Calificación del editor

El ruido bien entendido, sin límite compositivo.

7
Berridos
6
Ruidaco
5
Afinación
9
Rabia

«She loves you», «I want to hold your hand», «Love me do»… Nadie va a culpar ahora a The Beatles por haber compuesto las bases innegables del pop. Dados a principios de los 60 a la melodía pegadiza, al azúcar sin medida y el querer llegar al público masivo por primera vez, tres de los aspectos más definitorios y recordados de los cuatro de Liverpool, arrastran el sambenito de blandengues y fáciles entre los que no se atrevieron a meter las narices en su discografía más allá del año 65, cuando se publicó «Help!».

The Beatles redefinieron la forma de hacer música. Desarrollaron el rock que tanto popularizó Chuck Berry y lo llevaron más allá. Amaron la distorsión, compusieron surrealismo, tocaron hasta arriba de anfetas en clubs alemanes para salir adelante, gritaron, hicieron ruido, popularizaron la estructura del LP. A estos se les debe mucho; que pregunten a gente como Ozzy o Grohl qué han sido para ellos.

Se adelantaron a su época cuando los 70 se acercaban y el hard rock empezaba a enseñar la patita. Hicieron hard rock, por supuesto. Y psicodélico. Y progresivo.

Cuenta Paul McCartney que, allá por el año 68, en plena resaca del Sgt. Pepper’s lonely hearts club band y el Magical Mystery Tour y con mil ideas en la cabeza que bulleron hasta dar a luz al llamado «Álbum blanco» de The beatles (que en realidad es homónimo), doble y experimental hasta la médula, sacó en una conversación que había llegado a sus oídos que The Who se habían liado con el ruido. Que habían hecho algo raro, nuevo y llamativo, que tenía fuerza y rabia. Que ellos también podían hacerlo, por supuesto, así que vamos a desafinar las guitarras.

El resto queda para el futuro, uno que pronto cumplirá 47 años, cuando nació «Helter skelter», un tema que -en el lado escabroso- inspiró asesinatos terribles y que no pretendía más que levantar la alfombra y mirarse adentro para sacar todo lo que hubiera. Se habla de versiones de 20 minutos de este tema, en cuya toma final Ringo acaba tirando las baquetas al suelo, al grito de «¡Tengo ampollas en los dedos!»

Hay mucho que rascar en The Beatles: eso lo sabéis muchos de vosotros. Y los que no lo sepáis, por las razones que sean, haceos con la llamada segunda época del grupo de Liverpool, de Rubber Soul (1965) en adelante. Os dejo con una versión muy currada del tema, de los Teenage Kicks, que no dista mucho del original. Es simplemente porque tengáis un vídeo que ver y no se quede la cosa solo en mero audio.

Volvedme enteros el finde, que el próximo viernes paso lista.