Calificación del editor
'Regreso al futuro' pasado por el tamiz de Skeletoon. Power metal en estado puro.
SKELETOON
‘THE 1.21 GIGAWATTS CLUB’
Scarlet Records
Regresa el mes de octubre y con ello volvemos a tener nuevo material de los reyes del Nerd – Metal (como gustan llamarse ellos mismos).
Sí amigos, nuevo material de Skeletoon, maestros del power metal basado en historias que todos los que empezamos a peinar canas conocemos.
Si en el 2019 nos daban una bofetada musical con su ‘They Never Say Die’ basado en la mítica película ‘The Goonies’ y en el 2020 nos aplastaban con ‘Nemesis’, en el cual ellos eran los superhéroes, en este 2021 nos presentan este ‘1.21 Gigawatts Club’ donde nos narran las peripecias de Marty McFly en ‘Regreso al Futuro’.
Valga decir que este año 2021, debido a la pandemia, está siendo tan y tan prolífico en cuanto a lanzamientos musicales, que creo que nos estamos empezando a saturar un poquito.
¿Porqué digo esto? Pues porque después de flipar con ‘They Never Say Die’ y alucinar con ‘Nemesis’, me enfrenté a este disco y me llevé tal chasco que no podía creérmelo. No podía ser que uno de mis grupos favoritos en los últimos años me defraudara. Así que decidí meterlo en la “nevera” y dejarlo reposar, pues en mi surgía el presentimiento de que al final el disco seria de mi agrado.
Y dicho y hecho, lo dejé reposar y madurar, cuál buen vino, y el resultado ha sido el esperado.
La portada, como ya viene siendo usual, hace referencia a la historia que nos cuentan, en este caso es el típico reloj de los viajes en el tiempo del sr. McFly y una simulación de lo que sería un túnel del tiempo, sencilla pero muy efectiva y llamativa. Y como siempre obra del maestro ilustrador Stan W. Decker.
En el seno de la banda se ha producido un cambio en las guitarras quedando la banda compuesta por Tommi Fooler a las voces, Andrea Capellari y Fabrizio Taricco a las guitarras, Giacomo Stiaccini al bajo y Enrico Sidoti a las baterías. Además han tenido las colaboraciones de Simone Bertozzi (Ancient Bards), Simone Mularoni (DGM) y Alessio Lucatti (Vision Divine). Y todo ello lo han grabado, como siempre, en los Domination Studios de Simone Mularoni.
Después de las presentaciones vamos al turrón. Musicalmente nos vuelven a dar esa dosis de power metal rápido a la par que melódico, contundente a la par que dulce, y que actualmente pocos grupos conjugan con esta maestría. Incluso atreviéndose a no crear tantos temas tan rápidos han conseguido conjugar un gran disco, que sigue la estela de sus predecesores.
Vamos, que manteniendo sus señas de identidad, han buscado darle una vuelta de tuerca más a su sonido, consiguiendo un resultado impactante, aunque difícil de entender a primera escucha.
El más claro ejemplo de que no se han olvidado de hacer temas hiper rápidos es el pelotazo «Holding On», donde parece que los parches de los bombos de Enrico van a explotarte en los oídos, ¡qué velocidad!
Y después tengo que destacar un cuarteto de temas que son los mejores del disco y es ahí donde creo que han arriesgado más dentro de su sonido y son los que más me gustan de todo el disco.
«The Pineheads» presenta un aire más hard rockero y resulta sublime; «2204» tiene unos sintetizadores que le dan un aire más moderno al tema y unos coros que se te clavan en la cabeza, imposible dejar de canturrearlos; la balada «Enchant» es embriagadora y envolvente; y «We don’t Need Roads» es lo más similar a Helloween que les he escuchado nunca. Si cierras los ojos en los puentes y estribillos de este tema puedes ver a las calabazas dando caña.
Y para finalizar el disco se desmarcan con una versión del mítico «Johnny B. Goode» llevada a su terreno que les ha quedado realmente bien.
Total, que después de once temas y unos cincuenta minutos de música, me queda la sensación que hice bien dejando reposar el disco pues sumergiéndote en él con la mente despejada consigues sacarle todo el potencial que tiene.
El mundo nerd sigue en todo su apogeo y no me queda otra que esperar al siguiente episodio.
Enrique Sobrino
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