MONOLORD + CONAN
12/10/2017 @ DABADABA, SAN SEBASTIÁN
Promotor: Dabadaba
Todos hemos pasado por los estragos de la resaca. La noche es joven, tú eres joven y ya sea por motivo de celebración o de querer olvidar, cualquier excusa sirve a la hora de mezclar cuantas más sustancias etílicas, mejor. Al día siguiente cuerpo y mente desconectan del ser en una sucesión de dolores de cabeza, garganta, estómago… Ni un sólo ápice de ti se libra del castigo y tan solo deseas poder arrastrarte lo suficiente como para conseguir beber agua e ibuprofenos a raudales. Una vez un amigo me dijo que el Stoner es la banda sonora perfecta a semejante escenario y la verdad es que el pasado jueves 12 pude comprobar a qué se refería gracias a la compañía de Conan y Monolord en la capital guipuzcoana.
Nada más llegar, nos recibió la psicodelia del pasillo de la calle Mundaiz, número 8. Repleto de murales de arte alternativo en un ambiente joven y moderno que guió nuestros pasos hasta la entrada de la sala Dabadaba, una de mis favoritas en Euskadi. La luz de la sala era tenue, pero agradable. Reflejada en las minimalistas paredes y techo blancos, creando un contraste casi místico con dos únicos focos rojos que iluminaban el escenario de madera y palets reutilizados. Un escenario que ya albergaba la maquinaria de guerra de Conan. Los titanes del Stoner/Doom de Liverpool no tardaron en salir.
El público, numeroso pero tímido al principio, se fue acercando más a las primeras posiciones del escenario con la llegada de Conan, que nos recibió con el bajista alzando una copa de vino en salud de una actuación más que correcta, llena de cantos vikingos, decibelios, distorsión y buen rollo. El grupo descargó su material sin olvidarse de temazos como “Thunderhoof” o “Battle in the Swamp”. Sí que hubo por desgracia algún problema con el micro de Chris, que a pesar de darlo todo en los coros no terminó de escucharse bien. Jon también se quejó de lo mismo pero tuvo rápida solución y pudimos escuchar al cantante sin más contratiempos en una orgía de ecos agudos con tonos graves y pesados. El público despidió a la banda con su merecida ovación.
Era el momento de que Monolord ocupasen las posiciones de sus compañeros de gira. Daba la impresión de que hubiese menos gente, pero no por ello menos entregada. Los suecos absorbieron al público con su Stoner/Doom de influencias psicodélicas (¿soy el único que piensa en Graveyard cuando les escucha?) y, a pesar de que tocaron menos tiempo, fue el suficiente como para dejar anonadados a todos los asistentes con la presentación de nuevos temas como “Rust”, perteneciente al aclamado último disco de mismo nombre; o “Empress Rising”, habitual himno del grupo con el que despidieron el bolo, incluyendo al guitarrista finalizando el tema mientras se lanzaba a los brazos del público en un corto pero intenso crowdsurfing.
Decía mi amigo que el Stoner es la banda sonora perfecta para un día de resaca, y creo que sé a lo que se refería. Los dos te impiden pensar con claridad. Te aturden. Te perforan el cerebro, cada uno a su manera, pero prácticamente te están diciendo lo mismo. Te están diciendo que para construir algo nuevo, primero hay que destruir lo antiguo. Y la verdad es que volviendo la vista al bolo del pasado jueves, mereció la pena pasar por la experiencia. Siempre la merece.
Texto: David Hernández
Fotos: Aintzane Larrañaga
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