo al respetable en un estado perfecto. Parecía que ese momento no podría ser superado, pero al anunciarse que caerían dos temas del mítico “Nemesis Divina” vi que estaba equivocado. La instrumental “Trascendental Requiem Of Slaves” sirvió para introducir el tema de todos los temas: “Mother North” provocó un orgasmo colectivo al son de los blast beats del demencial Frost.
Después de la tremenda descarga que supuso la madre del norte, Satyr y los suyos se retiraron. Había ganas de más y con los primeros acordes de “The Pentagram Burns” la sala ardió. Nuestra presencia era motivo de agrado por parte de la banda, se veía de lejos pero en el encore quedó totalmente al descubierto con las sinceras palabras del frontman noruego. “Fuel For Hatred” pareció la última pero no, “K.I.N.G.” puso el verdadero punto y final.
Lo de Satyricon fue de otro nivel. La interpretación fue de matrícula de honor por parte de todos y no nos debe extrañar que la fuerza noruega nos azotara con tanta contundencia. Satyr y Frost han sabido humanizar un black metal que, sin perder su esencia, ha sido transformado en algo propio. Con conciertos así esperamos ver a los maestros noruegos pronto en nuestras fronteras.
Texto: Alex Hidalgo
Fotos: Irene Serrano (www.ireneserranophotography.com / www.facebook.com/ireneserranophotography )
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