Nos guste o no, las baladas son la mejor manera de conseguir que alguien que no escucha heavy descubra a algún grupo representativo del género.
Es habitual que en bodas en las que ni el novio ni la novia son capaces de distinguir el riff inicial de “Seek and Destroy” del de “Master of Puppets”, empiecen el baile nupcial a ritmo de “Nothing else Matters” (“I don’t wanna miss a thing” de Aerosmith es el otro gran hit para dicha ocasión).
Seguramente este hecho es por culpa de la frase “los grupos heavys hacen las mejores baladas”. Y, sinceramente, creo que esta afirmación es totalmente cierta.
Pero para que hoy podamos disfrutar de estas baladas tuvo que haber una primera, y hoy podrás descubrir cómo y por qué se creó la primera balada, y ya te aviso que no fue para conquistar a una chica ni a un chico.