Calificación del editor
Un Blackie Lawless muy inspirado ha compuesto "Golgotha", que hará las delicias de quién disfrutó con "The crimson idol".
W.A.S.P.
«GOLGOTHA»
Napalm Records
Desde la edición de «Babylon» hace ya 6 años, el Sr. Blackie Lawless ha pasado por una etapa de muchos altibajos donde ha habido varias giras, algún que otro paso por el quirófano y la composición de un disco bastante denso como es este «Golgotha». Después de dos grandes álbumes como fueron «Dominator» y «Babylon», encontramos a una de las formaciones más compactas de WASP en los últimos años con Mike Duda al bajo, que es realmente el alma de esta banda en directo, Doug Blair a la guitarra y el bateria Mike Dupke, que abandonó el barco después de la grabación del disco.
Queda lejos la teatralidad de cuando Blackie violaba monjas en el escenario y, después de su “renacer religioso y espiritual”, este disco está inspirado en el lugar donde fue crucificado Jesucristo.
El disco empieza con «Scream», un tema directo clásico de WASP muy del estilo del anterior «Babylon». «Last Runaway», con un sonido más melódico, es el tema que más dista del resto. «Shotgun» es un temazo de 6 minutos con tintes más rockeros de los ochenta al estilo del viejo «Blind in Texas». «Miss You» fue el primer tema que Lawless compuso para «The Crimson Idol» y decidió no incluirlo en su obra magna. Encontramos un tema lento de casi 8 minutos al más puro estilo de «The Idol», con la voz desgarrada y un trabajo impresionante de Doug Blair a la guitarra. Seguramente, quedará en los anales de la historia de W.A.S.P. como una de sus mejores power-ballads. «Falling under» resulta más melódica y con un estribillo pegadizo.
«Slaves of the new world order» es un corte épico de casi 8 minutos que hubiese encajado perfectamente en aquel lejano «Headless Children». En «Eyes of my maker» encontramos un tema que empieza lento y va in crescendo con un Doug Blair espectacular. «Hero of the world», un tema con claras influencias de los adorados The Who. Y para cerrar el disco, «Golgotha» un gran medio tiempo con claras referencias bíblicas y un dramatismo similar a «Heaven’s Hung in Black» del álbum «Dominator».
En definitiva, un gran disco que sigue la estela de los anteriores trabajos de W.A.S.P. con un Blackie Lawless muy inspirado a los 59 años, aunque físicamente no esté en su mejor momento, que hará las delicias de quien disfrutó con The Crimson Idol.
Dani R.
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