BE GUITAR

BE GUITAR MY FRIEND! (RICHIE KOTZEN + VARGAS BLUES BAND + ACHOKARLOS)
07 de Septiembre de 2017, Sala Apolo, Barcelona
Promotor: Madness Live

Siguiendo el camino iniciado por el Be Prog, Madness Live ha decidido lanzar este año un festival dedicado a la guitarra con un triple cartel con Richie Kotzen como principal reclamo. La velada empezó con puntualidad a las 18h30.
El primero en salir al escenario fue Achokarlos, y lo hizo solo, únicamente acompañado de unas bases pregrabadas y sus guitarras. Durante la media hora que duró su actuación mostró su técnica a las seis cuerdas con algunos de los temas que ha ido componiendo durante estos años. La verdad es que me pareció una manera fría de comenzar. Quizás hubiera sido una buena oportunidad de juntar una banda para la ocasión.
Tras una breve espera, la formación de la que se ha rodeado Javier Vargas para presentar su último trabajo, “Cambalache & Bronca”, salía al escenario. Se trata de un disco con el que quiere rendir homenaje a esos músicos argentinos que escuchaba durante los años que pasó en aquellas tierras. El repertorio, que comenzó con varios temas del disco, y del que destacaría el tema inédito de Manolo Tena “No te rindas”, fue de menos a más, en parte por las versiones que nos fue brindando. “Parisienne Walkaways”, “Love Me Two Times” o “Sunshine Of Your Love” hicieron que la atención se centrara en las curtidas manos del guitarrista, que aportó su toque personal con “Black Cat Boogie”. En definitiva, a pesar de la manera tosca que tiene Vargas de tocar (a nivel personal, me gusta más en disco que en directo), fue un buen show que dejó un buen sabor de boca y que calentó al público que esperaba impaciente al plato fuerte de la noche.

Y con una puntualidad inusitada apareció el power trío liderado por Richie Kotzen. La actitud en el escenario del guitarrista es tan aleatoria que igual te aparece en modo huracán como que da la sensación de que aún sigue echando la siesta. Por suerte esta vez vino dispuesto a arrasar con todo, mostrándose muy interactivo con un público que no paró de jalear, aplaudir y corear en todo momento creando un excelente feedback con el artista. “Salting Earth” se vio ampliamente representado durante la noche. Comenzó el show con un excelente “End Of Earth” al que le siguió “Socialite”, que nos tumbó y que terminó con la masa coreando la canción. El primer tema que hizo que Kotzen se sentara al teclado fue “Meds”, de su último trabajo, aunque terminó con la guitarra colgada de nuevo para poder empalmarla con una cañera “Go Faster” que nos voló la cabeza.
Para quien no lo conozca, Kotzen aúna una brillante técnica a la guitarra con una privilegiada voz para componer temas de cuatro minutos totalmente alejados de los clichés que se le atribuyen a los guitar heroes al uso. Prueba de ello podrían ser canciones como “Go Faster” y “Love Is Blind”, en los que el tono de voz nos hace recordar al recientemente fallecido Chris Cornell. “Your entertainer” dio paso a dos muestras más de su reciente disco y que sirvieron para que se sentara de nuevo al teclado. “My Rock” y “Cannon Ball” me recuerdan a su disco bajo el seudónimo de Wilson Hawk con esos tintes Soul en cuyos registros Kotzen se siente tan cómodo. Momento para un breve set acústico con “I Would” y “Doin’ What The Devil Says To Do” y un solo de cajón y batería perfectamente prescindibles.
Un claro ejemplo de como hacer crecer y despegar un tema desde lo más básico y sencillo hasta una catarsis en la que los tres instrumentos se enzarzan en una continua serie de golpes musicales se pudo ver en “Fear”. “This Is Life” rebajó un poco el ritmo del concierto antes del bis, “Help Me”, que fue el colofón de un concierto intenso y excelente donde Kotzen nos brindó un excelente ejercicio de maestría.
Como siempre, somos capaces de poner peros a un concierto redondo, habitualmente porque falta uno u otro tema, o porque con todos los años de carrera que lleva a sus espaldas no tocara nada de Poison, Mr Big o Winnery Dogs, pero esta vez el motivo sería que el repertorio tuvo demasiados temas al teclado, sobre todo para un concierto anunciado claramente para los amantes de la guitarra. Pero eso es ponerse muy quisquilloso ante lo que fue un concierto exquisito, pero ya se sabe que siempre hay quien le echaría gaseosa a un Vega Sicilia.

Maese Leiva