Calificación del editor

El nombre de Witchery siempre será recordado como uno de los que más resonó en la escena. Century Media decide reeditar sus primeras y más importantes grabaciones.

8.5
VALORACIÓN

witchery dead hot ready
WITCHERY
‘RESTLESS & DEAD’
‘SYMPHONY FOR THE DEVIL’
WITCHBURNER EP’
‘DEAD, HOT & READY’
Century Media

Han pasado ya más de veinte años desde que Witchery editasen su primer trabajo. Un álbum al que bautizaron con el nombre de “Restless and Dead” y que sirvió como punto de partida a su “variable” carrera profesional, que ya dura, como decimos, más de dos décadas. Un largo periodo donde la banda sueca ha deleitado a sus fans con ocho trabajos donde siete de ellos son larga duración, y el otro, su segundo trabajo, es un ep que contiene versiones de temas de sus bandas influyentes junto a un puñado de temas propios. Un material, todas estas grabaciones, que pueden saber incluso a poco viendo los años transcurridos desde su nacimiento hasta estos días. Escaso material para una banda con el estatus adquirido en aquellos años, que además si sumamos la desconexión de la escena que por muchos momentos existió con Witchery, daríamos con la “variable” carrera profesional que más arriba hemos nombrado. Una cierta variabilidad en su carrera a niveles generales, que puede deberse a varios motivos pero que nosotros hemos querido simplificarlo a un aspecto esencial, a nuestro entender, y que no es otro que el de su line-up.

Con una formación de músicos de nivel elevado, con una reputación muy puntera dentro de la escena, miembros de formaciones de peso donde podemos dar nombres como los de Arch Enemy, The Haunted, The Night Flight Orchestra, Bloodbath, Opeth, etc.. por nombrar algunas, puede ser algo entendible la cierta inestabilidad que siempre ha mantenido la carrera de esta banda. Con miembros fijos en formaciones de este primer nivel, comprometidas con ellas al máximo, puede entenderse que Witchery termina por convertirse en un proyecto situado en un segundo plano, al que se le dedica la atención requerida cuando sus principales obligaciones lo permiten. Por lo tanto es evidente, como decimos, que este vaivén en la carrera de Witchery tiene una excusa básica y no es otra que la de ser un proyecto latente de miembros amigos con otras funciones en otras formaciones instaladas en lo más alto de la escena metálica u otras con mayor
prioridad.

Una vez expuesta la más que probable causa de la poco fructífera carrera musical en líneas generales de Witchery, recordaremos, como apuntamos al principio de la reseña, que Witchery editó ocho grabaciones; la primera de ellas en 1998, y la última que data de 2017. Y que de entre este material editado durante todos estos años, se pueden distinguir dos etapas muy claras. La primera sería la de sus cuatro primeras grabaciones y la segunda, las cuatro restantes. ¿Y por qué esta distinción? Pues porque existe una evidente diferencia entre ambas etapas: una relevante y otra, como es normal, casi irrelevante.

Los cuatro primeros trabajos de Witchery son los que más repercusión tuvieron, y tienen, de su carrera. Sus grabaciones más representativas que fueron las encargadas de poner en el aire la música de estos suecos. Una música que fue acogida gratamente por los fans convirtiendo a Witchery un nombre con cierto nivel dentro de la escena. En cambio, sus cuatro siguientes trabajos no han tenido ni la repercusión ni la aceptación de sus primeras grabaciones. Posiblemente, copiando el mismo patrón disco tras disco, sin aportar alicientes extra, y a esto sumando el tiempo que transcurría de la edición de un trabajo a otro, acabó con el cierto desinterés por parte de los fans quienes dejaron poco a poco a un lado la carrera de estos suecos para centrarse en otras cosas más llamativas y/o populares.

Si bien lo ofrecido por Witchery siempre ha consistido en copiar un mismo patrón, fueron sus primeros trabajos los que realmente conmovieron a los fans con dicha fórmula. La continua línea adoptada por la banda, siempre por la misma senda, no dio más que para algunos títulos interesantes, siendo el resto grabaciones que pasaron de forma desapercibida para la inmensa mayoría de fans de la música extrema. Es por ello, pasados todos estos años, que la potente escudería Century Media, decide reeditar sus primeras y más importantes grabaciones, para no dejar pasar la oportunidad de aquellos que no conocieron dichos discos y poder degustarlos a día de hoy. Sus primeros trabajos que, siendo honestos, ha de decirse son los de mayor interés para la mayoría de fans. Las que contienen un mayor aliciente en su música y que, a la vez, fueron responsables de la popularidad elevada de Witchery durante sus primeros años de existencia.

