Calificación del editor
Un disco que es capaz de mostrar tal multitud de detalles que hacen que cualquier aficionado al progresivo tenga un motivo para escuchar cualquiera de las canciones.
SONS OF APOLLO
«PSYCHOTIC SYMPHONY»
Inside Out Music
Da la sensación de que de un tiempo a esta parte la proliferación de supergrupos está a la orden del día. Quizás sea por la necesidad de dar un paso hacia una zona alejada del confort o simplemente por inquietud artística, la cuestión es que este es otro de esos casos en que cinco genios se juntan, conectan y trabajan para ofrecernos uno de los discos del año.
Detrás de este proyecto están unos de los culos más inquietos de la música, Mike Portnoy, y su antiguo compañero en Dream Theater, Derek Sherinian. Y al escuchar este trabajo, podemos afirmar que la química de aquellos tiempos no se ha perdido. El origen de este disco hay que buscarlo en una colaboración puntual previa con ellos en la que Tony Macalpine y Billy Sheehan completaron la banda, y de la que quedó un sublime directo como prueba. Aquello despertó el interés por hacer un disco juntos, aunque al final Ron “Bumblefoot” Thal fue el escogido para las guitarras. Pero no querían que esta vez fuera instrumental, y si hay un vocalista que les iguale en curiosidad y se caracterice por estar en mil proyectos, ese es Jeff Scott Soto.
Con un quinteto así pueden pasar dos cosas, que la lucha de egos diluya un prometedor proyecto o, como es el caso, el talento navegue en una dirección común y presenten un disco a la altura de las circunstancias y los nombres. Con la primera escucha de «Psychotic Symphony» uno entra de lleno en los complejos paisajes musicales que la banda nos presenta con la inicial «God Of The Sun», cuyo exótico inicio nos lleva por un viaje en tres etapas a lo largo de los once minutos que dura (el corte más largo del disco), con un estribillo que se engancha enseguida y un pasaje instrumental en el que parece como si los cuatro músicos se batieran en duelo y que hará las delicias de los seguidores más clásicos de Dream Theater.
Pero no todos los cortes destilan tanta complejidad, la carta de presentación de este «Psychotic Symphony» vino de la mano de dos temas muy directos, «Coming Home» y «Sing Of Times». Estos, junto a «Alive», serían los temas más radiables, aquellos singles que en estos últimos años Dream Theater no ha conseguido tener. «Laberynth» es la prueba que demuestra porqué la de Soto debería ser considerada una de las voces definitivas del Rock, tanto por los rangos como por los matices y la intensidad que ofrece en cada interpretación. Este es otro tema épico en el que además destaca el excelente trabajo de todos los músicos.
Y si buscamos algunas diferencias más con Dream Theater es en las voces y los teclados donde las podemos encontrar. Sherinian tiene un sonido mucho más clásico y elegante llegando a recordar a John Lord en un tema como «Divine Adiction» o en los dos instrumentales que completan el disco. También hay espacio para los riffs más duros de «Lost In Oblivion» o «Sign Of Times». En definitiva, un disco que es capaz de mostrar tal multitud de detalles que hacen que cualquier aficionado al progresivo tenga un motivo para escuchar cualquiera de las canciones y pueda seguir disfrutando del disco al completo antes de dejarlo en un lugar privilegiado dentro de la colección privada de cada uno.
Maese Leiva
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