Calificación del editor

GHOST consolidan su sonido con un magnífico encaje entre Rock setentero y ocultismo

8.4
Valoración

Ghost – Meliora Por Empire Zone MagazineGHOST
«Meliora»
Spinefarm Records

Al ver por vez primera a uno de los Papa Emeritus rodeado de su séquito de Nameless Ghouls, son pocos los que no los preconciben como una banda de Metal extremo dado su herético semblante; unos adoradores del Maligno, de esos que a lo mejor hasta se creen lo que cantan. Los que deciden dar una oportunidad a su música, de pronto se ven sorprendidos al percibir unos accesibles ritmos guitarreros y pegadizas melodías, junto a unas dóciles voces más propias del Pop-rock que sonaba por la radio durante los setenta, al más puro estilo de los primeros Black Sabbath o los Blue Öyster Cult. Prestando atención a su lírica, esos prejuicios referentes a su estética cobran fuerza de nuevo, con unas temáticas de lo más siniestras, que abrazan la imaginería satánica en muchos de sus cortes.

Esta inquietante ambigüedad que han logrado imbuir a su marca, ha hecho que estén en boca de muchos y que dejen indiferentes a más bien pocos, cosechando una fanbase enorme, atrayendo incluso a oyentes ajenos a la escena metalera. Su primer larga duración, “Opus Eponymous” hacía gala se ese sonido Hard-rockero de la séptima década, con una producción más “descuidada” –si se me permite– y que fue la mejor carta de presentación posible, puesto que en pocas semanas ya hablaban de ellos en todas partes. Tres años después, ya con “Infestissumam”, decidieron exprimir más su faceta más “popera” creando un álbum más accesible y melódico, con una producción más acorde a los tiempos que corren, y que originó una división de opiniones entre sus oyentes, tanto de crítica como de seguidores. Sumado a esto, y gracias a la disputa entre los suecos, la Iglesia, y una suculenta hamburguesa, consiguieron que se les mencionara en medios generalistas y se viralizó el nombre de la banda, incrementando su popularidad desmesuradamente.

Con “Meliora” la banda combina sabiamente las fórmulas ganadoras de sus dos anteriores trabajos, y dan una nueva vuelta de tuerca. Vuelven los guitarreos más pesados; mejora el trabajo en la producción con resultones arreglos y nuevos instrumentos, como arpas u órganos de iglesia; y consiguen hacernos tararear sus melodías ya tras la primera escucha, que es ligera y fugaz como un suspiro. El concepto del álbum gira en torno a la ciudad que pone nombre al disco, una distopía urbana futurista presumiblemente inspirada por la cinta alemana «Metrópolis» de 1927. La voz del nuevo Papa Emeritus nos sorprende de nuevo por no haber cambiado ni un ápice, pues sigue manteniendo ese característico timbre dulce de los que le precedieron al micrófono, y que confirma las sospechas de que disco tras disco, pueden cambiar al títere, pero no al titiritero.

GHOST – Meliora
Consiguen hacernos tararear sus melodías ya tras la primera escucha, que es ligera y fugaz como un suspiro.

Abre el disco “Spirit”, con una lisérgica introducción a golpe de Theremin que parece sacada de un filme de Ed Wood, y a partir de la cual se va construyendo (en una efectiva progresión instrumental) un complejo tema que introduce a todo lo que está por venir. “From the Pinnacle to the Pitt” en cambio, se nota como un oscuro tema enhebrado en base al riff de guitarra principal, y seguramente esté muy pensado para el directo.
Con “Cirice” nos presentan su particular y acertadísima visión de lo que debe ser una balada, una funesta historia de amor entre el yugo opresor ejercido por un miembro autoritario de una religión, contra un insignificante feligrés de ésta.

Tras un breve interludio de cuerda llega “He is”, un tema escrito hace ocho largos años, y con una pesada carga emocional, pues es la forma en que la banda rinde homenaje a su íntimo amigo, el desaparecido Selim Lemouchi de «The Devil’s Blood”, quien siempre les había insistido en que incluyeran este descarte en uno de sus discos.
Otro corte sacado del tintero por no haber tenido cabida hasta ahora en ningún álbum es “Mummy Dust”, el cual auguro que será otro de los himnos de Ghost a partir de ahora. Sobran las palabras, imprescindible.
“Absolution” y “Deus in Absentia” son otros dos temas que rezuman esencia Ghost compás tras compás, y se encargan de cerrar de manera impecable el disco.
Veremos como se comporta el trabajo en directo en un par de meses. Tened por seguro que os lo contaremos de primera mano.

Por Meri Gaig