Unas reediciones que cuentan con el añadido que existe al degustar material reeditado por una potente compañía. En éstas se incluyen aspectos adicionales convirtiendo el material ofrecido en un plato con mayor encanto. Empezando por un sonido mejorado y pasando por la inclusión de bonus tracks, fotos y letras. Estos aportes adicionales no hacen más que convertir estas grabaciones en algo muy goloso que al final terminará por ser consumido por el fan hambriento y curioso de material atractivo.

witchery destless and dead
Las grabaciones que Century Media ha querido poner de nuevo a disposición de los fans, son como decimos sus primeras cuatro grabaciones: “Restless and Dead” de 1998, “Witchburner” de 1999, “Dead, Hot and Ready” de también 1999, y “Symphony for the Devil” de 2001. Cuatro trabajos que encajaron perfectamente entre los fans y que son los responsables directos del estatus de Witchery como banda a día de hoy. “Restless and Dead” es indiscutiblemente su mejor trabajo, o por lo menos el más representativo que la banda sueca ha editado jamás. Este furioso álbum de Thrash / Death / Heavy, asombró a los seguidores del Metal más cañero, que vieron en esta perfecta fusión un producto más que apetecible para pasar un buen rato. Rápido, rabioso, descontrolado, Witchery grabó el que para muchos es su trabajo fetiche. Solo hay que escuchar el tema con el que comienzan el disco, “The reaper”, para entender a qué te enfrentas. Para mí, su mejor grabación de las ocho editadas.

witchery witchburner
Un año más tarde la banda edita un ep titulado “Witchburner” con el que homenajear y de paso mostrarnos de donde viene la idea ofrecida en este proyecto llamado Witchery. Siete temas donde los cuatro primeros cortes son versiones de sus bandas más influyentes. La primera versión está dedicada a la banda que posiblemente más haya marcado a esta banda sueca, Accept (solo hay que ver cómo se titula su primer trabajo para entenderlo mejor). “Fast as a shark” de los germanos Accept abre el trabajo para seguidamente mostrarnos “I wanna be somebody” de W.A.S.P, “Riding on the wind” de Judas Priest, y “Neon Knights” de Black Sabbath. Una colección de canciones, temazos por llamarlos de alguna forma, que dan muestra de la valía musical de esta banda. Los tres temas siguientes serían canciones propias que sirven para el relleno de este más que interesante ep.

Ese mismo año, con una actividad frenética y una banda dando buenos resultados a todos los niveles, Witchery editan “Dead, Hot and Ready” otro trallazo en la cara que vuelve a convencer de forma enérgica a los más allegados a la banda. Este disco sirve para mantener el nombre de Witchery muy iluminado en lo que serían los primeros años de la década de los 2000. Trabajo que vuelve a reproducir nuevamente la misma idea con la que comenzaron su andadura y cuyo resultado volvería ser muy positivo.

witchery symphony for the devil
Ya en 2001 llega “Symphony for the Devil”, cuarto disco y con el que de cierta forma, el interés por la banda decae siendo un disco que no termina de estar a la altura de sus anteriores. Nuevamente copiando la misma fórmula, recordemos que es lo que siempre han hecho, la banda saca a la calle un disco donde se le aprecia un punto más reservado que en sus anteriores trabajos, restándole en su faceta más descarada. Es posiblemente con este disco, donde Witchery pierde cierta credibilidad y con ello la causa de su cierto desvanecimiento en la escena. Desde aquí, hasta estos días, la banda ha pasado casi desapercibida incluso editando trabajos de un nivel bastante aceptable. Evidente, que desde este disco hasta la actualidad, Witchery no ha llegado a retomar la trascendencia con la que resonaron en los años de sus primeras grabaciones. Es, por consiguiente, que el sello encargado de la reedición de estos discos apostase por estos cuatro trabajos y no incluir ninguno más, entendiendo que son los que mejor han representado a una banda muy importante como es Witchery y su aportación a la escena musical.

Debemos resaltar que en estos discos coincide la misma formación para las cuatro grabaciones editadas. Toxine (Seance, Satanic Slaughter…) a las voces. Patrick Jensen (The Haunted, Satanic Slaughter, Seance…) a las guitarras. Richard Rimfält (Seance, Satanic Salughter…) compañero a las seis cuerdas. Micke Pettersson (Seance, Total Death..) a la batería. Y el que sea su miembro más significativo, Sharlee D´Angelo (Arch Enemy, The Night Fligth Orchestra, Sinergy…) al bajo. Un line-up en el que podemos observar que comparten gustos e incluso bandas en mucho de sus casos. La formación que podría considerarse como la esencial de Witchery.

Para todos aquellos que quieran conocer la mejor etapa, las mejores grabaciones, de una de las bandas que más dio que hablar a finales de los años mil novecientos noventa, principios de dos mil, este material les será de bastante ayuda, además que agradará. Para aquellos que les vieron nacer, recordar aquellos años con producto renovado y lleno de material adicional no está de más. Es más, se convierte en algo muy apetecible. El nombre de Witchery siempre será recordado como uno de los que más resonó en la escena. Desgraciadamente su buena etapa quedó en solo unos pocos años, aquellos en los que ofrecieron su mejor cara. Después ha sido todo una línea bastante recta de la cual no han sabido salir aún y que sigue anclando el nombre de Witchery en una pared trasera por donde no transita mucha gente.

Como ellos mismo dirían; inquietos y muertos. Mejor descripción imposible. Pero ojo, que no están enterrados.

F.