Calificación del editor

Con 'Black Majik Terror' no hay medias tintas: o te encanta o lo aborreces. Si te gusta el metal ultra-rápido, afilado y deudor del material clásico de la década de los ochenta no debes dejar de escuchar este segundo largo de Stälker.

7
VALORACIÓN

stalker

STÄLKER
‘BLACK MAJIK TERROR’
Napalm Records

Aunque Stälker no son para nada una formación nueva, ‘Black Majik Terror’ es su segundo largo, me da la impresión de que este trío neozelandés, que ya ha descargado en nuestro país, sigue siendo una de esas gemas que todavía está por descubrir dentro de la gran familia metalera a excepción de los más devotos del estilo que practican: un speed metal salvaje, incendiario, con registros agudos y acometidas aniquiladoras que seguro te traerán al recuerdo nombres míticos y clásicos como Exciter, Venom, Raven o los germanos Vectom. Y es que todo, absolutamente todo, te hace retrotraerte a épocas pasadas, ya que la efectividad de su sobria producción se acabará convirtiendo en el mejor aliado de unas composiciones que suenan directas, explosivas y potentes. Además para acabar de poner la guinda a esta segunda entrega la banda ha apostado por una sugerente portada obra del prestigioso artista americano Bob Eggleton (Benediction, Burning Point, Sinister…).

Tal vez pueda sonar a obviedad, e incluso llegar a caer en la redundancia, pero lo cierto es que en líneas generales las nueve composiciones contenidas en ‘Black Majik Terror’ suenan más veloces, incisivas y amenazantes que las que facturaron en su antecesor ‘Shadow Of The Sword’. Además, el trío ha añadido en esta ocasión una dosis extra de épica, con lo que han conseguido que sus nuevos temas suenen todavía más aniquiladores y adictivos. Y eso queda patente desde la inicial “Of Steel And Fire”, una carrera desatada en la que el trío neozelandés parece no querer hacer prisioneros y esta dispuesto a aniquilar al oyente desde el mismo arranque, invitándole al headbanging en un corte directo y certero que servirá para poner de manifiesto su devoción por la velocidad, los coros, y los fraseos aniquiladores de guitarra.
Seguramente tras degustar el corte de apertura los menos avezados a este estilo habrán tenido suficiente y optarán por pulsar al stop de sus reproductores. Pero para los que adoramos esta forma de metal la fiesta no ha hecho más que comenzar. Un órgano lejano y con tintes fúnebres será el encargado de abrir la pieza que presta título al álbum ‘Black Majik Terror’, sumergiéndonos de lleno en una ambientación propia del heavy metal épico. Pero será tan solo un espejismo porque la maquinaria de Stälker no tardará en ponerse en marcha para hacernos cabalgar propulsados por la dinámica avasalladora de la base rítmica y esos coros que corean una y otra vez el nombre del tema para acabar rematando la jugada con otro de esos gritos ultra-agudos marca de la casa.

La estrecha línea que separa el speed del thrash llega a confundirse en “Sentenced To Death”, y no porque la propuesta de la banda cambie o modifique sustancialmente sus parámetros, sino más bien por el propio título, la temática ocultista de su letra y por el mayor protagonismo de una sección rítmica que en esta ocasión llegará a eclipsar la catártica sucesión de hirientes riffs de Chris Calavrias. Como habrás podido suponer a estas alturas, el sonido de Stälker bebe en gran medida de algunas de las bandas que fueron pioneras de la N.W.O.B.H.M., y es en cortes como el propio “Stalker” en el que el trío deja patente esas influencias.

Será durante “Holocene´s End” cuando la formación de Wellington levante por primera vez el pie del acelerador para sonar más oscura y demoniaca si cabe, dejando que sea el registro más teatral de Daif -recurriendo en varios pasajes a las voces dobladas y sus desquiciantes carcajadas- los que acaben marcando una pieza que destila un aroma ocultista y demoniaco durante su primera mitad para acabar desembocando en una cabalgada repleta de aromas clásicos. Nuevamente volverán a repetir una fórmula similar a lo largo de “Domolition”, con una primera mitad en la ponderarán la velocidad para dejar que una crujiente parte intermedia sirva como reclamo para conectar con el oyente antes de noquearle definitivamente en su salvaje andanada final.

Como buenos discípulos del heavy metal más clásico y añejo tampoco podía faltar esa especie de tributo a Black Sabbath durante los compases iniciales de “The Cross”, en el que bajarán notablemente el nivel de velocidad y la afinación de los instrumentos para posteriormente hacer estallar otra tormenta de watios y velocidad. Con la banda absolutamente desatada y un grito marca de la casa se abre “Iron Genocide”, esta vez apostando por una estructura más lineal y en la que la caña, los contagiosos coros, y el soberano trabajo de Nick Oakes acabarán siendo lo más destacable. El capítulo final para un trabajo cuya escucha pasa volando llegará con “Intruder”, que curiosamente pasa por ser uno de los cortes más pegadizos de todo el plástico, ya que la reiteración de su estribillo y la explosividad de sus riffs lo convierten en un arma segura de cara a los próximos directos de la banda.

No creo que ‘Black Majik Terror’ sea un trabajo en el que pueda haber mucho debate. No pienso que haya medias tintas: o te encanta o lo aborreces. Así que como comenté al principio de la crítica si te gusta el metal ultra-rápido, afilado y deudor del material clásico de la década de los ochenta no debes dejar de escuchar este segundo largo de Stälker, seguro que no te defraudará.

Alfonso Díaz (en colaboración con www.rockeandobcn.com)