Sábado, 17.06.2017
Un día soleado nos espera en esta segunda jornada en la que no nos hemos recuperado del maratón del primer día.
Monolithe es otra recomendación de esas que no decepcionan. Funeral Doom opresivo y elegante a primera hora de la mañana, con una puesta en escena cuidada en la que sus tres guitarras y bajista empiezan dando la espalda al público hasta que se desatan unas primeras notas con reminiscencias al sonido de los primigenios Paradise Lost en una versión actualizada. Pesada y de cadencia lenta resulta la introducción a la espera de que aparezca Richard Loudin, su vocalista, que con los brazos abiertos y un gruñido desata los primeros aplausos y puños en alto de una concurrencia ya respetable. La banda ha logrado pulir con los años un sonido imponente, contundente y con atmósferas capaces de hipnotizar tus sentidos y eso es lo que pudimos sentir en su breve concierto.
Gautier Serré es el nombre detrás del proyecto Igorrr, innovador en su fusión de estilos tan distintos como el Break Beat, el Barroco, el Death Metal y el canto lírico operístico. Se trata de una fusión entre Wife, Shpongle y Diamanda Galas o como él mismo lo define “la forma musical en total libertad”. Imponente y brutal sonido de los samples y un batería exigido al máximo entre cambios de ritmos y blast beats complementan el show dramático – teatral que llevan sus dos vocalistas, ella elegante enfundada en un vestido corto de látex negro; en cambio el hombre del pantano, una versión de Mel Gibson en Braveheart, llevaba hasta su micro a juego con unas rastas prominentes. Y como es de esperar, el protagonismo se lo lleva Gautier con un solo de samples con los ojos vendados que es lo más parecido a asistir a una batalla de armas futuristas y efectos especiales. Una brutal puesta en escena, desbordantes cambios y giros en una fusión de géneros difícil de describir que rompe con todo. Si buscas nuevas emociones o romper límites ésta es la mejor opción.
Nails son una apisonadora sobre el escenario, sin concesiones, un torbellino de ira desatada dispuesto a llevarse todo por delante. Fieles a su propuesta no podíamos esperar menos de los californianos con un Todd Jones pletórico y con apariencia de galán de película juvenil, con chaqueta de piel incluida. Todd desprendía ira por sus poros en cada gesto y frase que ejecutaba mientras tocaba los acordes de su guitarra. La corta duración de sus temas de Hardcore extremo logran un set list cargado de temas y muestra de lo que digo es “You will never be one of us”, “Made To Make You Fall” o “Savage Intolerance”, cortes de su último trabajo. John Gianelli también acompaña de forma brutal el show rasgando las cuerdas de su bajo con furia y vehemencia y las pulsaciones las lleva Taylor Young con precisión y rapidez llegando a someter sus brazos a giros y cambios de velocidad sorprendentes. Se metieron a todo el mundo en el bolsillo.
Los Folk / Viking Ereb Altor es otra de esas recomendaciones que no te puedes perder por nada del mundo. Aunque temprano, aquí estamos, ante una gran descarga. Con un sorprendente juego de voces entre Mats y Ragnar, los dos guitarras de la banda, llevan el Folk a un terreno épico diferente, los tambores afinados en notas bajas hacen que suenen a tambores de guerra, imponentes en los golpes de Tord. Logran una gran acogida y presencia de seguidores y la satisfacción de los que asistimos a su concierto es difícil de ocultar. Espero volver a verlos pronto con más conocimiento de su carrera.
Con D.R.I. llega la hora de revivir una de las gloriosas bandas de los ochenta. Arriesgados en su tiempo al fusionar Thrash, Punk y Hardcore resultan la razón ideal para la creación del mosh. Nunca gozaron de una multitud de seguidores pero es verdad también que sirvieron como inspiración a una gran cantidad de bandas que vendrían luego. Su música suena fresca y orgánica 30 años después, está claro que eso da fe de su autenticidad. La voz de Kurt Brecht se mantiene intacta y el sonido de las guitarras de Spike Cassiddy se puede reconocer sin necesidad de ser un erudito. En la Warzone no cabía más gente, mientras que en la parte frontal del escenario se levantaba el polvo por un circle pit constante. Es verdad que los años no pasan en vano y la movilidad de los músicos no es la misma de sus inicios, pero se agradece la actitud. Hasta Spike se anima para presentar “Acid Rain”, todo un clásico junto a “Who Am I?” con la que iniciaron el show. Tras “Acid Rain” nos presentaron temas de su aclamado “Thrash Zone” para retornar en el tiempo con “Manifest Destiny” a 1988 y “4 Of A Kind”. Para el final se guardaron el tema que causó revuelo en su época, “The Five Year Plan” incluido en el disco de culto “Crossover” y que luego daría nombre a toda esa forma de ejecutar la fusión de géneros. Este tema y “I Wind You Lose” cerraron una tarde gloriosa de calor y polvareda.
