Calificación del editor
Un trabajo que funciona a flor de piel. Emociona. Y eso ya quedó claro con la salida de sus dos sencillos: “Empty throne” y sobre todo “Blossom”, que enamorará al más pintado.
ALAZKA
«PHOENIX»
Sharp Tone Records
Pongamos las cartas sobre la mesa. No soy especialmente aficionado a la nueva ola de Metalcore melódico tan marcado por los dejes de Post Hardcore (y eso que son géneros que por separado me encantan) o directamente transcritos del emo. Pocos grupos consiguen sacarme del tedio de distinguir entre melodías y elementos más clónicos de lo que ya de por si es habitual en todo aquello que lleve el sufijo “core”.
Sin embargo, y ya desde su etapa anterior, Alazka (O Burning down Alaska antes de resurgir de sus propias cenizas) han formado parte del pequeño grupo de bandas pertenecientes a este movimiento que consiguen generar en mi un interés real. Una conexión. Y es que tras haberlos podido disfrutar dos veces en directo, una de ellas con cada formación y nombre, la clave del grupo es justamente eso: transmiten. Son capaces de hacer llegar la pasión que ponen en lo que hacen más allá de gritarlo a los cuatro vientos.
En esta nueva etapa iniciada por “Phoenix” nos traen más de lo que ya hicieron con “Values & virtues”, solo que un peldaño por encima. Las melodías son más etéreas y poderosas, y el trabajo de los vocalistas es sublime, pasado por muchos más matices de los que aparentan a primera escucha, sus rangos se mueven de forma tan natural como fluye su base.
Un trabajo que funciona a flor de piel. Emociona. Y eso ya quedó claro con la salida de sus dos sencillos: “Empty throne” y sobre todo “Blossom”, que enamorará al más pintado.
Cierto es que el disco funciona de una forma muy lineal. Al fin y al cabo, pertenece al subgénero que pertenece. Tal vez esta sea su principal lacra. En un futuro los chicos deberían perderle el miedo a salir de esta zona de confort colectiva y empezar a difuminar más sus propias fronteras. Por suerte, lo orgánico del conjunto hace que este termine siendo un mal menor.
Y es que en cuanto Alazka acepten que su potencial va mucho más allá de ser un gran grupo de Metalcore, que tienen las herramientas para romper esa pared, podremos estar ante un conjunto que puede dar mucho que hablar más allá de nuestras propias auto imposiciones.
Titus Bellès
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