NE OBLIVISCARIS + ALLEGAEON + VIRVUM
27.04.2018, Sala Bóveda, Barcelona
Promotor: Madness Live
Una de las eternas cuestiones del redactor es si debe escribir la crónica en caliente para reflejar las emociones de la forma más fidedigna posible o si dejarlas reposar para tratar de ser lo más objetivo posible.
Decido optar por un término medio y teniendo en cuenta que el hype del concierto todavía se mantiene y que no creo en la objetividad periodística la primera conclusión que extraigo es que ayer vimos el mejor concierto de lo que va de año, al menos para un servidor, claro.
Ne Obliviscaris volvían año y medio después a España, en aquella ocasión lo hicieron en un paquete de lujo junto a Enslaved y Oceans of Slumber.
En esta ocasión no era muy llamativo a simple vista pero servidor tiene la mala costumbre de querer ver siempre a los teloneros… pocos grupos superlativos habré conocido así… léase en clave irónica, por supuesto.
Virvum visitaban España por vez primera y lo hacían para presentar su ya lejano “Illuminance” de 2016. Su Brutal Death Metal técnico arrancó con un sonido deficiente que poco a poco fueron corrigiendo, y de forma paralela su música fue ganando enteros.
El público, que a tempranas horas ya ocupaba parte de la sala, disfrutaba de lo lindo tanto en las partes más veloces como en aquellos fragmentos en los que deciden imbuirse en estructuras más complejas que permiten el lucimiento de Toby Koelman a la guitarra y Arran McSporran al bajo. Como la velada no iba de temas fáciles de digerir, Virvum decidieron acabar con “II: A final warming shine: Ascension and trespassing”, un tema de casi once minutos que dejó unas sensaciones más que notables.
Repito, a riesgo de hacerme pesado, uno descubre grandes bandas cuando acude a ver a los teloneros. Allegaeon eran unos perfectos desconocidos para quien suscribe, apenas había escucha un tema de su último trabajo en el último programa de El Octavo Día.
Tras verles sigo haciéndome la misma reflexión y sigo teniendo la misma respuesta, hay que tener mucho cuidado seleccionando a los teloneros porque si son demasiado buenos pueden arruinarte la gira. La respuesta es clara… a menos que tú seas Ne Obliviscaris.
Así las cosas, Allegaeon sentaron cátedra en Barcelona. En un escenario minúsculo, el quinteto desgranó un repertorio que visitó todos los estadios de su discografía y con cada tema que tocaban uno no podía dejar de sonreír y pensar que habían tocado techo; y la banda, en un ejercicio de provocación, decidía superarse a sí misma. Si bien su más reciente “Proponent for sentience” copó la mayoría del repertorio, también tuvieron tiempo para “1.618” y “Accelerated evolution”, con la que cerraron el show. En realidad nos hubiera dado igual los temas que interpretaran pues el espectáculo estaba en ver como estos cinco músicos destripaban sus instrumentos, especialmente Brandon Park a la batería, capaz de tocar con precisión suiza mientras hacía un headbanging de vértigo. No le fueron a la zaga sus compañeros y es mientras Greg Burgess y Michael Stancel clavaban cada nota a las guitarras, Brandon Michael se comía a las primeras filas y Riley McShane, con relativo parecido a un imberbe Trevor Strnad, rayó a gran altura modulando a la perfección tanto los growls como las voces limpias.
Espectaculares Allegaeon, a los que esperemos ver pronto de nuevo porque a tenor de la ingente cantidad de merch que vendieron y las fotos que se hicieron con la gente, parece que ganaron muchos nuevos seguidores.
Y llegaba el turno de los australianos Ne Obliviscaris ante una gran cantidad de público. No lo tenían fácil pero cuando este sexteto subió al escenario se disiparon todas las dudas, no les hizo falta más que arrancar “Libera (Pt. I): Saturnine sphere”.
Una de las grandes dudas cuando se anunció esta gira era el sonido de Sala Bóveda pues Ne Obliviscaris necesita nitidez y quizá la sala no reúna las mejores condiciones para ello. Desde aquí solo podemos felicitar al técnico de sonido por el excelente trabajo realizado porque sonó todo en su sitio y en su volumen justo. Se sucedían los minutos, las melodías y las canciones y uno solo podía dejarse llevar ante tal catarsis musical. Solo la magia de la música es capaz de transmitir como lo hicieron Ne Obliviscaris.
Cortes como “And plague flowers the kaleidoscope” o “Urn (pt. II): As embers dance in our eyes” tuvieron la osadía de romper cualquier tejido emocional que los espectadores pudieran tener aunque destacar canciones en un concierto de Ne Obliviscaris puede resultar un sacrilegio por mi parte. El deleite ante tal derroche de facultades convirtió su hora y media en una bacanal de sensaciones.
La sensibilidad con la que Matt Klayins y Benjamin Baret acariciaban sus mástiles se complementaba con la técnica deliciosa de Martino Garattoni, bajista de sesión (!!!) y Daniel Presland que ya con el inicio de “Saturnine spheres” nos conmovió a todos, aunque el elemento vehicular de la actuación fue Tim Charles que tuvo una actuación impecablemente destacada tanto al bajo como a las voces limpias como interactuando con el público. Xenoyr es consciente que no goza de un papel estelar en la banda, que sí destacado, y quizá por ello prefiere bajar del escenario cuando llegan esos incuestionables desarrollos instrumentales.
El concierto se desarrollaba bajo un incesante crescendo y se veía disfrutar tanto a los músicos como al público en una comunión perfecta que solo remitió tras noventa minutos de éxtasis y delirio puro.
Si hay que ponerle una pega al concierto, ésta estuvo en el precio del vinilo de “Urn” en el stand del merchandising… ¡¡¡45 euros!!! No recuerdo haber visto ese precio por un vinilo en mi vida en un concierto.
Por lo demás, una noche para el recuerdo, para enmarcar y que perdurará muchos años en la memoria de los presentes.
Yo sigo con el hype del concierto, dándole al repeat en los discos de Allegaeon y Ne Obliviscaris. Que no tarden en volver porque los necesito ya!!!
Texto y fotos: Marc Gutiérrez
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