Bajo un sol imponente el público abarrota el recinto para presenciar el show de una de las glorias de la NWOBHM y que con dignidad han sabido sobrevivir y lograr un gran legado, Saxon. Abren con “Battering Ram” de su último disco y a partir de ahí un greatest hits con “Motorcicle Man”, “Power And The Glory”, “Heavy Metal Thunder” o “747 (Stranger In The Night)”. Dentro de este primer bloque de temas han sabido incluir temas de sus nuevos trabajos con gran acierto como “Sacrifice”. Biff Byford ha sabido mantener su estilo con el paso de los años y la banda es una garantía sobre las tablas. Con una excelente descarga de Heavy Metal añejo la parte final se antoja apoteósica con la monumental “Crusader”, Wheels Of Steel”, “Denim and Leather” y el broche final para un gran show, “Princess of the night”, con el público en pie coreando al unísono “Crusader” mientras Biff Byford ofrecía el micro al público para que nos hiciéramos escuchar. Si estos cuatro temas finales Byford los anuncia mirando su reloj (haciendo gala de la puntualidad inglesa) sabe que el discurso tiene que ser rápido y corto. También decir que me queda la curiosidad de saber cómo suenan el cover de Christopher Cross “Ride Like The Wind” y “Broken Heroes” en directo. Un show inmenso que finalizó con la venia de la banda en medio del escenario.
En 2017 se cumplen 20 del lanzamiento de “Entropia” con el que Pain of Salvation dejaban con la boca abierta al mundo a través de su tema “I (Foreword)”. El show en Hellfest se inicia con “Full Throttle Tribe” y le siguen “Reason” y “Meaningless”. El juego de silencios intrincados, que son una buena marca de la propuesta de Pain Of Salvation, mezclado con partes emotivas, oscuras y la voz de Daniel logran el cóctel perfecto. Luego de presentar temas de su nuevo disco queda tiempo para que suene “Linoleum”, incluido en “Road Salt One”, mientras que la gloria llega con temas de “Remedy Lane”, como “A Trace Of Blood”, “Rope Ends”, “Chain Sling”, “Second Love” o “Beyond The Pale”. Esto no desluce el espectáculo ni la admiración por la banda y el público está entregado y la mejor forma de agradecerlo es dejar caer “Ashes”, uno de sus grandes temas, ya ineludible en sus repertorios. Las emociones desbordan mi mente con este tema y es coreado por todos los presentes. Nos queda tiempo para que borden el concierto con “On a tuesday”, tema que abre su nuevo trabajo y que pone a dar botes tanto a la banda como a los asistentes. Un final por todo lo alto, pocas veces superable.
Wardruna representan el misticismo ancestral escandinavo, o Folk simplemente; otra manera de sentir el apego a la Madre Tierra. Las túnicas negras de los músicos resultan más que adecuadas para lograr engrandecer la atmósfera y las expectativas son satisfechas con creces. Música ceremonial con una carga emotiva incontenible, el entorno y la iluminación logran la atmósfera que acompañará el concierto. Una experiencia extrasensorial única que invade y posee tu mente y que resulta difícil de describir. El minimalismo está presente en esta propuesta y el juego de sombras y antorchas nos deja encerrados en un mantra anterior a una guerra provocado por tambores, un violín y voces como las de Lindy Fay Hella. Lo suyo resulta un viaje en el tiempo a cuando los vikingos poblaban los bosques. Algo irrepetible, impensable, único, orgánico y purificador.
Mikael Akerfeld es un músico innovador donde los haya y su carrera con Opeth así lo atestigua. El recital se inicia con “Sorceress”, con ese ritmo pesado y asfixiante. Sin duda, a lo largo de los años han logrado afinar mejor un set list de una hora de duración y hoy resultó muy intenso. El segundo tema es un clásico desde Ghot Reveries, “Ghost of Perdidtion”, con los asistentes coreando el tema de principio a fin. Mikael pidió luces para Martin Mendez y llegó “Cups Of Eternity” y que no deja de ser una muestra de su musculo creativo y que enlazaron con “Heir Apparent”. El concierto lograba un equilibrio de su discografía y los discursos de Akerfeldt, “Era” y “Deliverance” terminaron por completar un show corto, compensado y en el que la banda mostró su evolución musical y su legado.
Si por la tarde pudimos ver a D.R.I., por la noche nos esperaban Suicidal Tendencies, con Mike Muir como único miembro original tras la pérdida de su bajista, Tim Williams, en 2014. La inclusión del gran Dave Lombardo en la batería era una de las atracciones de este Hellfest 2017. Nuevamente la War Zone a reventar a sabiendas que un show de los Suicidal es garantía de diversión. Un lánguido personaje con un pañuelo en la cara es el preámbulo y enseguida suena “You Can’t Bring Me Down”. La actitud de Mike es inmejorable, como siempre, y pese a su edad y su peso no para de saltar, correr y agitar los brazos. El repaso a su discografía recuerda “I Shot The Devil”, “Freedumb” o “War inside my head”. Pese a la hora y el cansancio del personal, el público no se rinde y sigue eufórico con “Possessed to Skaet” o “Trip at the Brain”. Como de costumbre, el escenario se llenó de público para “Pledge your allegiance”, al final del concierto.
Texto: Juan Espinoza
Fotos: Elena Marco, salvo indicado
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