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VADER + HATE + SHREDHEAD
Razz2, Barcelona, 28.03.3015
Promotor: Madness Live!

Es cierto que Vader es una banda que nos viene visitando asiduamente, pero la verdad es que me llevé una sorpresa mayúscula, y por qué no decirlo, una tremenda decepción al ver la poca respuesta en cuanto a público que esta noche hubo en la 2 de la Razzmatazz. Supongo que la proximidad del concierto de Moonspell y SepticFlesh o incluso la de Marduk restó un número amplio de potenciales espectadores que se hubieran acercado a ver a los polacos… Craso error, ya que Vader son un seguro; desde los noventa que les veo en directo, y creo recordar que nunca han dado un mal show por lo que, sabiendo esto y además con la bestia de disco que presentaban, “Tibi Et Igni” se llama el susodicho, las huestes de Peter nos iban a dar candela de la buena otra vez.

Para calentar a los muy poquitos que estábamos allí en ese momento, saltaron a por todas los israelíes SHREDHEAD, practicantes de un Thrash con toques muy groovies y alguna que otra similitud, no solo en el aspecto físico de su cantante, a los legendarios Pantera. Poco conocía de ellos, pero la verdad es que me convencieron, no solo por su fantástica entrega sino también por temas que poco a poco iban haciendo mella y penetrando cual martillo percutor en la frialdad normal con la que se recibe, desgraciadamente, a los teloneros y más si son unos completos desconocidos. Las constantes arengas de su vocalista Aharon Ragoza poco a poco surtieron efecto y pudimos disfrutar de temas como «Death is righteous» o «Devils race» saliendo victoriosos de esa a veces difícil batalla como es abrir un concierto donde lo que predomina es el distanciamiento con el público. Notable presentación entre nosotros y no les perderé la vista.

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No sé por qué, pero los polacos HATE nunca han sido santo, mejor dicho, demonio de mi devoción… Sus discos no me atrapan y, aunque he de reconocer que su Black / Death de tintes eminentemente Behemothianos tiene “su qué”, no ha hecho que me meta más en su música… Tal vez sea culpa mía, seguro vamos, pero después de verles esta noche tampoco han logrado destruir esa sensación que me producen enlatados. Para ser sinceros, he de reconocer que había mucha expectación por verles y que respondieron con una gran actuación, sonando fríos y poderosos, a la yugular, y convenciendo ampliamente a los que se habían acercado a verles… Por dicho motivo, encauzo esta review desde la mayor de las imparcialidades y no sucumbiendo a las sensaciones que me producen. «Omega», «Erebos», «Hex», «Valley Of Darkness»… Iban cayendo sin descanso, sin piedad, con una banda que sonaba de lujo, capitaneada por el guitarrista y vocalista Adam «The First Sinner».

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Que ante tamaña capacidad de sonar bien me quedara más bien absorto de lo que sucedía encima del escenario fue porque muchos de los temas, a pesar de empezar con fuerza, con buenos riffs, para mí, que quede claro, caían en la repetición, en la monotonía sin apenas latigazos que me hicieran salir del ensimismamiento. Repetición de esquemas y pocas sorpresas, vamos… Tal vez es lo que buscan, pero un servidor necesita algo más… Y ellos no me lo dan… A ver si poco a poco me “convierten”….

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Vader lo volvieron hacer, volvieron a impartir una soberana lección de Death / Thrash / Black demoledor, con actitud, potencia y mala leche, vaya, lo que siempre nos han dado. Siguen atrapándome como en aquella lejana noche en la sala Garatge, repartiendo dosis de riffs maléficos y malsanos y haciendo que, durante una hora, nuestros cuellos se jueguen su estabilidad. Piotr sigue incansable, apoyándose en una banda brutal en directo con Spider en las guitarras y Hal al bajo, pero sobre todo con un batería, en la persona de James Stewart, que es una verdadera apisonadora en directo… De esta manera es imposible que nos decepcionen como así fue, marcándose otra vez un show de los que te dejan mella y, sobre todo, la alegría que da el comprobar la buena salud de la que goza una de las bandas longevas y capitales que corren por ahí.

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Empezar con las novedosas «Abandon all hope» y «Go to hell» no fue óbice para que nos metiéramos desde el minuto uno en su propuesta y, adentrándonos entre sus malsanos riffs y la neblina que se proyectaba desde el escenario, fuéramos fustigados con las esperadas y reverenciadas «Come and see my sacrifice», «Silent empire» o esa bestialidad que es «Sothis». Uno de los éxitos de Vader en directo es la cercanía que su frontman derrocha encima de las tablas, es un tipo curtido en mil batallas ante público de todas partes del mundo, por lo que ese buen hacer no hace más que acrecentar el cariño que puedas tener por la banda… No es tema baladí, no solo hay que saber tocar y componer, al menos en directo también hay que hacer que la gente esté pendiente de ti, llevarles al estado que tú quieres que tenga y eso no es fácil.

Con «Carnal», «Dark age» y «Wings» se despidieron momentáneamente de nosotros, pero no tardaron para hacernos vociferar el «Halleluyah!! (God is dead)», retirándose ya definitivamente y dejarnos convencidos de que tenemos VADER para rato… ¡¡¡Son unos de los grandes!!!

Texto: Jaume Bellini (crónica cedida por www.tremors666.com)
Fotos: Irene Serrano