_DSC5972-Editar

LACRIMOSA + EVA
10-12-2015, Teatro Vorterix, Buenos Aires, Argentina

Con el Vorterix a oscuras, listo para que comience el show, tuve una regresión, uno de esos momentos donde por tu mente pasan mil recuerdos gracias a lo que estás por vivir.

Por diversas razones me perdí todas las visitas previas de la banda a nuestro país, pero ahí estaba, parado en la oscuridad del Vorterix a punto de saldar una deuda enorme con mi yo del pasado, el que hace más de 10 años iba al secundario con su mochila negra con el logo de Lacrimosa.

La banda soporte fue Eva. Es la cuarta vez que los veo en vivo y sonaron mejor que nunca, el disco nuevo que están presentando (“Sobrevivientes”) contiene algunos de los momentos más pesados que alguna vez parieron. Sorprendió su corto setlist y la espera hasta que salga Lacrimosa se hizo larga y tediosa, pero si esperé 12 años para ese momento, no tenía de qué quejarme por algunos minutos más.

Cuando apagaron las luces de nuevo, un recinto con bastante convocatoria (aunque arriba estaba cerrado) recibió a la banda, a la hermosa Anne Nurmi y a un lesionado Tilo Wolff, muleta en mano, que aunque estuvo sentado la mayor parte de la noche, no le impidió dar una performance excelente.

_DSC5995-Editar

La excusa de la gira era doble: por un lado, el lanzamiento del recomendado “Hoffnung” y, por otra, los 25 años de Lacrimosa. Podría estar horas nombrando aciertos sobre la noche, pero voy a intentar ser conciso y objetivo. “Kaleidoskop” fue la segunda canción de la noche, sin contar la intro, y fue un gran acierto haberla incluido. Es una maravilla en vivo y espero que la mantengan a futuro.

La seguidilla “Schakal”, “Stolzes Herz” y “Apart” no dieron respiro a la nostalgia y todos se lucieron, incluyendo al público que no dejó de alentar a Lacrimosa en toda la noche. De todas formas, en este momento saltó a la luz el único punto negativo de la velada: la voz de Anne estaba muy baja por momentos y se perdía en la mezcla.

Lo mismo pasó con el bajo en más de una ocasión, pero fueron detalles, ya que el sonido fue muy aceptable teniendo en cuenta que el público argentino sufrimos míseras presentaciones como la de Mastodon (no me canso de bastardearla en cada ocasión que tengo).

_DSC6004-Editar

_DSC6012-Editar

Mencioné que Tilo se presentó con muletas. Lo único que supe al respecto es que se lesionó en un pequeño accidente en su auto y eso no le impidió querer salir de gira. Metaleros puristas podrán tildarlo de gótico maricón, pero bien que tiene los huevos bien puestos. ¿Cuántas bandas cancelaron sus presentaciones acá por asuntos mucho más insignificantes? Mejor ni empecemos a contar.

Lacrimosa cumplió 25 años de carrera y al curioso frontman se lo ve con las energías de un pibe de 17 años. Mueve las manos al compás de la canción de turno en todo momento, cual director de orquesta (en “Alleine zu zweit” fue sublime), y hasta se lo ve cantando lejos del micrófono las partes que le corresponden a Anne con una pasión envidiable. El corazón entre llamas, sin dudas.

El escepticismo de la gente al escuchar el término “música gótica” debe ubicarlos mentalmente en una posición diametralmente opuesta a la que se vivió esa noche en Vorterix, porque por más oscuras e invernales que puedan ser muchas de las letras que nacieron de la pluma de Tilo, el ambiente no podía ser más cálido. El cariño fans-banda fue uno de los más fuertes que vi en todos los años que llevo yendo a recitales y los interminables cánticos de aliento al frontman y a la banda hicieron que Tilo se emocione y admita que son pocas las audiencias que muestran tanta pasión como la de Argentina.

_DSC5994-Editar

Para ir cerrando voy a englobar lo ocurrido: fue una noche muy buena, con un setlist extenso, un sonido más que aceptable y una banda que dio todo en el escenario. La belleza y el talento de Anne Nurmi siguen siendo atemporales. Tilo sigue dejando su corazón desnudo ante el micrófono y sus creaciones. Punto extremadamente alto de la noche fue “Durch Nacht und Flut”, cuya versión en español desgastó cada garganta al unísono.

Lo que no comprendo para nada es a toda esa gente que pidió hasta el hartazgo “Copycat”, canción que hasta el mismo Tilo admitió que es de lo peor que compuso. De todas formas terminó cerrando la noche con ella, de seguro para satisfacer a los fans que preferían el “hit fácil” ante la posibilidad de escuchar alguna otra joya perdida entre su discografía. Digamos que tras 25 años de carrera y 11 impecables discos de estudio había mejores elecciones para cerrar un recital de semejante calibre.

La sonrisa de todos ante un mar de ropas oscuras y vestimentas góticas saliendo del Vorterix me hicieron saber que el éxito de la velada fue unánime.

Texto: Sebastian Giardino
Fotos: Pablo Gándara