Bauda 3

BAUDA
29.03.2016, Sala Master Universidad de Chile

BAUDA es para mí Rock Progresivo y del Bueno.
Este tipo de sonido tiene una serie de requerimientos que en otras líneas musicales se pueden obviar (o al menos, no ser tan exigentes). Disciplina, nobleza y alto nivel técnico son, para empezar, una necesidad y esta agrupación posee estas características a cabalidad.

La banda no es nueva en la escena nacional y eso se nota. Con tres discos de estudio y un alto número de presentaciones en vivo, podemos decir que tienen muy claro hacia donde apunta su evolución.

La cita esta vez fue en Sala Máster a las 21h00, pero estamos en Chile y un retraso de 20 minutos sólo consiguió aumentar la ansiedad de un público cautivo que asistió, teniendo como único motivo, ver que estos cuatro músicos ya no están para cosas pequeñas.

Con su último disco “Sporelights” estrenado en 2015 bajo el brazo, todo hacía presagiar que estábamos frente a un gran momento. Como la tradición no pasa de moda y crea un sello, parte la velada con la clásica intro, seguida de “Humanimals” del disco “Euphoria of Flesh, Men and The Great Escape” (2012) y el agrado a los sentidos llega de inmediato. La mezcla de sonidos se cuela e instantáneamente se percibe lo que ha sido el crecimiento de estos músicos. Los años no han sido en vano y el esfuerzo tampoco. Acto seguido suena “Sporelights”, canción que da nombre a la última producción discográfica de la banda. Y aquí me quiero detener para hacer una apreciación personal. Debo decir, para ser fiel a la verdad, que hace tiempo no escuchaba un disco que me gustara de principio a fin. Cuando tuve tiempo de ponerle atención, no había leído ningún comentario al respecto, no sabía que la crítica había sido tan favorable, por lo que mi apreciación no estaba sesgada. Podría entender que alguien al leer esto diga que se trata de un nacionalismo exacerbado, pero en mi caso, es todo lo contrario.

Bauda 1

Continuamos con “Oceania” y es aquí donde vemos la multiplicidad de recursos a los que la banda es capaz de recurrir para llegar al sonido deseado. Donde muchos se conforman con la fórmula simple, estos músicos son capaces de ir un paso más allá. Cuando la guitarra de César Márquez es tocada con un arco, el resultado es notable.

Continúan con “Trastornos”, instrumental y extensa. Casi 15 minutos que como su nombre dice, se pasean por todos los estados y por todas las métricas. La batería de Nikolás Recabarren, va de un lado a otro con especial naturalidad, se destaca también el impecable sonido del bajo entregado por Juan Díaz Ortega. Continúan con “Tectonic Cells” y “War” del disco “Sporelights”, la primera con un sonido que me trae a la memoria algo de Emerson Lake and Palmer y la segunda con la profundidad necesaria para sobrecoger a un público que a esas alturas ya se siente más que pagado con lo que acaba de contemplar.

Pero las sorpresas durante la noche no paran y como si no fuera suficiente con la calidad de estos 4 músicos, traen un invitado de clase mundial. René Rutten, guitarrista y co-fundador de The Gathering, productor del último LP y, a estas alturas, amigo personal de la banda. Se hace presente para acompañarlos en “Vigil” y “Asleep in Layers”. Y aquí me detengo nuevamente para decir que es indiscutible la influencia que este grande de las cuerdas ha dejado en la agrupación y eso, se agradece.

Bauda 2

La despedida llega con “Ascension” para cerrar con broche de platino una noche redonda.
No puedo decir más que el tiempo se me pasó volando al ver que este cuarteto que está listo para ser catalogado como “Producto de Exportación No Tradicional”. El respeto que tienen por el trabajo que realizan está impreso en cada nota, en cada arreglo, y se nota que lo disfrutan. Alguien me dijo una vez que “cuando amas tu trabajo, entonces no es trabajo” pero yo en esta ocasión voy a discrepar. Aquí si hay trabajo, mucho y salta a la vista (o al oído).
Sin ánimo de quitarle algún mérito a la presentación debo decir que el calor y algunos detalles de saturación en el sonido fueron lo único negativo. Lo demás, simplemente impecable.

Para cerrar quiero comentar que la inclusión del nuevo tecladista, Eliseo Peña (Favna Abisal), ha sido un total acierto. Considero que ha conseguido incluirse en la banda de forma orgánica y apuntando precisamente a lo que anteriormente he denominado “nobleza”. No hay afán de competir musicalmente con sus compañeros, sino de integrarse y complementar la propuesta que a estas alturas tiene, a mi juicio, muchísimo que entregar…

Texto: Paulina Jett y Carolina Beltrán
Fotos: Pablo FS ( https://www.facebook.com/pablofuentefoto)