Calificación del editor
“Thrice Woven” es un sólido regreso a la primera etapa de Wolves In The Throne Room haciendo lo que mejor saben hacer. Es épico, majestuoso y digno de Calíope.
WOLVES IN THE THRONE ROOM
«THRICE WOVEN»
Artemisia Records
Según la mitología griega, Calíope es la musa de la poesía épica y la elocuencia, representada con normalidad como una joven de aire majestuoso. No es de extrañar que cuando los hermanos Weaver bautizaron con este nombre a su granja en las afueras de Olympia, surgiese durante el invierno de 2004 algo tan épico y majestuoso como Wolves In The Throne Room. Inspirados por el Black Metal noruego de principios de los 90, el grupo surgió como una simbiosis entre dicho género y la atmósfera del paisaje del noroeste americano, dando lugar a un estilo único que atrapó al oyente entre riffs agresivos, bosques nublados, blast beats, tormentas de lluvia y voces desgarradoras a lo largo de cinco excelentes discos de estudio.
“Pero David, ¿cómo puedes siquiera calificar a “Celestite” de excelente?”
Es verdad. En 2014 y después de 4 discos de Black Metal Atmosférico los hermanos Weaver decidieron sacar “Celestite”, un disco que mezclaba elementos ambientales, electrónica, sonidos drone y muy poco metal. Completamente diferente a sus predecesores. ¿Completamente? Bueno, eso es lo que le pareció a gran parte de la crítica, que lo encontró decepcionante en comparación a su etapa previa, pero la verdad es que creo que la gente no supo interpretarlo. “Celestite” es capaz de evocar la atmósfera y el ambiente oscuro del paisaje norteamericano tanto o más que sus predecesores. Más o menos parecido a lo que hizo Burzum con “Rundgang Um Die Transzendentale Saule Der Singularitat” en “Filosofem” o en su última etapa, compuesta únicamente de discos ambientales y demostrando que no hace falta recurrir al Black Metal para que algo suene frío, oscuro, triste y desolador. Capaz de evocar el sentimiento de la naturaleza misma. A pesar de eso, los intensitos del trvísmo no vieron con buenos ojos este cambio y el grupo prometió una vuelta a los orígenes con “Thrice Woven”, su nuevo disco de estudio.
“Thrice Woven” es un sólido regreso a la primera etapa de Wolves In The Throne Room haciendo lo que mejor saben hacer. Es épico, majestuoso y digno de Calíope. La producción del disco brilla no sólo por la calidad del sonido en instrumentos y voz, sino también por no haber sacrificado esa esencia cruda y fría que caracterizó a sus primeros trabajos. Pero no es oro todo lo que reluce en el salón del trono. El único problema de “Thrice Woven” es la falta de conexión entre pasajes. Tenemos una clara vuelta a sus orígenes en el Black Metal Atmosférico con partes ambientales aisladas que recuerdan a “Celestite” pero que no terminan de encajar en ninguna de las canciones, como si en vez de formar parte de ellas rompiesen la estructura y de repente olvidases lo que estabas escuchando en un principio. Lamentablemente esa sensación prácticamente transcurre a lo largo de todo el álbum. A pesar de ello, el grupo cumple con su esperado regreso en un trabajo más que completo y decente.
David Hernández
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